Como parte de los tres grandes mangas de su generación junto con One Piece y Bleack, Naruto recibió un gran número de adaptaciones en el mundo de los videojuegos. Puede que los más conocidos sean los de la saga Ninja Storm, que continúa hasta nuestros días. Sin embargo, en el año 2007, Ubisoft creó una de las aventuras definitivas de nuestro ninja favorito, sacando una segunda parte desarrollada por Ubisoft Montreal un año después. Hoy, en «El Pixel Perdido», resucitaremos dos títulos del gran catálogo de Xbox 360: Naruto Rise of a Ninja y Naruto Broken Bond.
La mejor adaptación posible
Por primera vez en esta sección hablaremos de dos juegos a la vez, pero es que no se podrían separar de ninguna de las formas. Para los amantes del manga de Masashi Kishimoto, estos dos juegos adaptan los primeros arcos de la aclamada obra. Naruto: Rise of a Ninja comienza desde el inicio de la historia hasta la lucha contra Gaara; y su continuación, Naruto: Broken Bond, recoge desde el combate de Sarutobi contra Orochimaru hasta el primer combate de Naruto contra Sasuke.
A pesar de que la estética de ambos juegos se basa completamente en el anime, existen grandes detalles y referencias que solo podremos degustar si somos amantes del manga. Desde conversaciones con personajes secundarios como Chōji o Ino hasta pequeños fragmentos de historia que no fueron adaptados a la pequeña pantalla. La serie de animación resultó bastante fiel al original (sin contar el doblaje al castellano) y con estos títulos podremos revivir fielmente sus grandes momentos. Además de que podremos ver fragmentos del propio anime dentro del propio juego como escenas animadas.
Pero el juego no se queda ahí, en los momentos más icónicos de nuestra aventura nos aderezará con un plus de acción y aventura que hará las delicias de los fans, añadiendo más acción a lo que pudimos disfrutar en las obras originales. En momentos como el combate contra Gaara o en la mítica pelea contra Sasuke, los juegos nos incluirán más momentos de acción con minijuegos o QTE que alcanzan una factura a la altura del anime.
El día a día de un ninja
Una de las principales novedades que recogían estos juegos era el mundo abierto (sí, chicos, es de Ubisoft de quien hablamos). En él podíamos recorrer los lugares más emblemáticos de este mundo, como la aldea de Konoha. En ellos nos cruzaremos con montones de NPC que se comportarán con nosotros en función de las misiones que hayamos realizado en el juego. Representando lo que vive Naruto en el manga y el anime, de primeras todo el mundo nos odiará, pero poco a poco conseguiremos hacernos con el cariño de la gente de la aldea. Par ello, el mundo está plagado de misiones secundarias que, sin ser nada del otro mundo, dan un poco de dinamismo al juego y nos permiten sumergirnos un poquito más en este universo.
Además, en ese mundo abierto habrá algunos minijuegos y coleccionables que rebuscar, lo que da alguna hora más de vida a los títulos. Y es que son títulos cortos; la historia principal abarca, en ambos casos, alrededor de 5 horas. En ese tiempo recorreremos los eventos de la serie paso por paso y reviviremos los mejores combates de la franquicia.
Los combates, el punto álgido del juego
Hasta ahora hablamos de todo lo que envuelve estos juegos, pero no podemos olvidar que se trata de dos títulos de lucha. Y es que en este punto es donde estos juegos brillan, tanto mecánica como técnicamente. Los combates son similares a los que podemos ver en títulos de la época como los Budokai de Dragon Ball. Un combate en 2D que nos permite movimientos hacia los lados para salirse del eje. En ellos dispondremos de objetos y distintos combos que darán un puntito de táctica a los combates; sin embargo, su mejor punto son los combos y los golpes especiales. Todos ellos tienen un acabado soberbio y muestran gran amor por el título original.
Además, para darle más dinamismo a los combates, las habilidades se comienzan con movimientos o combinación de teclas que simulan los sellos que realizan los personajes. También, muchos de ellos tienen pequeños minijuegos que incrementan el daño que hacen. Lo mismo ocurre con las habilidades de los enemigos, contra las que nos podremos defender en momentos puntuales con pequeñas pruebas de habilidad.
Para amantes del anime
Todo lo dicho con anterioridad ya hace que estos juegos sobresalgan sobre el resto de los de la franquicia. Para poner el broche de oro, los juegos cuentan con la música de la serie de animación, algo que se ha echado mucho de menos en títulos similares, tanto de Naruto como de otras series como Bleach, One Piece o Dragon Ball. La serie de Naruto siempre ha contado con canciones memorables como Sadnes & Sorrow y que están presentes en estos títulos.
También hay que mencionar el acabado artístico. El cel shading que muestran los títulos está a un alto nivel. Es normal ver que se repitan texturas y modelos de NPCs, pero eso es algo común en los juegos de la época y tampoco priva a los títulos de ser muy disfrutables. Las animaciones, por otro lado, son muy fluidas y representan fielmente lo visto en el anime.
Unos títulos para amantes del género
Tanto Naruto: Rise of a Ninja como Naruto: Broken Bond son dos títulos que, por no haber continuado, se han perdido en la memoria de los jugadores. Sin embargo, desde aquí quiero que muchos de vosotros recordéis lo grandes que llegaron a ser en su momento. Da igual si los comparáis con otros títulos de Naruto u otras entregas basadas en animación, estos dos juegos sobresalen de la media.
La estética, el acabado técnico, las mecánicas y, sobre todo, el amor por la obra original hacen que sean dos juegos dignos de aparecer en «El Pixel Perdido» y en cualquier top de juegos basados en anime.
Ambos salieron para Xbox 360 pero, por desgracia, ya no están disponibles en su tienda. Sin embargo, no son difíciles de encontrar en mercados de segunda mano. Si os gusta el manga, el anime y los videojuegos, deberíais buscar vuestra copia física, arrancar vuestra Xbox 360 y volver a revivir los mejores momentos de esta mítica serie.
Espero haberos despertado un poco de nostalgia recordando estos dos títulos olvidados. Nos volvemos a ver en dos semanas en «El Pixel Perdido».
