Análisis

DOOM: The Dark Ages, la precuela que no esperabas

Lo que parecía imposible ha ocurrido: id Software se ha atrevido a llevar la brutalidad de DOOM a una ambientación medieval/futurista. Armadura, escudo, demonios y un lore más denso de lo que podrías imaginar se fusionan en una entrega que no se anda con rodeos. Pero no te dejes engañar por las apariencias. DOOM: The Dark Ages no es un experimento excéntrico ni un spin-off improvisado: es la precuela oficial del reinicio que comenzó en 2016. Y, para sorpresa de muchos, podría ser la entrega más ambiciosa de esta nueva trilogía.

En este análisis sin spoilers, te contamos por qué esta locura con espadas, escudos y dragones no solo funciona… sino que también redefine lo que esperábamos de la saga.

Fecha de salida: 13 de mayo (Edición Premium) | 15 de mayo (Edición Estándar)
Desarrolladora:
id Software
Distribuidora:
Bethesda Softworks
Plataformas disponibles:
PC, PlayStation 5, Xbox Series X|S
Textos: Español
Voces: Español
Plataforma analizada:
Xbox Series X|S

Historia: El slayer tiene pasado

Si hablamos de narrativa, DOOM: The Dark Ages probablemente se lleve el primer puesto en toda la saga. Sí, incluso por encima de DOOM Eternal y 2016. Esta precuela no solo amplía el trasfondo del Slayer, sino que lo hace con una puesta en escena cinematográfica y una carga narrativa inesperadamente seria, casi épico-mitológica, que sorprende desde el primer minuto.

El juego explora jerarquías celestiales, conspiraciones demoníacas y traiciones al más puro estilo apocalíptico. Y, aunque el tono es grandilocuente, nunca pierde su identidad. La narrativa no interrumpe el frenetismo: lo acompaña. ¿Sutileza? Cero. ¿Exageración? Toda. ¿Funciona? Absolutamente.

Jugabilidad: Combate con escudo y gloria

DOOM: The Dark Ages mantiene la fórmula de frenesí y precisión, pero con nuevos ingredientes que alteran el sabor sin arruinar la receta. El gran protagonista aquí es el escudo. No es un simple accesorio defensivo: es el núcleo del gameplay. Puedes bloquear, hacer parry, embestir, lanzarlo como un proyectil… y todo eso se vuelve parte esencial del ritmo de combate. Aunque se ha eliminado el dash, la movilidad sigue siendo clave. La acción es ligeramente más pesada que en Eternal, pero igual de intensa. Tendrás que alternar entre armas, golpes físicos y maniobras defensivas en cuestión de segundos.

El cuerpo a cuerpo ahora permite combos de tres golpes, con recompensas según el arma usada. Las ejecuciones son más breves y fluidas, priorizando el ritmo sobre el espectáculo. Y el arsenal… una auténtica maravilla. Regresan clásicos como la escopeta, y se suman nuevas bellezas como la trituradora de cráneos, ideal para limpiar hordas en segundos.

Explorar para evolucionar

No, DOOM: The Dark Ages no es un mundo abierto. Pero eso no significa que no haya exploración. De hecho, es uno de sus pilares más fuertes. Cada fase está diseñada con una escala sorprendente: algunas lineales, otras abiertas e interconectadas. Los secretos clásicos están de vuelta, pero ahora también hay materiales de mejora como rubíes, gemas y oro.

Usaremos el escudo para resolver puzles, romper estatuas, o activar interruptores ocultos. Y, si eres completista, no te preocupes: el juego avisa antes de abandonar zonas importantes y el mapa revela elementos cercanos para que no te dejes nada por el camino.

Gracias al monolito de mejora, podrás desbloquear potenciadores para armas, combos cuerpo a cuerpo y habilidades del escudo, incluyendo unas runas especiales que vale la pena descubrir por uno mismo. Explorar no solo alarga el juego: lo enriquece.

Es tu misión

Eso sí, seamos claros: la estructura de misiones puede resultar algo repetitiva. Vas a pasar mucho tiempo haciendo lo de siempre —ir a punto A, eliminar oleadas, ir a punto B, romper torretas o sellos, y repetir.

Pero lo que salva esto —y lo eleva— es que el juego sabe cuándo sacudirte la cabeza. Justo cuando sientes que todo se vuelve mecánico… BOOM: te suben a un mecha. Y no hablamos de un paseíto con fuegos artificiales. El mecha es una auténtica locura: fácil de controlar, pero increíblemente poderoso. Te sientes como un titán que aplasta demonios gigantes, sin perder el ritmo ni la brutalidad que define al juego.

