Gestalt: Steam & Cinder, una guerra que nunca termina

Apareces de la nada en una fábrica buscando tus movidas, y conforme avanzas te das cuenta de que algo no anda bien. ¿Suena a historia potente? Pues adéntrate con nosotros en Gestalt: Steam & Cinder, un metroidvania con tintes RPG y con una de las historias más elaboradas en mucho tiempo.

Historia: El eterno reino en peligro

Sí, ya sé que suena mucho a cliché: el típico reino en disputa con un enemigo antiguo, un rey obstinado y su guardia personal, y el Héroe anónimo que se mete en medio. Pero si algo funciona, ¿por qué no usarlo? Y es que Gestalt: Steam & Cinder, aun teniendo una jugabilidad muy metroidvania, también es un RPG, y como tal su carga narrativa es bastante más densa que el resto de juegos del mismo tipo que puedas encontrar, tanto para bien como para mal.

Encarnaremos el papel de Aletheia, una Soldner (es decir, una mercenaria) de Irkalla, el mundo en el que se ambienta. Y es que desde muy pronto, te das cuenta de que este juego tiene un universo muy bien cimentado con sus terminologías bien construidas. Puede que al principio te cueste entrar, pero una vez dentro encuentras una historia muy interesante sobre un reino, una traición y una guerra entre razas, que está llena de giros y sorpresas hasta prácticamente el final del juego.

Como todo RPG (aunque solo sea una parte), Gestalt tiene un buen número de personajes, de mayor o menor relevancia. Y es interesante ver que, aun siendo de una duración escueta, sus líneas de diálogo (a veces algo pesadas) están muy bien escritas. Así, poco a poco todo va teniendo un sentido, y llegas incluso a encariñarte de algún que otro personaje. No obstante, es cierto que muchos de ellos salen 3 o 4 veces en pantalla, resultando su aparición casi anecdótica y un tanto abrupta.

Jugabilidad: ¡Metroidvania con subida de nivel!

Y no es que Gestalt haya inventado la rueda, no es el primer juego que lo hace, pero sí que lo hace mejor que muchos. Además, su toque RPG le da una profundidad muy atractiva a esa jugabilidad clásica de los metroidvania basados en el backtracking y la exploración de escenarios.

Como todo metroidvania, empezamos muy suave: saltar, rodar, golpear, matar un par de enemigos y… ¡Eh! ¿He subido un nivel? Abres el menú y… ¿Qué es eso?¿Un árbol de habilidades? ¡Exacto! Puede que parezca una nimiedad, pero el poder ir eligiendo qué subir y qué obtener primero hace que de un modo u otro las partidas puedan ser muy diferentes, y eso es algo que, en cuanto a la jugabilidad, se agradece mucho.
Podremos equiparnos accesorios, MUCHOS ACCESORIOS, usar ítems para diversas funciones y, obviamente ir obteniendo habilidades según avance la historia para poder llegar a lugares donde antes no podíamos.

Aletheia es ágil, mucho, aunque por alguna extraña razón, Metamorphosis Games nos quiera ver sufrir y no nos deje subir la estamina en ningún momento del juego, y se nota que han querido convencer a los jugadores de que ella es poderosa y puede con todo. Contaremos con espada y pistola desde el principio hasta el final, que puede que se antoje algo pobre para un juego de este estilo, pero es más que suficiente con la cantidad de habilidades que obtendrás con ambas y la duración del juego.

En cuanto a los enemigos y la dificultad, quizá puede que sea uno de los puntos más débiles del juego. Si bien los enemigos normales no dan mucha guerra, hay escenarios en los que pueden fastidiarte un poco, sobre todo en los últimos compases del título, aunque una vez muertos no vuelven a aparecer, salvo que entres y salgas del escenario y hagan respawn (qué bonita palabra). Pero los jefes jefazos, los que supuestamente deberían darte dolores de cabeza, son demasiado sencillos, llegando a ser casi un mal chiste al final del juego, donde no suponen ningún tipo de amenaza.

Diseño de niveles

He de reconocer que uno de mis puntos favoritos en este tipo de juegos siempre son sus mapeados, los biomas, las zonas secretas y los irresistibles y adictivos tesoros que podamos encontrarnos por el camino. Gestalt no va precisamente cojo en este apartado, ya que aunque su mapeado no es que sea una locura, sí que tiene un tamaño bastante decente. Está lleno de cofres, personajes, misiones secundarias y lo mejor de todo: ¡¡PERRETES!! No os voy a mentir, recoger corgis fue lo que menos esperaba ver, pero es un coleccionable gracioso y agradable lleno de carisma.

