Historia

Fumito Ueda, el hombre tras Shadow Of The Colossus

El arte y los videojuegos son dos medios difíciles de equiparar ante el público general de forma creíble. Para alguien externo, es difícil asimilar que un cuadro de Van Gogh puede transmitirte tanto como un juego de la PlayStation. Sin embargo, hombres como del que hoy hablaremos han ayudado en gran medida a que esta barrera sea cada vez menos gruesa. Es por eso que hoy, en “Gamers primigenios”, tenemos a Fumito Ueda, creador de Ico, Shadow Of The Colossus y The Last Guardian.

Vida previa a los videojuegos

Fumito Ueda nació un 19 de abril de 1970, en Tatsuno, prefectura de Hyougo, Japón. Desde muy joven era una persona muy inquieta y curiosa. Además, sentía enorme predilección por la expresión artística en todos sus sentidos, llegando incluso a declarar en alguna ocasión que, de no haberse dedicado a la industria del videojuego, habría pasado directamente a la pintura.

Tras graduarse en la Universidad de Osaka de las Artes en 1993, trató de vivir como artista hasta que en 1995 decidió unirse a la industria del desarrollo de videojuegos.

Su primer desarrollo

Consiguió esto uniéndose a la empresa WARP, trabajando en las animaciones de Enemy Zero, un videojuego para la Sega Saturn. El proyecto estaba bajo la dirección de Kenji Eno, y Ueda recuerda este momento como uno difícil, pues el proyecto estaba sufriendo retrasos y todos los involucrados tuvieron que poner un esfuerzo superior para llegar a la fecha de entrega. Después de su primer proyecto, se unió a Sony Computer Entertainment en 1997 como desarrollador.

ICO, el juego donde todo empezó

Su primer proyecto iba a ser uno de mucho mayor tamaño y nivel técnico, pensado para ser lanzado en la PlayStation original, aunque fue acortado en magnitud y pospuesto a la siguiente consola. Eliminar elementos no imprescindibles para la trama principal fue denominado por Ueda como “diseño por sustracción”, método que usaría en todos sus títulos.

ICO, el primer videojuego de su sello creativo, fue desarrollado por un equipo sin apenas experiencia en la creación de videojuegos. El juego se publicó para PlayStation 2 el 24 de septiembre de 2001, y se trataba de un plataformas con puzles.

Estaba inspirado en las físicas de juegos como Prince of Persia de 1989, que utilizaba la captura de movimiento para una fluidez mucho mayor a la hora de saltar y agarrarse a superficies. El título planteaba una forma única de narrar historias mediante el videojuego, y que sería considerada pionera.

Portada del juego ICO, de Fumito Ueda.

La silenciosa pero efectiva narrativa de ICO

Su narrativa minimalista, basada en la clásica trama de chico conoce a chica, nos cuenta la historia de Ico, un joven nacido con cuernos al que su pueblo encierra en un castillo. Poco después, se libera debido a un temblor que destruye el lugar.

Tras esto, Ico conoce a Yorda, otra chica atrapada allí dentro, con la que no se puede comunicar ya que habla un idioma desconocido y a la que intenta salvar de unas criaturas sombrías que tratan de atrapar a la joven misteriosa.

Fumito Ueda debutó con el juego Ico en la industria.

Esta trama de apariencia tan simple se muestra mediante el uso de una cámara en 3D que costó muchos quebraderos de cabeza durante el desarrollo. La ausencia de diálogo marca especialmente el ritmo de la historia. El título además cuenta con un uso brillante de la luz y la sombra proyectados en el escenario, una bella arquitectura y diseño de niveles y, en general, una intención artística muy cuidada.

Si bien la inexperiencia del equipo es muy palpable en esta entrega, rozando a veces la mediocridad, era ya evidente la pasión por el desarrollo que Ueda y su equipo sentían. Es por esto que, tras su primer título, siguieron trabajando en su siguiente juego, el cual marcaría un antes y un después en la historia de la industria.

La creación de Shadow Of The Colossus

Shadow Of The Colossus se publicó en Estados Unidos y Japón en octubre de 2005. Con lo aprendido del anterior título y Ueda y su equipo ya formado bajo el nombre de Team ICO, surgió un juego con mecánicas más enfocadas a la aventura que a la resolución de puzles, aunque manteniendo su relativo misterio y elementos de plataformas.

