Si te pierden los juegos cozy y eres un fanático de la estrategia y los títulos de gestión, quédate porque hoy analizamos Terra Nil, el título doblemente nominado en los Game Awards de 2023, concretamente a las categorías Juego con impacto y Juego de móvil. Respira hondo y acomódate en el sofá mientras te adentras con nosotros en este universo en el que la naturaleza es la protagonista.
Fecha de salida | 28 de marzo de 2023 Nintendo Switch: 18 de diciembre de 2023 |
Plataformas disponibles | PC, Nintendo Switch, iOS, Android |
Desarrolladora | Free Lives |
Distribuidora | Netflix, Free Lives, Devolver Digital |
Plataforma analizada | Nintendo Switch |
Jugabilidad
Terra Nil es un juego de estrategia en el que nuestra misión será recuperar el equilibrio del medioambiente de un planeta yermo y sin vida. Para ello, tendremos que instalar y construir diversas edificaciones en cada uno de los páramos que lo forman, cada una con su propia función en el proceso de recuperación. Dicho proceso se divide en tres fases principales: la restauración de la vida vegetal y el agua; el aumento de la variedad de plantas y clima; y el reciclaje de los edificios, es decir, borrar nuestra huella y recoger todos los residuos que hayamos dejado, introduciendo finalmente fauna para que cuide del ecosistema a nuestra marcha.
El páramo se nos presenta en vista isométrica, como una especie de tablero con cuadrícula donde podremos construir y operar, llevando a cabo la mejor estrategia que se nos ocurra para lograr nuestro objetivo. Empezaremos construyendo una turbina que nos proporcione electricidad, necesaria para que los edificios funcionen. Luego haremos la tierra fértil con un depurador, la regaremos con otra herramienta, y así sucesivamente, escalando poco a poco hasta restaurar el ecosistema por completo. Por otro lado, no se nos permitirá utilizar cualquier herramienta desde el primer momento, sino que tendremos que ir por orden, una a una, desbloqueándolo todo en cada nuevo páramo o nivel.
A medida que vayamos recuperando terreno, el juego nos recompensará con unas hojas verdes que utilizaremos para «pagar» la construcción de edificios. Si lo hacemos mal, perderemos dichos puntos; si lo hacemos bien, no solo los recuperaremos al momento, sino que además obtendremos aún más de los que hemos invertido.
¡A recoger el chiringuito!
Es probable que penséis que lo difícil en Terra Nil es recuperar el páramo como tal, pero os equivocáis. Lo más complicado es restablecer la tranquilidad del mismo; dicho de otro modo: borrar nuestra huella, recogerlo todo, reciclar o descontaminar. En ocasiones, querer recoger nuestra «basura» nos llevará a fabricar más aún para acceder a la zona afectada, por ejemplo. Quizá para algunos jugadores esto pueda resultar un tanto frustrante, especialmente cuando el juego, directa o indirectamente, te obliga a destruir tu preciado paraíso para avanzar (construyendo nuevos ríos donde no planeabas hacerlo, generando más rocas para instalar turbinas o quemando gran parte de la zona para dar paso a un bosque, por citar algunas de esas situaciones).
Buscar animales es la otra gran parte de este último paso. Para ello, tendremos que escanear las zonas que cumplan con los requisitos de cada especie que habite en ese páramo. Por ejemplo, para un animal como podría ser un pato, quizá nos pidan como requisito un lago (aunque ello implique fabricarlo en caso de no disponer de uno). De nuevo, tal vez toque destruir para construir, aunque la satisfacción final también será mayor.
Terra Nil a tu ritmo y modo; juega como quieras
El juego nos ofrece tres modos (o niveles) diferentes al inicio de la partida. Sea cual sea tu forma favorita de jugar, los desarrolladores han pensado en una opción para ti. Los distintos modos —Jardinería, Ecología y Bioingeniería— te darán la oportunidad de sumergirte en su mundo a tu propio ritmo. Ya quieras limitarte a crear fantásticos parajes de ensueño como utilizar las máquinas más sofisticadas, Terra Nil puede ser para ti.
Apartado técnico
Terra Nil cuenta con unos controles medianamente intuitivos, aunque al jugar con mando y basarse la colocación de edificaciones en una cuadrícula, en ocasiones no atinaremos a la primera en el lugar concreto que queramos seleccionar. Por otro lado, siendo el funcionamiento en general bastante satisfactorio, sí que hemos sufrido en varias ocasiones importantes caídas de FPS. Afortunadamente, no son tan frecuentes ni bruscas como para dificultar la jugabilidad.
En cuanto al apartado gráfico, estamos ante un juego con un arte sencillo, bonito y muy relajante. Utiliza una paleta de colores muy vivos y vibrantes, y utiliza un estilo cartoon que resulta muy agradable a la vista y que permite una mayor distinción entre los distintos elementos en pantalla, muy abundantes en ocasiones. Respecto al sonido, tanto la banda sonora como los efectos aportan un extra de tranquilidad y ayudan a lograr esa atmósfera tan lograda de la que Terra Nil puede presumir.
Conclusión
En definitiva, Terra Nil es un juego muy entretenido que te servirá tanto para matar esos ratitos de aburrimiento en los que no sabes qué hacer como para mantenerte enganchado durante horas, tratando de devolver a cada páramo su resplandor original. Este título pondrá a prueba tu ingenio, sí, pero también tu paciencia. Si te gustan los juegos de estrategia, tranquilos y cuidados artísticamente hablando, te animamos a darle una oportunidad.
Lo mejor
- Apartado gráfico muy vistoso y sonidos bien trabajados
- Muy relajante, con una atmósfera cuidada y absorbente
- Jugabilidad original que ofrece un amplio compendio y variedad de herramientas
- Niveles creados de forma procedimental, por lo que nunca habrá dos partidas iguales
Lo peor
- A veces algunas instrucciones pueden ser confusas o poco intuitivas
- Precisión mejorable al usar el cursor con el joystick en caso de jugar con mando
- A veces, para avanzar, tocará destruir lo que ya habíamos logrado. Esto podría frustrar a los jugadores menos pacientes
Nuestra valoración
Este análisis ha sido posible gracias a una clave cedida por Cosmocover en representación de Devolver Digital.