Análisis

Análisis de Pixel Cafe: relato generacional, ¡con extra de personalidad!

Hace apenas unas semanas, pudimos presenciar el lanzamiento de Pixel Cafe, el título más reciente del estudio independiente polaco Baltoro Games. Hoy, desde Punto de Respawn, le dedicamos un concienzudo análisis a esta curiosa mezcla de gestión de tiempo y novela visual.

Fecha de salida30 de noviembre de 2023
Plataformas disponiblesPC, Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S
DesarrolladoraBaltoro Games
DistribuidoraBaltoro Games
Plataforma analizadaPC (Steam)

Historia

La trama de Pixel Cafe da comienzo cuando su protagonista, Pixel, empieza una nueva vida en la ciudad de Nowinka, tras mudarse al hogar que una vez perteneció a sus difuntos abuelos. Allí, pretende comenzar una nueva vida, encontrar trabajo y traer algo de alegría a su complicada situación familiar.

Los jugadores, a través de sus ojos, experimentarán las distintas ocurrencias que se presentan en su día a día. Sus desafíos, inseguridades, inquietudes, momentos buenos y momentos malos. A través de las escenas de diálogo que Pixel Cafe muestra poco a poco durante la aventura, Pixel intentará redescubrirse a sí misma, a la vez que trata de empezar una nueva vida.

Pixel comenzará su nueva vida en Nowinka trabajando en un pub, llamado 'The Pit'.

Un elemento clave de la historia de este título es, sin duda, la forma en la que combina los recuerdos de su protagonista, con las vivencias de su presente. La muerte de su “abueli”, como ella solía llamarla, y la contenciosa relación que mantiene con su madre han dejado marcada a Pixel, convirtiéndose en aspectos clave del desarrollo de la historia. En algunos momentos muy concretos, será posible escoger entre varias respuestas a situaciones clave de la trama, un añadido que da un punto de interactividad a los diálogos.

Los jugadores aprenderán más de ella a medida que rememora eventos pasados y se enfrenta a las situaciones que surgen en su puesto de trabajo como barista. Ya sea por sus quejas, sus momentos de debilidad o su lado más amable, es fácil sentirse identificado con ella. De esta forma, a través de sus coloridos y variopintos personajes, Pixel Cafe es capaz de crear una narrativa cargada de emoción y pequeños momentos muy memorables.

Pixel Cafe narra una historia de descubrimiento, pasado y presente, con momentos muy emotivos y pequeños toques de humor. Pero, sobre todo, rebosa personalidad.

Jugabilidad

Más allá de sus rasgos de novela visual, Pixel Café es un videojuego centrado en la gestión del tiempo, con pinceladas muy arcade. Los jugadores encarnarán al personaje principal a lo largo de su jornada laboral como barista, sirviendo bebidas, postres e incluso platos más elaborados a multitud de clientes.

Desde un plano en primera persona, cada elemento de la cocina está asignado a un botón distinto. A su vez, Pixel tendrá que vigilar de dos a tres áreas distintas de su puesto trabajo, cada una de ellas con distintas tareas a realizar. Cada cliente presentará su comanda durante determinado periodo de tiempo, antes de que su paciencia se agote y se marche del establecimiento con un gesto malhumorado en su faz.

La distinta clientela que asiste a cada cafetería otorga variedad y personalidad a los distintos niveles de Pixel Cafe.

Para ello, el jugador tendrá que prestar atención a los distintos ingredientes que pueden formar parte de cada plato, y elegir correctamente entre ellos para contentar el paladar de cada persona que se pare frente al mostrador. Si se cumplen correctamente estos requisitos, los clientes dejarán una propina que Pixel podrá recoger y añadir a su salario. Por el contrario, cometer errores puede hacer que se tenga que tirar un plato o bebida a la basura, algo que, como bien explica el propietario de The Pit, “se descontará de tu sueldo”.

Aunque Pixel comenzará sirviendo café y gofres, con apenas un par de ingredientes, cada nivel añade nuevos elementos a las recetas disponibles. Por ejemplo, sólo habrá dos tipos de batidos en los primeros niveles, pero, a partir de ahí, se sumarán nuevos ingredientes como siropes de distintos colores, cerezas, cubitos de hielo, toppings e incluso una batidora que servirá para crear combinaciones de colores.

He aquí el mapamundi, con los distintos lugares que Pixel podrá visitar durante la historia.

¡Oído cocina!

De esta forma, Pixel Café crea una curva de dificultad ajustada con una delicadeza sorprendente, al mismo tiempo que mantiene fresca la jugabilidad mediante la introducción de distintos elementos. Si bien los niveles diurnos, obligatorios para avanzar, son muy asequibles, los niveles opcionales los compone el turno de noche, donde la dificultad se dispara considerablemente.

El juego organiza su progresión mediante un calendario, que presenta de forma clara ambos tipos de niveles, así como los días libres de la protagonista, que equivalen a escenas de diálogo. Por tanto, se trata de un título que permite que los jugadores más casuales puedan disfrutar de la historia, mientras que los más habilidosos pueden demostrar sus capacidades en los niveles nocturnos.

En estas versiones más frenéticas de cada nivel, algunos pequeños problemas salen a la luz en la jugabilidad, especialmente en los controles. Por ejemplo, aunque el juego recomienda encarecidamente usar un mando en su versión para PC, en el esquema por defecto, pulsar los sticks hacia adentro para acciones mundanas puede hacerse tedioso cuando las peticiones se acumulan.