El juego, escaso de dialogo al igual que su predecesor, trata sobre Wander, un joven que cabalga con su yegua Agro y el cadáver de una muchacha hasta un páramo dominado por colosos. Allí, hace un pacto con una deidad oscura para asesinar a los 16 colosos que rondan esas tierras a cambio de revivir a la joven. No obstante, con cada coloso que Wander asesina, lentamente se va corrompiendo más y más, a la par que le devuelve la vitalidad a esa misteriosa chica.

El arte detrás del juego

Ya en la época, lo que más llamaba la atención del juego era su enorme carga artística, tanto en la forma de enfocar el transporte por el mundo con la yegua Agro, su uso magistral de la luz, el escenario y los ángulos de cámara para contar la historia, además del cauteloso detalle en el diseño de niveles y personajes.

Shadow of the Colossus, uno de los juegos de Fumito Ueda.

Cada coloso se siente como una aventura nueva, y su vasto mundo por recorrer nos incita a querer descubrir la particularidad del siguiente jefe. Este mundo tan singular, repleto de aventura y bellos momentos mientras lo recorremos, ha inspirado a infinidad de títulos tanto independientes (por ejemplo, Journey), como de gran presupuesto (Zelda: Breath of The Wild).

El juego es considerado a día de hoy una obra de culto, y tuvo un port a PlayStation 3 junto a ICO, así como un remake para PlayStation 4 que, irónicamente, incluye un filtro de cámara que trata de imitar la luz del juego original, aunque sin lograrlo del todo.

Quizá las limitaciones técnicas del juego (cosas como la poca fluidez en PS2, alcanzando los 15 fotogramas generalmente) hicieron de esta entrega algo muy especial e irrepetible, pues aun truncado por la tecnología de su tiempo, fue capaz de relucir por su expresión artística más que por su portento a nivel de software.

The Last Guardian, el último de la trilogía

Habiéndose vuelto ya de culto los anteriores dos títulos, Ueda anunció en 2007 el desarrollo de su siguiente entrega mediante la revista Famitsu, en la que contó que el juego sería para PlayStation 3 y que ya estaba en pleno desarrollo. En 2009 se supo que el título del juego sería “The Last Guardian”. No obstante, la ausencia de noticias durante años mató las esperanzas de los jugadores por probarlo. En este lapso, Ueda y otros miembros abandonaron Sony, para luego volver a unirse bajo el nombre de genDESIGN. Finalmente, en el E3 de 2015 se anunció el juego para la PlayStation 4.

El título contaba con una estética similar a los anteriores juegos, aunque trataba una dinámica de personajes algo distinta. La trama trata sobre un chico sin nombre que, ya de anciano, recuerda sus vivencias de joven. En ellas, vemos a un niño atrapado en una torre llamada El Nido. Allí conoce a Trico, una criatura de rasgos animales que, si bien al principio es hostil, lentamente se va adaptando y relacionando con el personaje, creando un vínculo cada vez mayor con el protagonista y ayudándole a escapar de esa torre en ruinas.

Trico, un animal vivo en el juego

Utilizando mecánicas similares a las de sus anteriores juegos, en este caso Ueda quiso innovar con el uso de Trico como elemento fantástico. En sus palabras, Ueda buscaba llamar al jugador mediante la aparición de «algo desequilibrado, ya que parecer extraño era un elemento importante».

Para esto, utilizó el comportamiento de numerosos animales, aprovechando su infancia vivida en una casa repleta de estos, y creó una inteligencia artificial compleja que pudiese adaptarse a este comportamiento natural y salvaje que buscaba. A la hora de llevar tal tarea a cabo, Ueda encontró numerosos problemas técnicos que le limitaron al momento del desarrollo.

Fumito Ueda habla sobre el desarrollo de The Last Guardian.

Anteponiéndose a los problemas una vez más, el título consiguió salir adelante, aunque quizá con una recepción afectada por el cambio en la industria que para ese entonces había sucedido. Seguimos a esperas del anuncio de un nuevo proyecto por parte de Ueda, quien aseguró querer dar noticias el pasado año 2023.

Con tan solo 3 juegos bajo su sello, Fumito Ueda ha demostrado en sus más de 25 años en la industria cómo la pasión por el arte y la narración en los videojuegos son dos ramas con las que se debe trabajar en pos del avance en ambos medios.

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