Análisis de Pacific Drive, una conducción no tan pacífica como promete… y eso nos gusta

Un coche curiosamente ligado a nuestra persona, un largo camino que recorrer, incalculables peligros y un destino claro pero incierto. Esta es la idea que nos plantea Pacific Drive, un juego survival en primera persona que nos pone al volante de un coche muy especial. El misterio, la tensión y el lore profundo nos mantendrá pegados a nuestros asientos, desafiando a la zona y esquivando las anomalías de la mejor forma que podamos. ¿Te has puesto el cinturón? ¡Pues arrancamos!

Fecha de salida	22 de febrero de 2024
Plataformas disponibles	PC, PlayStation 5
Desarrolladora	Ironwood Studios
Distribuidora	Kepler Interactive
Plataforma analizada	PC (Steam)

Historia

Pacific Drive nos sitúa en la Zona de exclusión olímpica, un área en la que el que prometía ser un gran portento tecnológico se convirtió en una terrible catástrofe. Esto dio lugar a la denominada «inestabilidad», un peligroso fenómeno que obligó al gobierno a aislar dicha zona para que su entrada, o salida, fuese prácticamente imposible. Ahora, constituye un peligro real e impredecible, así como las anomalías que dicho fenómeno genera a lo largo y ancho de toda la zona.

Nos pondremos al volante a manos de «la conductora», quien se ha visto arrastrada al otro lado del muro, al interior de la Zona de exclusión. Vinculada en cierto modo al coche que nos acompañará durante toda la aventura, tendremos que luchar para lograr abrirnos paso entre los diversos peligros que alberga, con la ayuda de aquellos que antaño vivieron en sus propias carnes el principio del fin. Solo así podremos escapar.

Jugabilidad

Pacific Drive nos introducirá en su distópico mundo de forma gradual, con un tutorial bastante bien integrado, aunque la sensación inicial pueda no ser esa, pues inicialmente puede haber acciones a las que cueste hacerse o entender. Por otro lado, logra a la perfección transmitir esa tensión que nos dejará con los ojos en mil sitios cada vez que salgamos de incursión, y movidos por nuestro instinto de supervivencia, enseguida aprenderemos a sacarnos las castañas del fuego.

Si bien nuestro personaje puede moverse con bastante libertad por cada uno de los mapas, el grueso de la jugabilidad se centra en la conducción de nuestro coche, pudiendo disfrutar de un manejo del mismo que nos ha resultado bastante suave y fluido. Además, tratándose en cierto modo de un simulador, hemos visto muy adecuado el manejo interno del vehículo, teniendo que encender las luces, activar los limpiaparabrisas o tirar del freno de mano de forma —valga la redundancia— manual.

El quid —KITT— de la cuestión en Pacific Drive

El juego está planteado de la siguiente forma: en el taller (nuestra base, para que nos entendamos) pondremos a punto nuestro coche (arreglando, mejorando o cambiando sus piezas; equipándolo y demás), luego trazaremos una ruta y saldremos de incursión (se nos transportará a la zona al salir de los límites de nuestra base) y allí recolectaremos diversos materiales. A la vuelta al garaje, podremos mejorar tanto nuestro taller como nuestro coche, además de otras bonificaciones. Y así, repetiremos la misma ecuación una y otra vez para avanzar en la aventura.

Cada una de las zonas constituirán un pequeño mapa limitado, en el que nuestro principal objetivo (obviando las misiones principales que nos harán avanzar en la historia) será conseguir material. Es por ello, y por su sistema de incursión y vuelta a la base, que goza de unos tintes roguelite que le sientan francamente bien, en conjunto con los géneros survival y simulator, que son los dos grandes pilares del título en cuanto a jugabilidad.

Reciclaje, farmeo y construcción

En Pacific Drive, nuestro avance dependerá del material que consigamos durante nuestros viajes. Será en su mayor parte lo que nos permita realizar las mejoras, tanto en nuestra base o taller como en nuestro coche. Para conseguirlo, tendremos que farmearlo de distintas formas, desde el clásico looteo de cajas, taquillas y otros contenedores, hasta el reciclaje de piezas de coches abandonados (o nuestras que ya no utilicemos), dispositivos y aparatos eléctricos que encontremos en las distintas ubicaciones. Para esto último, haremos uso principalmente de la chatarrera, una especie de sierra que nos permitirá obtener material de las piezas que ya no valen nada.

¿Y qué hacemos con todo este material? Pues, obviamente, ¡craftear! Podremos hacernos nuestras propias piezas de coche, herramientas y demás enseres que nos ayuden a progresar. Las recetas se irán desbloqueando mediante mediante la mesa de mejoras, un monitor que nos ofrecerá upgradear diversas utilidades.

¡Mejorando con energía!

Pero eso no es todo, ya que también nos tendremos que esforzar farmeando energía de distintos tipos con la que poder desbloquear nuevas mejoras. Con dicha energía, pondremos en marcha la mesa de mejoras, y más pronto que tarde desarrollaremos una obsesión por volver de cada incursión con el contador hasta arriba de energía para seguir poniendo a punto nuestra base y, sobre todo, nuestro vehículo.

