Oppidum: Una desafiante aventura de supervivencia en una isla corrupta

Oppidum es un videojuego de supervivencia cooperativa que combina elementos de aventura, exploración y construcción, todo ello dentro de un mundo abierto de fantasía. Nos invita a colaborar con otros jugadores mientras descubrimos nuevas tierras, reunimos recursos y levantamos nuestro propio asentamiento, enfrentándonos a los desafíos y peligros que esconde su universo.

Historia: ¿Responderás a su llamada?

La historia de Oppidum nos transporta a la misteriosa isla de Insule, un lugar lleno de magia, vida y belleza, pero que ahora se ve amenazado por una extraña corrupción que avanza sin freno, devorándolo todo a su paso. Esta corrupción no solo está afectando a la naturaleza, sino también a las criaturas que habitan la isla y al propio equilibrio del mundo. En medio de este caos, nuestro personaje, un viajero anónimo que llega a la isla por motivos desconocidos, asume la misión de descubrir qué está ocurriendo y cómo devolverle la vida y la paz a este lugar que se desmorona.

Lo bonito de Oppidum es que no solo te lanza a sobrevivir por instinto, sino que te anima a reconstruir. No se trata únicamente de protegerte o reunir recursos para ti mismo, el juego te invita a ayudar a restaurar los asentamientos, conocer a los habitantes de la isla y colaborar con ellos para devolverle a Insule el esplendor que alguna vez tuvo. A medida que exploras, vas encontrando pequeñas historias, personajes con sus propias preocupaciones y fragmentos del pasado que te ayudan a entender qué llevó a la isla al borde del colapso. Cada rincón cuenta algo y poco a poco vas uniendo las piezas para comprender el verdadero alcance de la corrupción y lo que está en juego.

Jugabilidad: Una experiencia a tu medida

Antes de comenzar nuestra aventura por la isla de Insule, Oppidum nos permite configurar la experiencia que queremos vivir, adaptándola a nuestro propio ritmo y estilo de juego. Básicamente, podemos decidir hasta qué punto queremos que la partida sea desafiante. Para empezar, podemos elegir el nivel de información que queremos que se muestre en nuestra brújula y en el mapa. Hay varias opciones: podemos optar por la opción completa, que nos muestra toda la información disponible, o reducirla solo a las misiones principales y secundarias. También podemos limitarnos únicamente a las misiones principales, o, si preferimos una experiencia más libre, podemos desactivar toda la información y explorar por nuestra cuenta sin ninguna guía.

Además de esto, el juego ofrece otras configuraciones importantes. Podemos decidir si queremos jugar en una partida privada o compartida con otros jugadores, y también está la opción de crear una partida completamente personalizada. En esta última, podemos ajustar parámetros como la cantidad de recursos disponibles, el daño que nos hacen los enemigos, si perdemos o no los objetos al morir y muchos otros detalles que nos permiten adaptar la dificultad y las reglas a lo que más nos apetezca. Es una forma muy interesante de hacer que cada partida se sienta única y más cercana a lo que buscamos en la experiencia de juego.

Creación de personaje

Como es tradición en este tipo de juegos, Oppidum cuenta con un editor de personajes bastante completo que nos permite personalizar muchos aspectos de nuestro avatar. Podremos moldear y escoger entre una buena variedad de opciones, desde el rostro y el peinado hasta la complexión física y la ropa, para así crear un personaje con el que nos sintamos totalmente cómodos y que refleje nuestro propio estilo.

Una vez hayamos terminado de dar forma a nuestro personaje, comenzará nuestra aventura por la isla de Insule, listos para explorar, enfrentarnos a los peligros que nos esperan y descubrir todos los secretos que este misterioso lugar tiene guardados.

Los inicios siempre son difíciles

El juego sigue una trama, pero eso no significa que estemos atados a un camino lineal. Después de los primeros pasos, donde nos enseñan lo básico sobre cómo funciona el mundo, nos soltarán de la mano para que exploremos y avancemos por nuestra cuenta. Al principio contaremos con un pequeño campamento que incluye una hoguera, una tienda de campaña donde podremos dormir y esterillas para invitar hasta tres jugadores más a nuestra partida.

En la hoguera podremos elegir las estructuras que queremos construir. Estas se desbloquean mediante planos que iremos consiguiendo al interactuar con personajes o como recompensa por completar tareas. Una vez elegido el plano, solo tendremos que seleccionar dónde queremos colocarlo y después buscar y reunir los materiales necesarios para levantarlo.

