Con la reciente reivindicación de una de las obras más importantes del género del terror más allá del videojuego, Silent Hill 2 Remake se lanzó el pasado 8 de octubre y se ha puesto en la boca de todo el mundo, más por sus aciertos que por sus fallos. Aunque detrás de este afortunado éxito que logró el equipo de Bloober Team, hubo una ola de opiniones que enclaustraron la moral y confianza de un estudio que, contra todo pronóstico, consiguió sacar un producto en condiciones y desafió el recelo de una buena parte de jugadores que temían por una catástrofe.
Una nueva mina de oro
En un momento donde los usuarios están siendo invadidos por constantes reimaginaciones o reediciones de sus sagas favoritas, la tensión por cómo de dignos son a su material original se apropia del sentido principal de juzgar a un videojuego más allá de si el producto es bueno o no.
Grandes empresas han revolucionado su rol como creativos del videojuego para pasar a una zona de confort orientada a la complacencia de un público en masa. Esto se traduce en la gran cantidad de lanzamientos de videojuegos ya conocidos que marcaron un antes y después en la industria y que ahora estudios modernos tratan de sacarles nuevamente el jugo para que una nueva ola de jugadores disfrute de estas mismas obras pero adaptadas a las exigencias técnicas de hoy en día.

En primera plana esto no debería ser un problema; es un fenómeno inevitable que ya se ha visto en otros medios como el cine. El público quiere disfrutar de las experiencias que esculpieron la grandeza de un arte desde sus orígenes, y en el caso del videojuego es incluso más importante. Los sistemas de antaño y la brecha de adaptación a los métodos y mecánicas de hace algunos años son más difíciles de introducir en la actualidad, por lo que en muchos casos resulta necesario revitalizar ciertos títulos con el tiempo.
El dilema viene cuando estos productos son los que acaparan gran parte de la ganancia vital de la industria, y nuevas propiedades intelectuales se ven retraídas en su acercamiento a este mismo público. Un público que exige cosas innovadoras pero que al mismo tiempo no deja de delatar su atracción por revivir épocas pasadas.
Crónica de una víctima anunciada

En 2022, Konami anunció de forma oficial después de meses de mucha especulación que un remake de uno de los hitos más importantes del terror moderno, Silent Hill 2, tendría una nueva oportunidad en el mercado actual. La comunidad de jugadores estaba completamente volcada a esta propuesta. Sin embargo, la ausencia y mala reputación de la empresa nipona en los últimos años dejó que más de uno dudara de su capacidad para posicionar como se merece una obra tan quimérica como esencial.
A pesar de la gran interrogante sobre Konami, el verdadero centro de atención se balanceó sobre el estudio responsable de darle vida a la obra realizada por Team Silent a principios de la década de los 2000. Los elegidos fueron Bloober Team, estudio polaco que ha tenido una evolución bastante agresiva con los años y una recepción crítica de sus proyectos un tanto tornadiza.
Vereda de altos y bajos
Los inicios del equipo se remontan a la elaboración de juegos principiantes dirigidos a plataformas portátiles, alguno de ellos con enfoque didáctico; después probaron géneros desde los puzzles, la estrategia y la acción. No fue hasta 2016 que llamaron la atención del mundo con su título Layers of Fear, videojuego de terror psicológico en primera persona con gran ambientación, que a la larga, como muchos otros, es una inspiración clara del efímero pero brillante Silent Hills P.T, dirigido por Hideo Kojima. Layers of Fear fue un éxito y posicionó a Bloober en lo más alto de la industria indie.
La desarrolladora continuó en buena forma con la salida de Observer, un tratamiento similar a su anterior título pero ambientado en un oscuro mundo ciberpunk. Los problemas empezaron cuando dos años después encadenaron dos tropiezos; uno de ellos fue la secuela de Layers of Fears y el otro una adaptación en videojuego de The Blair Witch Project. Ambos fueron machacados tanto por prensa como por público.
A pesar de la bajada de calidad, Bloober siguió creciendo como estudio, y en poco tiempo se puso en manos del desarrollo de su nuevo proyecto, The Medium, un juego de terror psicológico una vez más, pero con la particularidad de que la dinámica de jugabilidad estaba basada en la resolución de puzzles en un entorno roto por dos realidades, aspecto que influía en el jugador, ya que gran parte de la aventura está construida por medio de la pantalla dividida, manteniendo en todo momento la fluidez de una experiencia en primera persona.
The Medium no fue un desastre, pero sufrió de una recepción mixta y polémica, en parte por su tenso desarrollo en medio del inminente anuncio de la nueva generación de consolas, Xbox Series y PS5.
Presión en forma de calamidad

Esta agitada trayectoria alarmó a los fans de Silent Hill que no tardaron en cuestionar esta decisión por parte de Konami. No obstante, ya no había vuelta atrás, el proyecto ya estaba más que avanzado.
El equipo polaco entendió la responsabilidad de aceptar un proyecto de este tipo. Era una labor enorme e incluso suicida, pero se armaron de confianza para tomarlo sin ningún temor. Los primeros meses tras el anuncio fueron duros. La imagen pública que tenían los dejaba en una posición muy débil. El primer vistazo había causado sensaciones algo mezcladas, pero no eran del todo negativas. Muchos jugadores se expresaban esperanzados de que el acercamiento de Bloober Team estaba siendo el correcto.
La cosa empezó a descarrilarse un poco cuando, a principios de 2024, Konami estrenó un segundo tráiler, que no mostraba las características generales del videojuego ni profundizaba en los detalles narrativos, sino que lanzó al público un metraje centrado en el combate, uno de los aspectos más débiles del juego original y que, a impresiones de este segundo trailer, este tampoco iba a ser el fuerte para su remake.
Las malas decisiones de exposición por parte de Konami jugaron directamente en contra de Bloober Team. Una parte de la comunidad explotó tras lo revelado y la ola de odio y nerviosismo empezó a acosar la confianza de sus creadores. A partir de este momento, la tensión en los últimos meses de desarrollo no sucumbió hasta que finalmente a principios de este mes Bloober Team, sin más percances, lanzó al mercado Silent Hill 2 Remake.
El momento de la verdad

El remake de la legendaria joya de survival horror sufría de una nueva juventud; con un homenaje cuidadosamente elaborado y enriquecedor del material de raíz, Silent Hill 2 Remake ha sido catalogado de obra maestra por medios especializados, y los jugadores más fieles no podrían estar más conformes con el resultado final.
Bloober Team, sin necesidad de hacerlo, limpió un nombre que ya estaba en lo más alto para defender su talento y lugar en esta industria. Desterró la injusta camada de opiniones que optaron por sentenciar antes que juzgar y expuso el estado fatalista que abunda en ciertos sectores de la comunidad que no hacen más que dañar el sentido fundamental de disfrutar de los videojuegos.