Y es que Caanan, que es como se llama la zona donde jugamos en el universo de Irkalla, puede que no cuente con el mejor mapeado. De hecho, a veces se antoja algo lioso y tedioso para revisitar ciertas zonas, e incluso he encontrado alguna puerta inaccesible, pero incluso así tiene una buena cantidad de zonas de plataformeo, donde has de usar tus habilidades para recoger lo que toque y, si en ese momento no pudieses, siempre puedes abrir el mapa para poner una marca. Detalles que siempre se agradecen en títulos así.

Apartado técnico

En lo técnico, al menos en lo referente a mi partida, el juego ha sido sólido como una roca. No solo es que no haya tenido ningún tipo de fallo, caída de framerate o algo por el estilo, sino que el juego ha respondido de maravilla en todo momento. Los controles han ido perfectamente en todo momento, las hitboxes han funcionado de escándalo y las habilidades siempre han respondido con una solvencia ejemplar.

Realmente, hoy en día es bastante habitual encontrar fallos pequeños en estos juegos que puedan mermar la calidad del juego en cierta medida, pero es cierto que no ha sido el caso de Gestalt. La optimización está cuidada milimétricamente y creo que es algo loable y digno de mención teniendo en cuenta cómo está la industria en estos momentos, que es casi mas fácil sacar algo al mercado y parchearlo después que testearlo a fondo de cara a la publicación. Chapó por la gente de Metamorphosis Games.

Apartado gráfico y artístico: Pixel art de mis amores

No creo que sea un secreto si os digo que puede que sea uno de los mejores apartados de todo el juego. Cada animación, efecto o escenario tiene un cuidado y mimo increíble. Gestalt: Steam & Cinder está claro que entra por los ojos, y eso es algo que no se puede negar. Desde la portada con Aletheia hasta sus conversaciones con cada personaje —donde se ven los modelados en grande— y pasando por cada bioma —donde, aunque puede parecer un poco corto, se pueden apreciar diferentes matices en la paleta de colores y distintos enemigos y respectivos diseños.

Se nota que la gente de Metamorphosis ha querido cuidar mucho su apartado artístico, ya que rezuma personalidad por los cuatro costados. Su pixel art tiene una calidad incuestionable y no tiene nada que envidiar a otros juegos similares. Sus animaciones también son de un nivel muy alto. Cada habilidad de su protagonista, como de los enemigos o incluso en las que narran partes de la historia, no dejan lugar a dudas de que han puesto toda la carne en el asador para que quede prácticamente perfecto (por aquello de que la perfección no existe y tal).

Apartado sonoro

Hoy en día es bastante complicado destacar en este apartado, al menos para bien, y no quiero que se me malinterprete; la calidad de Gestalt es bastante alta en este sentido, pero tiene varios altibajos que le hacen restar puntos, impidiendo que se sienta realmente sólido.
Su OST es magnífica. De esas que oyes y de las que nunca te cansas mientras estás jugando. Quizá no llega al nivel de ser memorable, ni llegue a formar parte de tu vida hasta el punto de incluirlo en tus playlists, pero en general cada pieza tiene un magnetismo especial, algo que hace que el juego no resulte tedioso. Y, aunque pueda parecer poco, es algo más complicado de lo que parece.
Por otra parte, la carencia de voces en sus largas charlas hace que algunas conversaciones resulten cargantes, y si no fuera por el excelente hilo musical podría ser aún peor.

Conclusión

Gestalt: Steam & Cinder no es perfecto, y tampoco creo que pretenda serlo. En general es un juego super entretenido al que le puede más lo bueno que lo malo. Su historia es interesante, su ambientación es carismática, su jugabilidad es divertida y su diseño de arte, tanto en lo visual como en la música, es excelente. Quizá le pesa demasiado su parte narrativa, que crea interludios algo densos entre tanta buena exploración del mapeado, pero no es nada que sea insoportable, y es una más que buena opción si te apetece jugar un metroidvania con mucha personalidad.

Lo mejor

• Diseño de arte y OST excelentes
• El apartado técnico es una roca
• Ágil y rápido en su jugabilidad
• Historia decente, con buenos giros, aunque con ciertas pegas

Lo peor

• Su narración se antoja algo tosca y lenta
• Es bastante sencillo si eres jugador asiduo a este tipo de juegos
• La duración es algo escueta
• Quizá la implementación de voces hubiera conseguido una carga narrativa más liviana

Nuestra valoración de Gestalt: Steam & Cinder