El cine tiene el poder de llevarnos a mundos increíbles y contarnos historias que nos emocionan, pero muchas veces estas historias están inspiradas en hechos reales. Hoy, en nuestra sección ¡Prevenidos y… Acción!, hablaremos sobre de Balto (1995), una película animada producida por Steven Spielberg que narra la heroica hazaña de un perro lobo que desafía el peligro para salvar una ciudad entera. Pero, ¿qué tanto de esta historia es real y qué es parte de la magia del cine?
La película: Un héroe contra todo pronóstico
Balto nos presenta a un perro mestizo de husky y lobo que vive en Nome, Alaska. Rechazado por los humanos y los otros perros de trineo debido a su ascendencia salvaje, Balto lucha por demostrar su valía. Cuando una epidemia de difteria azota a la ciudad y la tormenta impide que lleguen los medicamentos por vía aérea, los perros de trineo se convierten en la única esperanza.
El equipo encargado de transportar la medicina queda atrapado en la nieve, y Balto, con su valentía y agudo sentido de la orientación, lidera una peligrosa expedición de rescate para llevar la cura a Nome. Con escenas de acción, personajes entrañables y un mensaje de superación, la película se convirtió en un clásico animado. Sin embargo, esta se toma algunas libertades creativas, como la inclusión de personajes ficticios y la exageración de ciertos eventos para hacer la historia más emocionante.

La historia real: La carrera del suero
La película está basada en un hecho verídico ocurrido en 1925, conocido como «La carrera del suero a Nome». En enero de ese año, un brote de difteria amenazaba la vida de los habitantes de Nome, especialmente de los niños. El suero antitoxina necesario para salvarlos estaba en Anchorage, a más de 1,000 km de distancia, y las condiciones climáticas impedían el uso de barcos o aviones.
Ante la urgencia, se organizó un relevo de trineos con perros para transportar la medicina. Más de 20 mushers (conductores de trineo) y sus perros participaron en la travesía, enfrentando temperaturas de -40 °C, vientos huracanados y caminos helados. Cada equipo debía recorrer una parte del trayecto, relevándose en diferentes puntos para que los perros no se agotaran por completo.
El tramo final del recorrido estuvo a cargo de Gunnar Kaasen y su equipo liderado por Balto, un husky siberiano que guio a los perros a través de la tormenta hasta llegar a Nome. Aunque Balto se llevó gran parte del reconocimiento, otros perros como Togo, liderado por Leonhard Seppala, recorrieron distancias más largas y peligrosas. Seppala y Togo realizaron el tramo más extenso y difícil del recorrido, enfrentándose a temperaturas extremas y cruzando el peligroso hielo del Norton Sound, un mar congelado que podía romperse en cualquier momento.

Balto vs. Togo: El Debate
Si bien Balto es el perro más recordado, muchos historiadores y amantes del mushing consideran que Togo fue el verdadero héroe, pues recorrió cerca de 420 km (mientras que Balto hizo los últimos 85 km). Sin embargo, Balto fue el que llegó a Nome con el suero y por ello recibió la mayor parte de la fama, incluyendo una estatua en Central Park, Nueva York. Seppala, por su parte, siempre defendió la valentía de Togo y lamentó que su perro no recibiera el reconocimiento que merecía. En años recientes, el legado de Togo ha sido reivindicado, e incluso Disney produjo una película en 2019 titulada Togo, que muestra su papel crucial en la carrera del suero.

El legado de Balto
Más allá de las diferencias entre la historia real y la versión animada, Balto sigue siendo un símbolo de valentía y trabajo en equipo. Su historia ha inspirado películas, documentales y libros, y su figura sigue viva en la cultura popular. Preservaron su cuerpo y hoy se exhibe en el Museo de Historia Natural de Cleveland. Por otro lado, conservaron los restos de Togo, que pueden verse en el Museo de Iditarod en Alaska, un sitio dedicado a la historia del mushing y las carreras de trineo con perros.
La carrera del suero a Nome también dejó huella en la cultura de Alaska y el mundo del mushing. En honor a este evento, cada año organizan la Iditarod Trail Sled Dog Race, una de las competencias de trineo con perros más importantes del mundo, que sigue una ruta similar a la de 1925.
Tanto Balto como Togo y los mushers que participaron en la carrera del suero merecen reconocimiento como verdaderos héroes. Su valentía salvó incontables vidas y demostró que, incluso en las circunstancias más adversas, la determinación puede marcar la diferencia.