Doom es un clásico. Fue el padre de los shooter y uno de los juegos más adictivos que han salido, algo que podemos ver en el número de ports que tiene hasta, incluso pudiendo jugarse en una nevera (y no es una broma). Hoy, en La curiosidad mató el gato, nos adentramos en el infierno para arrasar con hordas de demonios y disfrutar de música tranquila.
El verdadero nombre
Todos conocemos a Doomguy o al posterior Doom Slayer, pero ¿sabías como se llama en realidad? Su verdadero nombre no se reveló hasta pasados dos años desde la salida del primer Doom, ya que no se tenía pensado darle un nombre. Esta revelación fue en la serie de novelas de la primera entrega, donde se supo que este marine se llamaba Flynn Taggart.
Parece de verdad
Algo que todos los que han jugado a esta obra sabrán es que la cara de Doomguy, el protagonista, será visible abajo y cambiará según lo que pase en el juego. Es decir, cuando matemos demonios sonreirá, mirará hacia los lados, le saldrán heridas o sangre dependiendo de cuanto daño recibamos… E incluso hay animaciones de sorpresa, para cuando explotamos e incluso para cuando morimos aplastados.
Pesadilla
Cuando salió Doom, contaba con cuatro modos de dificultad, los cuales deberían ser suficientes para toda clase de jugadores, pero no fue así. El público se quejó mucho de que, aun en la máxima dificultad, el juego era fácil. Esto caló en IdSoftware, que decidió añadir un nuevo modo: Pesadilla. Este era tan desequilibrado e injusto para el jugador que gustó muchísimo por su nivel de exigencia. Debido a esto, el modo Pesadilla fue agregado a cada una de las entregas de la saga hasta hoy.
Un símbolo… peculiar
En su versión de lanzamiento, en el primer mapa, el juego contaba con un detalle oculto algo desafortunado. Y es que, si bajábamos unas paredes con un interruptor, esto revelaba una esvástica en el suelo. Jon Romero, uno de los creadores de esta saga, dijo que ese símbolo era una referencia a Wolfenstein 3D. Para sorpresa de nadie, se modificó el suelo y el techo, ya que de lo contrario no habría salido en Alemania y en otros países, evitando toda polémica.
Torre de Babel
Este es un detalle que puede pasar desapercibido si no estamos prestando la suficiente atención, y es que hay una edificación que se construye a la vez que avanzamos en el juego; podemos verla en el mapa de los niveles. Esta es la torre de babel que, según la biblia, fue una edificación que construían los descendientes de Noe, los cuales hablaban la misma lengua. Querían construir una torre que fuera lo suficientemente alta como para llegar al cielo y así poder comunicarse con Dios, algo que no pareció gustarle. Dios los hizo hablar en diferentes lenguas a cada uno, confundiéndolos y haciendo que dejaran la construcción a medias, dando una explicación de por qué hay diferentes idiomas en el mundo.
Viva la música
En el primer mapa del episodio 4, hay un interruptor oculto que, si accionamos, hará que bajen las paredes revelando un símbolo en 3D. Este símbolo es de la banda de rock estadounidense Nine Inch Nails, que compuso la canción principal de Quake, otra joya de IdSoftware, creadores de Doom.
¿Te rindes?
Si ponemos pausa y le damos a salir del juego, este se burlará de nosotros con frases como: «Vete, mira lo que me importa» o «Yo no me iría si fuera tú, será mucho peor». Un detalle muy divertido y que le agrega mucha personalidad a este clásico.
Sin guantes
Durante toda la aventura podemos apreciar como nuestro marine lleva guantes con todas las armas, debido a que el equipamiento de estos soldados así lo requiere. Pero cuando nos equipamos con los puños, este se quitara los guantes debido a que se coloca unos puños americanos para golpear a sus enemigos. Pura violencia.
Realismo
Pese a ser un juego antiguo, del 1993, Doom ya distinguía el daño en los cuerpos enemigos. Es decir, reconocía dónde impactaban las balas o los golpes, provocando una reacción lógica y detallada en el cuerpo del demonio, desde desmembramientos y decapitaciones hasta explosiones, así como animaciones para cada una de las diferentes muertes. Además, también podíamos ver cómo los restos enemigos quedaban en el suelo, paredes o incluso techo, al igual que los cadáveres, dando un realismo desmedido y agregando aún más violencia a toda esa amalgama de sangre y carne.
Hemos llegado al final del infierno; no ha sido para tanto, ¿eh? Si os habéis quedado con ganas de más curiosidades, aquí os dejo el artículo donde hablo del salvaje oeste y de como la era de los forajidos fue desapareciendo.