¿Querías más? Bueno, también vas a montar un dragón. Y no como escena de transición: vas a volar, atacar, moverte entre zonas marcadas en el mapa y hasta bajarte para limpiar objetivos a pie.

Son momentos que cambian completamente el ritmo del nivel, sin romper la coherencia del diseño ni sentirse metidos con calzador.

Son estas cosas —estas sorpresas— las que mantienen al juego fresco, vibrante y adictivo, incluso cuando el esqueleto continúa siendo más clásico de lo que parece a simple vista.

Enemigos, jefazos y dificultad

El infierno (y algo más) regresa con caras conocidas… y muchas nuevas. La variedad de enemigos es mayor que nunca. Vuelven clásicos como el Caballero Infernal, pero también hay sub-jefes con mecánicas originales (uno cura aliados, otro depende de cuántos esbirros elimines) y jefes principales que rozan lo épico.

El sistema de vidas extra regresa, y créenos: lo vas a agradecer. En Normal, el juego ofrece un desafío justo. En Muy Difícil, es una prueba de reflejos, estrategia y paciencia digna de titanes. ¿Quieres que te exprima? Solo tienes que subir la dificultad.

Apartado técnico

En Series X, The Dark Ages corre como la seda: 60 FPS constantes en 4K escalado. No notamos tirones ni caídas de rendimiento. Solo pequeños detalles como respawns raros al caer del escenario o la falta de opciones gráficas configurables, que podrían pulirse antes del lanzamiento. Pero en conjunto, el apartado técnico es sobresaliente. No hay nada que entorpezca la experiencia.

Apartado gráfico y artístico

El estilo visual es brutal: texturas detalladas, armaduras imponentes, iluminación impecable… La estética medieval/futurista le da un giro refrescante al clásico diseño DOOM sin perder su esencia. Los escenarios, como es habitual en la saga, te sumergen de lleno en su universo caótico, cañero y visceral. Los personajes y enemigos, por otro lado, destacan por su diseño. Si bien no reinventan la rueda, tienen personalidad y carisma, siempre con el sello de la saga.

Apartado sonoro

Si algo hace bien DOOM, es el sonido. Y esta entrega no es la excepción. Cada disparo, golpe, explosión o rugido demoníaco suena con una potencia arrolladora. El diseño de audio es una clase magistral de intensidad.

La banda sonora mezcla metal industrial, electrónica agresiva y toques épico-futuristas que calzan a la perfección con la ambientación. El doblaje es de alta calidad, tanto en español de España como en español latino. Que ambas opciones estén presentes es un lujo que muchos agradecerán. En resumen: el sonido no acompaña. Domina.

Análisis en video

Conclusión

DOOM: The Dark Ages no solo cumple: eleva el listón. Introduce mecánicas nuevas, profundiza en la narrativa, cambia la ambientación… pero sigue siendo DOOM en cuerpo y alma. Violento, rápido, creativo y adictivo como pocos.

Es cierto que hay estructuras que se repiten (mata en A, rompe en B), pero la variedad de situaciones y el ritmo constante de desbloqueos impiden que se vuelva monótono. A nivel técnico y sonoro es impecable. Y a nivel jugable, una de las propuestas más valientes y completas de id Software en años. ¿Es el final de esta trilogía? ¿El comienzo de algo aún más ambicioso? No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que el Slayer sigue más vivo —y más imparable— que nunca.

Lo mejor

  • El uso del escudo como mecánica central: fresco, profundo y bien integrado
  • Combate fluido, brutal y con más opciones que nunca
  • Narrativa sorprendentemente elaborada sin romper el ritmo DOOM
  • Ambientación medieval/futurista sólida y coherente con la dirección artística
  • Apartado técnico y sonoro prácticamente impecable
  • Explorar tiene sentido y recompensa real

Lo peor

  • Algunas estructuras de misiones se sienten repetitivas en el medio del juego
  • El sistema de respawn al caer del mapa puede resultar confuso
  • Falta de opciones gráficas configurables en consola
  • El HDR puede dar problemas si no se calibra bien

Nuestra valoración de DOOM: The Dark Ages

Este análisis ha sido posible gracias a una clave cedida por Ziran.

MadRjota

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