Final Fantasy VII es, y sigue siendo, uno de los videojuegos más influyentes de la historia. Su éxito en territorio occidental, supuso una irrupción del género RPG fuera de Japón, que se estuvo fraguando durante más de una década. Por tanto, la llegada de Final Fantasy VII: Remake reavivó la ilusión de todos esos fanáticos que tuvieron la suerte de experimentar el original, poco después de su lanzamiento en 1997.
Hoy, La Cuenta Atrás celebra el lanzamiento de su segundo capítulo, FFVII: Rebirth, con una lista de curiosidades que, a menudo, pasan desapercibidas incluso para los jugadores más veteranos. ¡Abróchense los cinturones, que nos vamos!
5. El cuarto disco
Aquellos jugadores y jugadoras que aún poseen sus copias originales de Final Fantasy VII, podrán comprobar fácilmente que su versión para PlayStation se repartía entre tres CDs distintos. La práctica de dividir ciertos títulos a lo largo de varios discos era bastante común durante la era del 3D primigenio, sin embargo, FF7, en su lanzamiento, se llevó el galardón del juego más grande hasta el momento.
En cambio, la experiencia de los jugadores japoneses fue un tanto distinta, puesto que la primera versión del clásico de rol por turnos, no contaba con los mismos contenidos que su contraparte occidental.
Edición Coleccionista, antes de que fueran populares
Debido a esta situación, Square decidió publicar una versión expandida de su última entrega de Final Fantasy, titulada ‘Final Fantasy VII: International’. Esta versión del juego, además de añadir todo el contenido que se quedó fuera del lanzamiento nipón original, venía acompañada de un cuarto disco.
Este CD albergaba en su interior una galería de imágenes pre-renderizadas, que representan distintos objetos y personajes que aparecen durante la aventura. Además, los jugadores tenían la oportunidad de echar un vistazo a varias grabaciones de versiones ‘beta’ de FF7. Una verdadera reliquia para los más fanáticos.
4. Las versiones beta… ¿en Super Nintendo?
Ya que hablamos de betas, el caso de FF7 es bastante interesante, pues fue uno de los motivos principales de la ruptura entre Nintendo y Square. La séptima entrega de la franquicia empezó a ser desarrollada en 1994, inmediatamente después del lanzamiento de su predecesor.
Por tanto, la Super Nintendo fue la consola sobre la cual se trabajó durante casi un año. Sin embargo, debido a que gran parte del estudio estaba centrado en el desarrollo de Chrono Trigger, FF7 quedó en el limbo durante más de un año. En agosto de 1995, cuando por fin se volvió a poner en marcha el progreso en la esperada nueva entrega de la saga, el panorama había cambiado.
El adiós a Nintendo
Aunque sus primeros pasos fueron en la Super Nintendo, el equipo de Square quedó impresionado por una demo técnica que usaba gráficos poligonales en 3D, una prueba que les animó a llevar a Final Fantasy VII a la próxima generación, y dejar atrás la SNES.
Sin embargo, la Nintendo 64 demostró no cumplir con las necesidades de los desarrolladores, debido al alto coste de los cartuchos, y la escasa capacidad de almacenamiento que estos albergaban. Por tanto, Square decidió separarse de Nintendo, y llevar su próximo FF a la PlayStation de Sony. El resto, es historia.
3. Yuffie y Vincent casi se quedan en tierra…
Teniendo en cuenta todas las fases por las que pasó el ambicioso proyecto de Square, está claro que el tiempo fue un recurso muy a tener en cuenta durante la etapa de desarrollo. Sorprendentemente, los más afectados por esta situación, no fueron otros que Yuffie Kusaragi y Vincent Valentine.
La joven ninja de Wutai, y el misterioso hombre sellado en un ataúd, casi se quedan fuera de la versión final de Final Fantasy VII, y su rol dentro de la aventura cambió radicalmente respecto a las ideas que se barajaron previamente al lanzamiento final.
Mismos personajes, distintos roles
Si bien Vincent tiene un cierto peso dentro de la trama, el cometido de Yuffie sufrió un cambio de gran magnitud. Originalmente, la joven ninja iba a tener el papel de una ex-SOLDADO, que escaparía de Midgar en busca de encontrar y derrotar a Cloud y Sephiroth.
Todas estas ideas se desecharon, y aunque ambos personajes aparecieron en la versión final como aliados secretos reclutables durante la aventura, resulta sumamente interesante descubrir que sus destinos originales, no compartían parecido alguno.
2. La Supernova original
Si hay un momento especialmente memorable de Final Fantasy VII, este es, sin duda, la batalla final contra Sephiroth. Un duelo épico con múltiples fases, y una conclusión extremadamente climática que se ha grabado a fuego en las mentes de aquellos que la presenciaron de primera mano en su día.
En cambio, hay un aspecto muy destacable de la forma angelical de Sephiroth: el ataque Supernova. Un movimiento tan poderoso que viene acompañado de una cinemática de casi 2 minutos de duración, y que fue objeto de varios cambios cuando FF7 saltó el charco en 1997.
Salvados por los pelos
Para empezar, la animación que acompaña a este mortífero movimiento en las versiones americanas y europeas es bastante diferente a su contraparte japonesa original. No solamente cuenta con una escena de vídeo en FMV, sino que su poder se vio bastante reducido.
En el Final Fantasy VII japonés, la Supernova era un hechizo como cualquier otro, con un valor de ataque establecido. Sin embargo, en versiones posteriores, su daño equivale a aproximadamente un 94% de los puntos de vida actuales de todos los personajes. Por tanto, no es imposible que acabe con un miembro del equipo de un plumazo.
1. El nivel secreto de las vacas
Aquellos veteranos y veteranas de los videojuegos para PC, probablemente conozcan el famoso Nivel Secreto de las Vacas. Un huevo de pascua más que memorable que albergaba Diablo II en su interior, y que surgió a modo de respuesta a un rumor sobre su precuela.
Bien pues, probablemente os preguntaréis, ¿qué tiene que ver todo esto con Final Fantasy VII? Curiosamente, la respuesta se encuentra en el port a PC que se encuentra actualmente en Steam.
Secreto entre secretos
El Interior de la Caverna del Norte, el destino final de la aventura, donde el elenco de protagonistas encarará a Sephiroth por última vez, cuenta con un nombre secreto que puede mostrarse en el menú del juego.
Si los jugadores guardan la partida haciendo uso del último Cristal de Guardado, el nombre del lugar donde se encuentra el equipo cambiará de Caverna del Norte, a Nivel Secreto de las Vacas, un claro guiño al mítico Easter Egg mencionado anteriormente.
¡Se acabó lo que se daba!
¡Hasta aquí la edición de La Cuenta Atrás de esta semana! Como ya es costumbre, entrego el testigo a ustedes, lectoras y lectores. ¿Recordáis algún detalle especial de Final Fantasy VII? ¿Echáis de menos alguna curiosidad en la lista? Desde Punto de Respawn, estaremos encantados de leeros.