Hoy, en Historias para no dormir, os hablaré un poco de la historia de María Renard, una hechicera descendiente lejana del clan Belmont y amiga del legendario cazador Richter Belmont, y cuya primera aparición fue en Castlevania: Rondo of Blood ¡Comencemos!
Personalidad de María Renard
María es una jovencita valiente y muy insistente, llegando a mostrar cierta terquedad en algunos momentos de su historia. Bastante impulsiva, sin miedo a meterse en situaciones peligrosas. Posee una gran capacidad de relacionarse con los demás y no dudará en mostrar sus sentimientos o inquietudes.
Biografía. El comienzo
Ya siendo una poderosa hechicera, cazadora de vampiros y a la edad de 12 años, se levantó en contra de los seguidores de Drácula en 1792. Fue capturada y llevada a Castlevania, la fortaleza del señor oscuro, junto a otras tres mujeres: Iris; Tera y Annette, la prometida de Richter Belmont. De esta manera, conoció a Annette y, durante su cautiverio, formaron lazos de hermandad, refiriéndose a ella como su «hermana mayor» debido a la pérdida de sus padres durante el ataque al pueblo.
En este momento, Annette le habla de Richter y de lo poderoso que es, y de que estaba segura de que iba a rescatarlas a todas.
Fueron encarceladas juntas en un calabozo debajo de la sala principal del castillo. No obstante, el sacerdote Shaft se percató del poder de María y la separó de Annette rápidamente. La llevó a un salón de ceremonias oculto y allí le lanzó un hechizo, haciendo que su poder aflorara. Fueron interrumpidos al poco rato por Richter, que los encontró en pleno ritual. Shaft huye y María se despierta en brazos del cazador, sabiendo que Annette tenía razón: era un hombre muy poderoso.
Viendo que estaba bien, le pidió que regresara a casa, que era muy joven para luchar contra vampiros y monstruos. Ella se negó y se molestó, recriminándole que era tan capaz como él.
María Renard y Richter Belmont, juntos
María tenía un fuerte deseo de salvar a Annette y a las demás aldeanas; detener al «hombre malvado» era fundamental para esa tarea. Al sentirse irritada por las objeciones de Richter, invoca sin querer a un poderoso dragón, lo que lo toma con la guardia baja. Era evidente que esta jovencita era más de lo que parecía y Richter permitió que la siguiera por el resto del castillo.
Usando ese poder para dominar a las cuatro bestias celestiales y animales salvajes, protege y otorga poder al cazador de vampiros. Es entonces en este momento cuando se separan, María para buscar a las aldeanas y Richter para buscar a Drácula y a Muerte.
Tras salvar a las aldeanas, se dirige al encuentro de Richter para asistirlo en su enfrentamiento contra Drácula. Una vez llega a la sala del trono, ve que el cazador de vampiros está exhausto por la lucha. Sabiendo que puede morir, María lanza un poderoso conjuro de protección a Richter y éste consigue dar el golpe final a Drácula, poniendo fin a su reinado de terror.
5 años más tarde
En el año 1796, Richter desaparece de forma misteriosa. María sale en su busca sin saber por dónde empezar y, tras un año de búsqueda, el castillo de Drácula vuelve a emerger. Cuando se dirigió al mismo una vez más, sin saberlo, Alucard, el hijo de Drácula, despertó misteriosamente de su letargo de 300 años.
María se encuentra con él en la sala central del castillo, sorprendiéndose al ver a otro «humano» dentro de la fortaleza. Cuando se presenta a ella, se muestra frío, pero le dice cuál es su objetivo. A pesar de ser un hombre de pocas palabras, María decide confiar en él.
A las pocas horas, se reencuentra con Alucard otra vez y, confusa por el estado del castillo, le pregunta si es otro lugar o el mismo. El dhampir le contesta que el castillo es una criatura del caos y que cambia de forma con cada resurrección de Drácula. Sorprendida por esto, se despide de Alucard y se marcha hacia la parte alta del castillo.
Allí es testigo del poder del dhampir, cuando éste derrota sin problemas a un hipogrifo. Consciente de su gran capacidad para el combate, le pide ayuda para encontrar a Richter o, de otra forma, hacerle saber dónde se encuentra. Accede de manera un poco más agradable que antes y María, desconcertada por esta muestra de cortesía, se despide alegremente.
Más tarde Alucard le informa de que Richter está con el enemigo y que dice ser el dueño del castillo. Se siente aliviada y preocupada a la vez por las declaraciones de Alucard, marchando a toda prisa al encuentro de su amigo y mentor. Cuando lo encuentra se da cuenta de que está poseído por algo o alguien muy poderoso, pero no se siente preparada para enfrentarse a él así que decide poner a prueba a Alucard para que sea él quien lo salve. Ruega que no le haga daño, solamente que le devuelva la cordura.
Cuando Alucard salva a Richter, María se queda con su amigo tratando sus heridas y salen del castillo antes de que el dhampir acabe con su padre.
Se reúne con ellos en el cerro cercano y ven como el castillo se derrumba. Entonces se despide, alegando que su sangre estaba maldita y que el mundo estaba mejor sin él. No obstante, María ya tenía una gran atracción por el dhampir y no puede dejarlo marchar sin ella. Richter le dice que está bien y la joven parte tras Alucard.
Tras unos meses. Akumajō Dracula X: Tsuioku no Yasōkyoku
María había logrado convencer a Alucard de quedarse con ella y ahora viven en una casa a las afueras de un pueblo. Sabe que será muy complicado para Alucard sanar su alma tras matar a su padre, por ello María es muy cariñosa y afectuosa con él.
María se va al mercado a comprar comida y allí recibe una carta de su amigo Richter, indicándole que tenga cuidado ya que estaban ocurriendo sucesos oscuros y terribles por el pueblo, aunque en la carta se le ve más preocupado por Alucard. En el camino de regreso conoce a Cyril y Alexis, dos cazadores de vampiros que la instan a que regrese rápido a casa por la presencia de ataques de vampiros en el pueblo.
Poco después se encuentra con el íncubo Magnus, que le dice que Alucard es malvado y que está sediento de sangre. A pesar de que ella no lo cree, Alucard le confirma que en ese momento estaba sucumbiendo poco a poco a sus «debilidades» como vampiro. Tras esta conversación María sale corriendo y llorando desesperada. Al volver más tarde, encuentra a Cyril y a Alexis intentando dar una «medicina especial» a Alucard. Forcejea con ellos y acaba inconsciente por el veneno de la pócima. Richter la encuentra y se la lleva para ayudarla, despertando más tarde sin poder usar sus espíritus guardianes. Alucard, viendo la situación, parte para acabar con el influjo maligno de Magnus él solo.
Al final de todo, y sabiendo que María había estado a punto de morir, Alucard le pide perdón por ser tan estúpido y ella acepta sin regateos.
Para terminar
Como podéis ver, María Renard, desde muy temprana edad, supo enfrentarse a la adversidad de su tiempo, luchando contra las fuerzas de la oscuridad y el caos, contra el mismísimo Drácula y sus siervos más cercanos. Apoyando a Richter, su mentor y amigo desde el principio, y siendo una mujer fuerte y valiente sin reparos en ayudar a quien lo necesite.
Con todo esto me despido, espero que os haya gustado tanto como a mí redactar esta historia. Y recordad, no se es más fuerte cuanto más edad o tamaño se tenga, sino cuanto más fuerte sea tu determinación.
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