Hoy viajamos directos a las islas del océano Pacífico para presentarte Tchia, una aventura cargada de humor y encanto. Este original título nos guiará a lo largo de una intensa travesía en pos de rescatar al padre de la pequeña Tchia, nuestra protagonista. Afina tu ukelele y prepárate para una odisea sin parangón.
Fecha de salida: 18 de julio de 2023
Desarrolladora: Awaceb
Distribuidora: Kepler Interactive, Meridiem (edición física)
Plataformas disponibles: PC, Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5
Textos: Español
Voces: Drehu (uno de los idiomas más hablados en la isla en la que se inspira)
Plataforma analizada: Nintendo Switch
Historia: Todo por la familia
El juego que hoy nos ocupa comienza en un orfanato, en el que, alrededor de una hoguera, una anciana les cuenta a los jóvenes la historia de Tchia. Esta niña, Tchia, será a quien acompañaremos a lo largo de toda la aventura, desde el día de su cumpleaños, durante el cual seremos testigos del secuestro de su padre, con quien vive en una pequeña y tranquila isla, a manos de Pwi Dua, uno de los secuaces del jefe del archipiélago. Gracias a la ayuda de un amigo de la familia, Tchia emprenderá un peligroso viaje para liberar a su padre de Meavora, el cruel gobernador que le mantiene cautivo. El porqué te corresponde a ti averiguarlo. Nosotros solo te diremos que te encuentras frente a un juego en el que la naturaleza, la magia y la música se fusionan en un solo personaje: Tchia.
Por otro lado, pronto descubriremos que la joven heroína cuenta con un poder que le permite transformarse en cualquier objeto o animal que se interponga en su camino para seguir avanzando gracias a las habilidades que estos le otorgan. Disfrutaremos de una refrescante aventura ideal para el verano. Toca el ukelele, navega y demuestra tu valía contra el enemigo en esta historia inspirada en Nueva Caledonia, una isla del Pacífico de la cual son originarios los cofundadores de Awaceb, la desarrolladora del título.
Jugabilidad: Una habilidad sin igual
Tchia es uno de esos juegos tan diversos que su jugabilidad y mecánicas se ramifican de forma considerable. Con un gran peso en la cultura, la música y la naturaleza, nos permitirá explorar las diferentes islas que conforman su llamativo mundo abierto. ¿Y dónde está la magia? Pues en que podremos hacerlo como más nos apetezca.
Poder astral
Esta curiosa mecánica se posiciona como la más llamativa y útil del título. Tchia dispone del denominado «poder astral», una habilidad capaz de hacer que posea (o controle desde dentro) a objetos y animales. De este modo, podrá utilizar las distintas cualidades de estos, como esprintar o cavar, sin olvidarnos de otras pasivas, como sería volar en el caso de las aves o nadar/bucear en el de los acuáticos. En definitiva, tendremos un amplio abanico de opciones por descubrir, y en nuestra opinión es probablemente lo que más te incita a explorar: ser quien y como tú quieras ser, en el sentido más pleno de la expresión.
Tchia tiene un medidor de alma (la barra verde que se puede ver en la parte inferior de la pantalla), que se irá agotando a medida que usemos este poder. Una vez que se vacíe, tendremos que esperar a que vuelva a cargarse, o bien consumir alimentos para acelerar el proceso.
Música
La música tiene un peso importante en el título. Y, para ensalzarla aún más, dispondremos de un ukelele con el cual podremos tocar diferentes melodías espirituales (21 en total) para provocar distintos efectos, como cambiar el atuendo de nuestra protagonista o variar la hora del día. Y, como detalle curioso, si los más melómanos os fijáis, los dedos de Tchia se posicionarán en las cuerdas y los trastes de una forma u otra según cambie de acorde; dicho de otro modo, las posturas se corresponden a los acordes reales, algo que le da realismo y que denota un amor por el producto final y la música que nos ha encantado.
Los desafíos de las torres de piedras, que consisten en apilar una serie de rocas sin que estas se derrumben, nos desbloquearán nuevas melodías al completarlos. Una forma muy divertida de ir ampliando el repertorio de Tchia.
Personalización
Si bien el personaje y físico de Tchia es inamovible, sí que podremos personalizarla, desde el pelo hasta la ropa e incluso el ukelele. Dependiendo de los accesorios que elijamos, el personaje obtendrá unas u otras bonificaciones, como una mayor resistencia a la hora de escalar escalada, menor daño por caída o más oxígeno a la hora de bucear. Y lo mismo podremos hacer con la barca, mediante la cual viajaremos entre islas; ¡ponlo todo a tu gusto y sé la envidia de todo isleño que se precie!
Por tierra, mar y aire
Cuando hablamos de mundo abierto queremos decir exactamente eso: mundo abierto. Tchia tiene la habilidad de nadar y bucear, obviamente de correr y, por último, de planear, algo que le ofrece el uso de una especie de parapente que nos dará mayor movilidad a la hora de recorrer largas distancias (pudiendo tomar impulso en los árboles a modo de catapulta) o de bajar de lugares altos sin sufrir daño.