El hogar de la protagonista actúa como un pequeño respiro de la velocidad con la que cuenta la jugabilidad.

«Una buena dosis de consumismo»

Y son estos niveles nocturnos los que sacan a relucir la profundidad de las mecánicas con la que cuenta Pixel Café. Adelantarse a las peticiones de los clientes se convierte en algo necesario, preparando cafés y batidos con antelación, pero teniendo cuidado de que no rebosen. Al final de cada nivel, se puntuará la actuación del jugador con un ranking de 1 a 3 cafés, ofreciendo un desafío a los más perfeccionistas.

A la vez que los jugadores mejoran sus habilidades, Pixel hará exactamente lo mismo. Con el dinero recibido de su salario y las propinas de los clientes, será posible comprar accesorios y muebles para adornar su nuevo hogar. Cuanto mejor decorado esté, más aumentará el nivel de felicidad de Pixel, haciendo posible mejorar sus habilidades con los puntos de alegría obtenidos.

El ciclo de jugabilidad se vuelve extremadamente divertido con apenas 30 minutos de partida, y puede ser muy disfrutable en sesiones cortas. Sin embargo, su ritmo puede flaquear en algunos aspectos, con secciones de la aventura que desequilibran la balanza entre las escenas de diálogo y el trabajo en la cafetería.

Apartado técnico

Como su nombre indica, Pixel Café hace uso de un apartado visual con detallados personajes y escenarios, que se construyen haciendo uso de técnicas pixel-art. Todo, con la compañía de la banda sonora, cortesía del renombrado compositor polaco, Arkadiusz Reikowski.

Apartado gráfico y artístico

Aunque los sprites de cada personaje hacen uso del estilo chibi, eso no impide que los clientes sean muy expresivos. Sus exageradas caras de sorpresa cuando les sirves a toda prisa, o sus bruscas muecas enfurecidas, hacen que sea fácil percibir su estado emocional sin tener que apartar la vista de la cafetera y el hornillo.

En cambio, durante las escenas de diálogo, se hace uso de enormes sprites, con animaciones detalladas que muestran como un libro abierto las personalidades de cada individuo, así como de la propia Pixel. En resumen, se trata de un título que rebosa personalidad en todos sus aspectos, algo que se aprecia, sin duda, en pequeños detalles como llamar al menú de pausa “pausa para el café”.

El uso del color, y las animaciones estilo pixel-art son, sin duda, los puntos fuertes del apartado técnico de Pixel Cafe.

Cabe destacar que, dentro de su diseño artístico, este se encuentra integrado de forma excelente con la jugabilidad. Desde el inteligente uso de la interfaz, que permite ver a los clientes que hay en cada área de la cocina, así como su estado emocional, sin tener que mirarlos directamente, a la sorprendente decisión de acompañar a, por ejemplo, los batidos de colores con formas, permitiendo que incluso jugadores con daltonismo puedan disfrutar de Pixel Café sin problemas.

Apartado sonoro

Una integración que también es apreciable es el uso del sonido como mano derecha de las mecánicas de juego. Utensilios como la cafetera o la batidora hacen un sonido muy concreto cuando han terminado de llenar una taza o vaso, enriqueciendo la experiencia de juego al permitir al jugador saber exactamente el estado de cada apartado de la cocina, sin tener que prestarles atención de forma directa.

En el porche de la casa, será posible reproducir cualquier melodía de la banda sonora, que se irá desbloqueando según progrese la historia.

Respecto a la banda sonora, cortesía del renombrado compositor polaco, Arkadiusz Reikowski, esta hace uso de una amplia variedad de estilos musicales, que otorgan variedad a cada escenario. El diseño de cada cafetería va en sintonía con la música: del rock de los músicos de The Pit, a las pegadizas tonadillas sintetizadas en Breakfast Corner. Por otra parte, destacan los menús, como el mapamundi, el hogar de Pixel o la pantalla del título, que usan la misma melodía, pero con distinta instrumentación.

Conclusión

Pixel Café tiene un poco de todo, apto para cualquier tipo de jugador. Confirmarmos que cogerle el tranquillo, y soltarle varias horas es tarea fácil.

Tanto para jugadores ávidos de un desafío, como para los más casuales, Pixel Café ofrece una experiencia de juego con dosis de frenéticas sesiones de trabajo como barista, aderezadas por un cuidado apartado audiovisual y una bonita historia con personajes muy humanos.

A pesar de que sus controles pueden atragantarse en momentos de tensión y el ritmo de la aventura principal tiene sus altibajos, no posee fallas enormes que sean capaces de romper la inmersión.

Lo mejor

  • Su trama, cargada de momentos emotivos y personajes interesantes.
  • Sus mecánicas de juego están muy cuidadas, y se adaptan a cualquier jugador.
  • Ofrece mucha rejugabilidad, gracias a su sistema de puntuación.

Lo peor

  • El ritmo de la aventura principal flaquea en ocasiones.
  • Los controles por defecto pueden resultar tediosos en los niveles más duros.
  • La diferencia de dificultad entre los niveles diurnos y nocturnos puede resultar demasiado drástica.

Nuestra valoración

Sello - Te lo fumas (7-8)

Este análisis ha sido posible gracias a una clave cedida por Starfall PR.

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Raúl Maraver

About Author

Frikazo ochentero en el cuerpo de un Gen Z cordobés. Periodista en desarrollo, amante de los videojuegos y los macarrones.

1 Comentario

  1. Paco

    6 diciembre, 2023

    Fantástico artículo, sigue así, This is the way.

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