Los materiales que recolectamos no aparecen de inmediato, sino que tardan un poco en volver a estar disponibles. Por eso es importante recordar bien en qué zona los encontramos por primera vez, ya que algunos serán fundamentales para construir otras estructuras más avanzadas. Además, en muchos casos no solo bastará con recoger los materiales tal cual, sino que también necesitaremos procesarlos o combinarlos para crear otros nuevos.

Para recolectar utilizamos distintas herramientas que pueden estar hechas de materiales más básicos, como piedra o madera, o de materiales más resistentes, como el hierro. Lo bueno es que una vez tengamos la herramienta necesaria, no hace falta cambiarla manualmente. Por ejemplo, si tenemos un pico y un hacha en el inventario, el personaje las usará automáticamente al acercarnos al recurso correspondiente. Eso sí, algunos materiales más duros necesitarán una herramienta más fuerte para poder extraerlos. Por ejemplo, las rocas más sencillas podremos picarlas con un pico de piedra, pero para otras más resistentes necesitaremos uno hecho de un material superior.

Almacenamiento y supervivencia

Por si fuera poco, al principio contaremos con una capacidad limitada para recolectar materiales, ya que nuestra mochila inicial no es muy grande. Sin embargo, a medida que avancemos podremos mejorarla para aumentar su capacidad y así llevar más objetos con nosotros. Por suerte, también tendremos la posibilidad de construir almacenes en nuestra base, que nos servirán para guardar todos aquellos materiales que no necesitemos en ese momento. Esto es especialmente importante, porque si dejamos materiales sueltos en el suelo, al cabo de un tiempo acabarán desapareciendo y los perderemos. Por eso, lo más recomendable es vaciar la mochila y guardar todo en el almacén antes de salir a explorar, sobre todo si sabemos que vamos a necesitar recolectar recursos concretos.

Además de gestionar los materiales, también tendremos que estar pendientes de nuestra hambre. Poco a poco nuestra barra de hambre irá disminuyendo y necesitaremos comer para mantenernos con energía. Afortunadamente, en la isla encontraremos árboles frutales y arbustos de los que podremos recolectar alimentos de forma sencilla. Estos alimentos no solo sirven para saciar el hambre, sino que también nos ayudarán a recuperar corazones de vida si hemos resultado heridos durante alguna batalla. Tener provisiones a mano será clave tanto para sobrevivir como para afrontar los desafíos del mundo de Oppidum.

Desplazamiento y viaje rápido

En Oppidum, contaremos con un número limitado de pergaminos que nos permiten regresar a nuestra base. Estos pergaminos no son fáciles de conseguir, por lo que generalmente los usaremos por necesidad más que por comodidad. Sin embargo, dependiendo de la configuración de la partida, puedes elegir la opción de que los pergaminos no se consuman, lo que te permitirá viajar a tu base tantas veces como desees. Aun así, cuando se trata de desplazarse a otro emplazamiento, no tendremos esa opción: deberemos recorrer el mapa a pie hasta llegar a la ubicación que queramos.

Además, es importante tener en cuenta que si morimos lejos de nuestra base, perderemos los objetos que llevemos en el inventario. Si queremos recuperarlos, tendremos que regresar al lugar donde caímos. Afortunadamente, esta mecánica también se puede desactivar desde las configuraciones de la partida, por lo que tú decides el tipo de experiencia que deseas tener.

Sistema de combate

Por desgracia, desde el “Incidente” que tuvo lugar en la isla de Insule, los animales se han vuelto extremadamente agresivos, y junto a otras criaturas más extrañas han convertido el hábitat en un entorno realmente hostil. En esta situación no nos queda más remedio que armarnos y defendernos, y es que en Oppidum también podremos fabricar nuestras propias armas y equipamiento defensivo para hacer frente a estas amenazas. Al igual que con las demás estructuras, necesitaremos reunir los materiales necesarios para crear nuestras armaduras y armas, y la calidad de los materiales que usemos influirá directamente en su resistencia y efectividad. Cuanto mejores sean los materiales, mayor será nuestra defensa y capacidad de combate.

Además, tanto las armas como los escudos tienen una durabilidad que irá disminuyendo con el uso. A medida que las utilicemos, se irán desgastando hasta quedar inservibles, lo que nos obligará a repararlas o fabricar otras nuevas si queremos seguir bien preparados para los combates.

Según cómo configuremos la partida, podremos decidir si queremos fijar a los enemigos durante las peleas o si preferimos enfrentarnos de forma más libre, atacando sin apuntado automático. No contamos con una barra de estamina, por lo que no tendremos limitaciones de movimiento ni restricciones al esquivar o atacar. Podremos rodar para esquivar los golpes enemigos, bloquear con el escudo mientras nos acercamos y asestar ataques con nuestra arma principal, ya sea una espada, un hacha u otro tipo de arma.

