¿Te imaginas un videojuego que mezcle Death Stranding y Ni No Kuni, pero con Quidditch de por medio? ¡Genial! Pues Mika and the Witch’s Mountain NO es eso, sino algo muchísimo más original. ¡No caigamos en comparaciones! Mika and the Witch’s Mountain es una aventura donde una aprendiz de bruja surcará los cielos con su escoba para repartir paquetes a los vecinos e intentará llegar a lo alto de la montaña para aprender magia.
Sin duda, este título desarrollado en España promete ser uno de los juegos más cozy y adorables de lo que queda de 2024. Viene de la mano de Chibig para sacarte una sonrisa con cada paquete que entregues y, por el camino, regalarte alguna que otra carcajada.
Fecha de salida: 21 de agosto de 2024 (PC y Switch)
Desarrolladora: Chibig Studio
Distribuidora: Chibig Studio
Plataformas disponibles: PC, Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S
Textos: Español
Voces: –
Plataforma analizada: Nintendo Switch
Historia: El viaje de toda una vida
Todo empieza en lo alto de una montaña a la que tu madre te envía a visitar a Olagari, una bruja que te enseñará todo lo que debes saber de la magia. Motivada y contentísima, llevas tu mochila con el libro de hechizos, un amuleto, chocolate y otras cosas además de la escoba en la mano.
Estás lista para darlo todo y tienes unas ganas increíbles de dormir en la torre con vistas a las estrellas, pero la anciana que pensabas que te acogería y te daría clases particulares para convertirte en la mejor bruja del lugar, resulta que te tira por el precipicio para que te centres y dejes de pensar en estrellitas.
Desde luego, el título Mika and the Witch’s Mountain ya nos deja claro a quién le pertenece la montaña después de esto… ¿Qué cuervo le habrá picado a la bruja? Ahora te toca volver a empezar desde cero, tienes la escoba rota y no llevas dinero encima. ¡Con lo alto que habías llegado!
Por suerte, una chica del pueblo te ofrece ayuda a cambio de unas monedas (habrá que comer a fin de mes), así que te ves obligada a buscar un trabajo para poder pagarle y que te arregle la escoba. A partir de aquí se inicia un viaje lleno de pequeños retos que superar, cada cual más profundo y difícil de alcanzar, pero no imposible. Como Mika, durante el viaje entenderás que en la vida llega un momento en el que debes dejar ir a tus familiares y amigos para empezar a valerte por ti mismo y luchar por aquello que de verdad merece la pena.
Jugabilidad: Vuela, reparte, pesca y apaga fuegos
La jugabilidad en Mika and the Witch’s Mountain es uno de sus fuertes. La razón es tan sencilla como sus mecánicas y tan adictiva como surcar los cielos de la isla. El juego, su diseño y su funcionamiento están pensados desde el primer momento para hacer disfrutar al jugador, y aquí Chibig no se esconde. Al estudio le gustan los retos y los desafíos, pero la prioridad máxima no es la dificultad, sino la capacidad de que lo pueda disfrutar todo el mundo.
Por esta razón, en Mika and the Witch’s Mountain no existen niveles de dificultad, mods ni opciones para facilitar las cosas. El diseño de niveles y de dificultad está optimizado desde el minuto uno de tal manera que, cuando debes entregar un paquete desde un punto A a un punto B, de lo único que deberás preocuparte será de que no se moje, no se rompa o llegue a tiempo. ¡Ah, y por supuesto, si fallas, podrás volver a intentarlo!
Amazing delivery
Mika no necesita un uniforme ni una plataforma de marketplace para convertirse en la mejor repartidora de la Villa Orilla, pero sí una tarjeta de sellos con la que organizar las entregas. En cada una de ellas la protagonista apuntará algunos detalles para no olvidarse de qué debe hacer y, dependiendo del cuidado que tengamos al repartirlo, se nos otorgará un sello verde, uno naranja o uno rojo. ¡Eso sí! Nuestro jefe nos deja bien claro que los paquetes que no estén en su tarjeta de reparto, no se pagarán. Eso de recoger cometas para devolvérselas a los niños o encontrar aves extraviadas no es algo que le agrade a la empresa, por lo que Mika tendrá una tarjeta de reparto personalizada para todas esas tareas que Amazing Deliveries no contempla.
¡Colecciona, ve a la moda e incluso apaga fuegos!
Al inicio del juego empezarás a recorrer la isla con una escoba que sólo planea sobre la superficie. Más tarde conseguirás otra que aumentará la velocidad y otra que incluso te dejará dar un impulso hacia arriba. Todo esto te ayudará a hacer las entregas de manera más eficiente, pero es que Mika and the Witch’s Mountain no se queda ahí. Además de repartir paquetes, Mika podrá realizar distintas tareas para ayudar a los habitantes de la isla como pescar, apagar fuegos, colocar orbes, coleccionar muñecajos para comprar skins, acariciar perretes, encontrar polluelos e incluso ayudar a una científica con su investigación. ¡La aprendiz de bruja se anima a cualquier cosa!