Navegación
El sistema de navegación es sencillo, aunque un poco monótono. Tendremos los comandos de dirección en el timón y podremos aumentar o disminuir la velocidad desplegando o plegando la vela, y hasta ahí podemos leer, porque es así de sencillo (y engorroso a veces para bajar la velocidad sin estrellarnos). Afortunadamente, las distancias no serán tan amplias normalmente como para hacer que nos desesperemos, pero creemos que tomar la barca y lanzarse a la mar es algo que simplemente hay que hacer, pero que no tendrá mucho más disfrute a destacar (aunque sí lo pueda tener un poco más, por ejemplo, el buceo, aquí hablamos únicamente de la navegación).
Apartado técnico
En su versión de Nintendo Switch, que es la que hemos tenido la oportunidad de probar, en portátil hemos sufrido alguna caída de FPS, pero en el dock hemos experimentado un framerate bastante estable (con alguna excepción), lo cual es de agradecer en un juego de mundo abierto como este. De igual modo, en portátil es 100% jugable y disfrutable y no nos ha dado ningún error ni problema a destacar. A grandes rasgos, nos ha parecido que funciona bastante bien en la híbrida de Nintendo, algo muy positivo teniendo en cuenta lo bien que le sienta la portabilidad a un juego de estas características.
Tchia cuenta con unas físicas muy bien realizadas que enriquecen la interacción de la protagonista con el mundo que la rodea. Por otro lado, durante el gameplay hemos visto ciertos bugs visuales muy leves, como algún parpadeo en ciertas superficies o alguna que otra textura más borrosa de lo habitual, aunque han sido casos bastante concretos, afortunadamente.
Apartado gráfico y artístico
El universo de Tchia goza de una paleta de colores viva y variada que ayuda a construir ese entorno que el jugador luego percibe como un elemento clave, alegre y natural. En términos generales, podemos definir su estilo gráfico y artístico como cartoon, colorido y con personalidad, tal vez un poco infantil, pero muy agradable de ver y, además , muy expresivo en cuanto al diseño de sus personajes, que nos ha gustado bastante por lo carismáticos y diferentes que son entre sí.
No obstante, hemos sentido algunos escenarios un poco vacíos teniendo en cuenta la amplia extensión de los mismos. En ocasiones, menos es más, y creemos que menos terreno pero mejor ambientado y aprovechado hubiese sido todo un acierto. En cuanto al agua, un elemento clave en este título por el trasfondo del mismo, no nos ha parecido que brille especialmente. No invita a navegar, pero sí a bucear, pues el fondo marino tiene cierto encanto que no le podemos negar.
Apartado sonoro
En cuanto al sonido, Tchia cuenta con una banda sonora muy inspirada en la cultura en la que se basa el título, aportando una ambientación extra que contribuye enormemente a la inmersión. Los efectos sonoros son adecuados y variados, pero el foco de atención, junto con la música, se dirige al doblaje. Los actores encargados de poner voz a los personajes de Tchia provienen todos ellos de estas islas en las que se inspiran, y no solo eso, sino que interpretan los textos en la lengua drehu, una de las más habladas en la isla, al igual que el francés. A nosotros, desde luego, nos ha encantado esta fidelidad y amor a sus orígenes.
Edición física de Tchia: Oléti Edition
Y, si eres un ferviente defensor de las ediciones físicas, estás de suerte porque la distribuidora española Meridiem ha lanzado el juego completo (su versión Oléti) en este formato. Está ya disponible en tu tienda de preferencia, tanto para Nintendo Switch como para PlayStation 4 y PlayStation 5. Puedes consultar los puntos de venta y otra información de interés en la página oficial de Meridiem, haciendo clic justo aquí.
¿Qué incluye la Oléti Edition?
Tchia: Oléti Edition incluye un paquete de cosméticos compuestos por cuatro conjuntos de disfraces para Tchia, así como paquetes de personalización para el barco y el ukelele. ¿Y qué tiene esto de especial? Pues que cada uno de ellos está inspirado en cuatro de los títulos más emblemáticos de Kepler más recientes: Scorn, Sifu, Cat Quest y Flintlock.
Conclusión
Tchia es un juego perfecto para relajarse, y más aún en época veraniega. Con su mundo abierto, sus dosis de humor y la ternura que acompaña a las relaciones de Tchia con la gente y su entorno, es sin lugar a dudas un juego más que recomendable. La fidelidad a la cultura que representa y el cariño a la misma reflejado en el título hacen que te metas de lleno en su aventura. La mecánica de poseer objetos y la curiosidad por encontrar nuevos objetivos para hacerlo, así como el punto estratégico y resolutivo de dichas transformaciones, es algo que fomenta que te pierdas en su mundo abierto sin ninguna prisa, dejando fluir tu curiosidad en todo momento.
Oléti atraqatr! (es decir, «muchas gracias» en drehu)
Lo mejor
- Variedad de objetos y animales que podemos «poseer»
- La representación de la cultura de las islas del océano Pacífico, especialmente de Nueva Caledonia, en la que se inspira
- Humor ligero y familiar que te sacará más de una sonrisa (con algún chiste un poco más ácido, cuyo contraste aprovecha realmente bien)
Lo peor
- Algunos escenarios se sienten un poco vacíos
- La navegación no resulta tan atractiva como cabría esperar