Al derrotar enemigos también conseguiremos botines únicos que solo se obtienen de esta manera, ya que son propios de cada tipo de criatura. Por eso siempre es útil enfrentarse a ciertos enemigos específicos si queremos hacernos con materiales concretos que necesitaremos más adelante para fabricar o mejorar nuestro equipo.

Multijugador

El juego ofrece una opción cooperativa para hasta 4 personas en el mismo mundo. Si tenemos la partida configurada como compartida, podremos invitar a nuestros amigos simplemente compartiendo el código de invitación. Gracias a esta opción, la experiencia se vuelve mucho más divertida y desafiante, ya que todo es más ameno cuando colaboras con otros. En nuestra partida hemos probado esta modalidad y la verdad es que la supervivencia se siente mucho más entretenida: compartir momentos, repartir tareas y enfrentarse juntos a los retos hace que todo sea más llevadero y, sobre todo, más divertido.

Apartado técnico

Se nota el cariño y la dedicación que le han puesto a Oppidum, ya que, durante nuestra experiencia, no hemos encontrado ningún problema importante. Los controles responden bien, no hemos sufrido bajones de fps ni hemos encontrado bugs que hayan afectado negativamente a la partida. Todo funciona con fluidez, lo que hace que jugar sea una experiencia agradable y sin sobresaltos.

Apartado gráfico y artístico

Oppidum apuesta por un estilo artístico cartoonish muy adorable y acogedor, lleno de color y con un aire armonioso que hace que explorar su mundo sea una experiencia agradable. Su estética recuerda a juegos como The Legend of Zelda: Breath of the Wild, con escenarios variados y personajes que desprenden mucho encanto. Aunque quizá no destaca por tener una personalidad visual única o rompedoramente original, su estilo es muy atractivo y transmite buenas sensaciones, siendo accesible y amigable para todo tipo de jugadores.

Los personajes de Oppidum están diseñados con un enfoque simpático, con formas suaves y expresiones amables que ayudan a conectar fácilmente con ellos. Además, el juego nos permite crear a nuestro propio personaje gracias a un editor bastante completo, con muchas opciones de personalización para que podamos hacerlo a nuestro gusto. Las animaciones, aunque sencillas, cumplen bien su función y acompañan de forma fluida la experiencia de juego, manteniendo siempre ese tono desenfadado y ligero.

Aunque no destacan efectos de partículas demasiado elaborados, Oppidum utiliza pequeños efectos visuales que encajan muy bien con su estética general. Estos detalles, junto a la iluminación y los colores vibrantes que llenan cada escenario, ayudan a crear una atmósfera muy envolvente, que hace que explorar su mundo se sienta cálido, bonito y especial.

Apartado sonoro

La música de Oppidum, compuesta por Juan Hust, destaca por su calidad y su capacidad para ambientar el juego de manera efectiva. Los sonidos ambientales también son excelentes, adaptándose a la hora del día. Por la mañana, podemos escuchar el canto de los pájaros, mientras que por la noche la música se vuelve más tensa y los efectos de sonido cambian, creando una atmósfera más misteriosa y un toque algo tétrico.

Además, los sonidos asociados a las acciones que realizamos, como al minar, recolectar, construir o atacar, así como el simple hecho de caminar por la hierba, están perfectamente elegidos y suenan coherentes con el mundo en el que nos encontramos.

En cuanto al doblaje, aunque no hay voces completas, los sonidos que emplean son divertidos y agradables al oído, sin volverse repetitivos o molestos. Mantienen un tono simpático, que encaja bien con la atmósfera del juego.

Conclusión

Oppidum es una opción muy recomendable para quienes buscan iniciarse en el género de supervivencia sin renunciar a la diversión y al encanto visual. Su estilo accesible, las mecánicas simplificadas y la posibilidad de jugar en cooperativo lo convierten en una experiencia ideal para disfrutar solo o en compañía, especialmente si no eres un jugador habitual de este tipo de juegos.

Lo mejor

• Simplifica mecánicas como la recolección, el crafteo y la construcción, haciéndolas rápidas e intuitivas
• Visualmente es realmente agradable, con escenarios coloridos y personajes adorables
• Permite jugar en compañía, lo que enriquece la experiencia de supervivencia
• Ofrece una historia agradable acompañada de una destacada música compuesta por Juan Hust

Lo peor

• En las primeras horas, el espacio reducido obliga a frecuentes regresos al campamento para almacenar materiales
• La ausencia de monturas y la limitación del viaje rápido mediante pergaminos pueden hacer tedioso el desplazamiento tras cada muerte

Nuestra valoración de Oppidum