Lo que más nos ha gustado en este aspecto, ha sido la gran cantidad y variedad de modificaciones que el juego nos ofrece. Y, de la mano de esto último, cabe destacar que, según las condiciones meteorológicas de la zona a la que vayamos, deberemos modificar el coche con otras piezas si queremos asegurarnos de volver sanos y salvos. Por ejemplo, en una zona con mucha radiación, las piezas forradas de plomo serán grandes aliadas.

El planificador de rutas, el GPS «de bolsillo» y otras formas de perderse entre anomalías

En nuestra base, contaremos con el planificador de rutas, un mapa en la pared que nos mostrará las diferentes zonas disponibles según las vayamos desbloqueando. A la derecha, una pantalla nos mostrará diferentes datos, como las condiciones (¡adversas cuanto menos!), la energía que contiene, las anomalías detectadas o los diferentes tipos de loot que podríamos encontrar. También podremos comprobar dicha información desde el menú.

Apartado técnico

En cuanto al apartado técnico, el juego cuenta con un buen rendimiento, salvo en contadas situaciones, en las que hemos sufrido alguna que otra caída importante de FPS (afortunadamente, no es algo que ocurra a menudo). Por otro lado, hay algunas líneas de texto sin traducir, como descripciones de algunos objetos o alguna que otra entrada del diario. La interfaz puede hacerse un poco complicada al principio, pero es bastante completa y con el tiempo es algo que incluso podríamos agradecer, dándole un toque diferenciador.

Pacific Drive, en su conjunto, consigue una inmersión total, dada por muchos factores diferentes. Entre ellos, el sonido y la imagen, además de detalles cuidados y a veces casi imperceptibles. La forma en la que las ramas se rompen por el paso de nuestro coche, las tormentas huracanadas, que hacen que nuestro vehículo se tambalee e incluso ceda y se deslice, las luces que parpadean cuando cae un rayo… Por otro lado y para buscar la puntillita (sin tener la necesidad de hacerlo realmente), es cierto que el viento no nos afecta al movernos a pie (algo que choca, ya que es capaz de mover un coche que pesa mucho más) y los sonidos a veces no son tan diferentes si estamos dentro o fuera del vehículo.

Apartado gráfico y artístico

Tanto este como el apartado que sigue son probablemente los puntos clave para lograr la inmersión que Pacific Drive consigue de forma tan óptima. Desde el punto de vista en primera persona hasta los diseños inquietantes de ciertos escenarios o elementos, el título nos mantiene en una tensión moderada, pero constante. Y es que no solo son los peligros in-game son los que nos hacen encogernos en el asiento, sino que la atmósfera tiene también un papel primordial en este equilibrio, y ahí es donde nos atrapa.

En términos más generales, estamos ante un estilo visual que oscila entre el realismo y lo cartoon. Predominan los colores poco saturados que rozan lo pastel y tiene entornos muy bien construidos. En definitiva, se trata de un juego que se ve realmente bonito, y cuyos bosques y carreteras querrás recorrer una y otra vez (algo que no te ocurrirá con otros entornos más hostiles, pero eso dejaremos que lo descubras por ti mismo).

Apartado sonoro

Y llegamos al segundo apartado en pos de la inmersión: el sonido. En primer lugar, contamos con unos efectos realistas que harán que nos sintamos realmente al volante en todo momento. El sonido de las ramitas, de la lluvia, de los rayos y de los distintos mecanismos del coche, entre otros, harán nuestra experiencia mucho más disfrutable. También contribuyen enormemente a la sensación de suspense, creando en ocasiones atmósferas tétricas y escalofriantes que nos pondrán los pelos de punta.

En cuanto a las voces, Pacific Drive cuenta con un doblaje —únicamente en inglés— de alto nivel. Este dota a los distintos personajes, que nos acompañarán durante la aventura mediante llamadas y mensajes de voz, de mucha más carisma y personalidad.

Dentro del coche, tendremos una radio con varias emisoras a elegir. Si os gusta llevarla encendida, debéis saber que el juego cuenta con una opción pensada para los creadores de contenido. El modo stream seguro omitirá toda pista que contenga copyright.

Conclusión

Pacific Drive es un juego que nos ha sorprendido muy gratamente. Su manejo fluido al conducir, el diseño de su universo y los elementos que lo hacen tan especial, sus muchas opciones y su narrativa llamativa hacen de este un título rompedor y muy merecedor de sumarse a nuestras bibliotecas. Aunque al principio sus mecánicas e incluso el lore puedan abrumar un poco, enseguida sentirás la necesidad de seguir progresando para disfrutar de todo lo que ofrece. Para amantes del género survival, de la conducción y del misterio, Pacific Drive es un juego que no os podéis perder.

Lo mejor

• La originalidad de su propuesta, que combina simulación con supervivencia, entre otros subgéneros
• Una jugabilidad diferenciadora, satisfactoria y que engancha
• Su narrativa bien elaborada y un lore profundo que te deja con ganas de continuar

Lo peor

• Las ubicaciones y la mecánica de reciclaje se vuelven a veces un poco repetitivas
• La interfaz y el juego en general a veces resultan poco claros e intuitivos
• Algunos errores técnicos y de rendimiento puntuales, al menos en su versión de PC

Nuestra valoración

Este análisis ha sido posible gracias a una clave cedida por Cosmocover en representación de Kepler Interactive.

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