Noreya: The Gold Project – Sé consecuente, guerrero

¿Oro o Luz? ¿A qué deidad apoyarás? ¿Asumirás las consecuencias que determinen tus acciones? Descúbrelo en Noreya: The Gold Project, un metroidvania que abandona el early access para ofrecernos una experiencia de juego frenéticamente adictiva. ¡Prepárate para luchar!

Historia: ¿Cuáles son tus prioridades?

Noreya: The Gold Project nos pone en la piel de Kali, una guerrera que se ve envuelta en un mundo hostil gobernado por la corrupción de Salluste, el denominado Dios del Oro, que se contrapondrá al poder de la Diosa de la Luz, cuyo reino se encuentra en una situación complicada de pura decadencia. Kali, testigo de la ruina en la que las tierras de Noreya se ven inmersas, tendrá que decidir de qué lado ponerse. ¿Oro o Luz? ¿O tal vez ninguno de ellos? Elijas lo que elijas, tu lealtad al bando del que formes parte determinará cómo avance tu aventura, ofreciéndote o privándote el acceso a cierto contenido, e incluso haciendo que varíe en cierto modo tu entorno.

Por otro lado, si quieres adentrarte de lleno en su lore, encontrarás unas piedras que desbloquearán pequeños fragmentos de historia (y que luego podrás ver y leer de forma más ordenada desde el menú del juego), actuando casi como una especie de coleccionable. Para los amantes de la narrativa o quienes no dejen piedra sin remover, esta será una muy buena noticia para vosotros.

Jugabilidad: Un mundo que progresa a tu paso por él

Noreya: The Gold Project es un juego metroidvania que basa su jugabilidad, como muchos otros del género, en el backtracking, es decir, en retroceder a zonas previas una vez adquiridas ciertas habilidades, de manera que podamos acceder a nuevas ubicaciones que antes de obtener dichas cualidades no podíamos visitar. Esto, junto a la dualidad de la que hablaremos más adelante, hace que el mapa se sienta más extenso, cambiante y dinámico.

Al menos según yo lo veo, un buen metroidvania tiene que contar con una respuesta y una movilidad óptimas por parte del personaje para resultar 100% disfrutable, característica de la cual Kali puede alardear. Una vez que entremos en su mundo, avanzaremos por toda la extensión del mapa de forma fluida, llevándonos por delante a todo enemigo que ose cruzarse en nuestro camino. Para ello, Kali tendrá una espada con un alcance decente y un daño modesto que se irá incrementando a medida que mejoremos sus habilidades.

Con cada derrota a un enemigo ganaremos pepitas de oro, con las cuales podremos curarnos (pagando con 10 de ellas) y aumentar nuestra lealtad con las deidades. En cuanto a la curación, habrá que tener en cuenta que de este modo es muy lenta (tardas bastantes segundos en hacer el «pago», y en más de una ocasión te llegará antes la muerte si apuras demasiado). Afortunadamente, también podremos rellenar nuestros contadores de vida con los corazones que ocasionalmente dropean los jarrones rompibles de los escenarios, o bien al cambiar de pantalla.

Una de cal, otra de arena

¿Sucumbirás a la corrupción del Dios del Oro o mantendrás firme tu lealtad hacia la Diosa de la Luz? En función de tus acciones para con ellos, el juego avanzará de una forma u otra. Noreya es amplia, pero lo será aún más si nos fijamos en las zonas inéditas que se nos desbloquearán según las acciones que realicemos a lo largo de la aventura, pudiendo cambiar el rumbo del juego por completo, algo que favorece enormemente a su rejugabilidad y que, desde luego, es un punto muy a favor. Un mapa que desemboca en ramificaciones ocultas en función de tu forma de juego (más allá del backtracking) es algo que le va como anillo al dedo a un metroidvania de estas características.

Asimismo, el árbol de competencias (el árbol de habilidades, para que nos entendamos), que será nuestra forma de fortalecer a Kali y personalizar nuestro estilo de juego, progresará también (en parte) en base al dios al que rindamos culto, disponiendo de habilidades exclusivas para cada bando.

Apartado técnico

Noreya: The Gold Project se siente plenamente optimizado en la versión de Steam, y es que a pesar de su frenética jugabilidad, no hemos experimentado ninguna caída de FPS, cuelgues, bugs ni ningún otro tipo de error. Además, podrás jugar sin ningún problema tanto con teclado como con mando, aunque, eso sí, en mi opinión es mucho más disfrutable con este último (siendo una opinión puramente personal y subjetiva, pues funciona perfectamente bien con ambos controles).

Apartado gráfico y artístico

El título cuenta con unos gráficos estilo pixel-art muy detallados, con escenarios y fondos que, salvo detalles concretos (como algunas flores, pinchos u otros elementos), pertenecen a una misma gama cromática, lo cual evoca un equilibrio y armonía que dota al juego de un gran atractivo visual. Las animaciones de los distintos personajes o enemigos son fluidas, demostrando que el estilo retro asociado al pixel-art nada tiene que ver con una ejecución pobre ni mucho menos, sino todo lo contrario.

Las cinemáticas, por otro lado, tienen un estilo sencillo que recuerda al de algunos cómics clásicos, también con tonos monocromáticos y detalles específicos llamativos (la capa roja de la protagonista, los ojos rojos de los enemigos o incluso la sangre podrían ser algunos ejemplos claros). Todo ello da una sensación de armonía, aunque en absoluto sea paz lo que su historia transmite.

Apartado sonoro

Pasando al apartado sonoro, podemos decir que la música que lo compone —a manos de Sarys y Xavier Dang (MisterMV)— es variada y cuenta con un peso muy importante. Tanto es así que, nuevamente, en función de tus acciones y de la deidad a la que seas leal, la banda sonora variará para que puedas sumergirte aún más de lleno en su nutrido lore y aventura. Dicha música, además, no se hace en absoluto repetitiva o monótona, y acompaña a la perfección la acción de Kali en todo momento.

Los efectos de sonido, si bien no nos han parecido magistrales o dignos de una mención especial, cumplen muy bien su propósito y se sienten muy naturales y bien integrados en los diferentes elementos que in-game los producen (golpes, gemidos de los enemigos al luchar, gritos de los monstruos…).

Conclusión

Noreya: The Gold Project es, definitivamente, un título que creemos que será del agrado de una gran mayoría de jugadores aficionados al género metroidvania. Con un apartado gráfico y sonoro muy llamativos, una jugabilidad muy satisfactoria y un lore en el que podremos ir sumergiéndonos mediante las distintas interacciones y «coleccionables», acompañar a Kali en su viaje nos mantendrá pegados a la pantalla durante horas, disfrutando de todo lo que nos ofrece.

Lo mejor

• La jugabilidad y experiencia de juego son muy buenas, con unos controles sencillos y una respuesta satisfactoria por parte del personaje
• El árbol de habilidades, muy variado y con una dualidad en función de las decisiones que tomemos, lo cual aporta cierta rejugabilidad
• El apartado artístico (visual y sonoro) está muy bien trabajado

Lo peor

• Algunas trampas y obstáculos a veces se confunden un poco con el fondo, algo que hará que te des de bruces contra algunos de ellos en alguna ocasión
• Hay ciertos detalles que no se explican en ningún tutorial ni mensaje, lo cual podría generar algo de confusión a algunos jugadores

Nuestra valoración de Noreya: The Gold Project