Explorar la isla es un placer maravilloso, así que no tengas pereza a la hora de recoger cualquier cosa que brille o se mueva y, sobre todo, recorre todos los rincones. ¡Te aseguramos que vale mucho la pena! De hecho, si has jugado a algún título anterior de Chibig, probablemente encuentres a algún habitante sospechosamente parecido al de otro juego… ¡Y hasta aquí podemos leer!
Apartado técnico
Una de las mayores cosas a destacar de este título es su mundo abierto y todo lo que ello conlleva. Es complejo conseguir que un juego tan narrativo, con tantos diálogos diferentes y paquetes por entregar, tenga sentido como unidad. Chibig ha conseguido que todo funcione de manera efectiva, sin pantallas de carga para acceder de una zona a otra ni bajadas de FPS.
Por otro lado, Mika and the Witch’s Mountain es compatible con el mando pro de Switch, permite modular el volumen de la música y los efectos, invertir tanto el salto como la cámara y ajustar su sensibilidad. Cabe destacar que no existe la opción de guardar en el menú porque el juego viene con autosave y que tampoco se aprovechan los joycons ni el giroscopio.
Apartado gráfico y artístico
En cuanto a los gráficos, teniendo en cuenta que es un estilo cartoon, no sería lógico pedirles más realismo, pero quizá un poco más de pulido a algunas texturas de objetos no estaría mal. Quitando eso, es un juego precioso. Su arte recuerda muchísimo a todo lo relacionado con Ghibli, tanto en los diseños de personajes como en las expresiones de los modelos 3D y 2D (sprites). Además, es un punto muy a favor que Chibig esté creando en todos y cada uno de sus juegos una pequeña línea de relación con cameos llamativos de, lo que ellos llaman, el Chibigverso (Universo Chibig).
Apartado sonoro
En el juego destaca muchísimo tanto su música como sus efectos de sonido y voces. La música no puede ser más relajante y, a la vez, motivadora. Dependiendo de la zona por donde nos movamos, escucharemos melodías más inspiradas en juegos y situaciones cozy con tonalidades sin mucho contraste. En otras zonas, parecerá que debamos llevar nuestro libro de hechizos bien preparado por si acaso.
Las voces, aunque puedan pasar desapercibidas para algunos jugadores porque no hay diálogos ni conversaciones reales sino gruñidos, risas e interjecciones, son maravillosas. Se nota la experiencia de actores de doblaje detrás que, además, confirmado por el propio estudio en la presentación del juego, han repetido en varios títulos.
Conclusión
Como diría la protagonista: «OLEEEEE!» Mika and the Witch’s Mountain está lleno de metáforas, de historias profundas contadas de forma magistral en cuestión de un par de frases, de lecciones de vida y de consejos. Sus personajes, sus problemas o sus historias te harán introducirte de lleno en el Chibigverso e incluso replantearte ciertos comportamientos en tu vida real. Si de algo peca este juego además de ser adorable y precioso, es precisamente de esconder unas metáforas profundas y apasionantes.
En la presentación oficial, preguntamos a Chibig si tenían planes de futuro a la hora de sacar más cositas, pero no nos contaron nada… Eso sí, la sonrisa que nos regalaron los chicos fue un sí rotundo. Nos contaron que técnicamente ya tienen contenido nuevo planificado para el juego y que “habrá más sorpresas”. ¿Nuevo juego? ¿DLC? ¿Versiones físicas? ¡No podemos aguantar la espera! Lo que sí nos ha quedado muy claro tras jugar a Mika and the Witch’s Mountain es que la diversión no se encuentra en la meta, sino en todo el camino que recorres. Un camino que debes recorrer por ti mismo.
Lo mejor
- Los diálogos. Cada personaje tiene su registro al hablar, haciéndolo único tanto en personalidad como en carácter. Siempre recordarás los “Oleee” de Mika.
- El mundo abierto y cómo el estudio ha sido capaz de adaptar la historia y los niveles a él de manera que no puedas avanzar a otras partes sin las escobas adecuadas o no puedas alcanzar coleccionables ni objetos de la tarjeta de reparto de Mika antes de tiempo. Un desafío técnico muy interesante para un estudio indie.
- Las skins y los sprites. El esfuerzo de crear más sprites según el traje que lleve la protagonista ayuda mucho a la inmersión del jugador.
Lo peor
- Si no se presta suficiente atención a lo que dicen los personajes o no se recuerda cuál ha sido el reparto anterior, a veces puede resultar un poco confuso avanzar. No hay pistas de cuál es el siguiente objetivo a excepción de las notas que Mika apunta en cada objeto o los comentarios de los personajes.
- En la versión que hemos jugado antes del lanzamiento hay algunos bugs, así como parpadeos de texturas que no se cargan bien, líneas negras horizontales en algunas zonas del mapa al volar o silencios de la banda sonora que hacen que la experiencia se vuelva un poco más pobre. Eso sí, no son fallos que impidan seguir jugando y seguramente sean solucionados con actualizaciones y revisiones posteriores al lanzamiento.
- La duración. Es un juego muy cortito y es una auténtica pena que lo sea, porque tanto la historia a través de los diálogos como las mecánicas y los objetivos dan para alargarlo más. Aunque siempre se ha dicho “lo bueno, si breve, dos veces bueno”, en este caso nos hubiese gustado algo más de contenido.