Análisis

Kimetsu no Yaiba: Las Crónicas de Hinokami 2, emoción y acción en estado puro

Kimetsu no Yaiba: Las Crónicas de Hinokami 2 llega con la presión de continuar una de las licencias más populares del anime moderno. Con una primera entrega sólida, aunque no redonda, esta secuela tiene una misión clara: pulir la fórmula, ampliar contenido y seguir acercando la intensidad emocional de Demon Slayer al terreno interactivo. Y aunque no alcanza la excelencia jugable de los grandes del género, hay algo que nadie puede negar: sabe cómo emocionar.

Fecha de salida: 5 de agosto de 2025
Desarrolladora:
CyberConnect2
Distribuidora:
SEGA
Plataformas disponibles:
PC, Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S
Textos: Español
Voces: Inglés
Plataforma analizada:
PlayStation 5

Historia: Los pilares de la tierra

Si la primera entrega de Las Crónicas de Hinokami se sentía como una puerta de entrada al universo de Kimetsu no Yaiba, esta secuela es su consolidación como relato jugable. CyberConnect2 ya demostró en títulos como Naruto Ultimate Ninja Storm su habilidad para llevar una historia animada a lo interactivo, pero con Hinokami 2 han subido el listón: no solo cuentan lo que ya conocemos, sino que lo envuelven en emoción, respeto por el material original y, sobre todo, ritmo.

La historia nos coloca justo después del clímax del primer juego y abarca tres de los arcos más impactantes del anime:

  • El Distrito de Entretenimiento
  • La Aldea de los Herreros
  • El Entrenamiento de los Pilares (Hashira)

Calidad Ufotable

Cada arco ha sido cuidadosamente reimaginado con secuencias jugables intercaladas entre cinemáticas que rozan la calidad del anime producido por Ufotable. Lo que en otros títulos podría ser un simple vídeo aquí se convierte en una escena coreografiada que fluye con el ritmo de la acción, haciendo que cada combate, cada corte, cada lágrima y cada rugido demoníaco se sientan como algo más que una transición entre fases. No estás viendo a Tanjiro luchar. Estás luchando con Tanjiro. Estás en el mismo fuego, en la misma niebla, bajo la misma luna ensangrentada.

Las secuencias más potentes del arco del Distrito de Entretenimiento, como el duelo final contra Daki y Gyutaro, están tratadas con una épica cuidadosamente medida. No es solo una pelea: es un clímax emocional que el juego te entrega con pulso firme, cámara inteligente y un montaje que sabe cuándo dejarte jugar y cuándo hacerte sentir. Y cuando llegas al enfrentamiento con Hantengu en la Aldea de los Herreros, el juego te exige implicarte, no solo como jugador, sino como testigo de la resistencia y dolor de personajes como Genya, Nezuko o Muichiro.

Además, se han incluido escenas desbloqueables en forma de «Recuerdos» o «Fragmentos de memoria», que amplían detalles de personajes secundarios y momentos entre capítulos. Aunque estas escenas son opcionales, añaden capas emocionales y contexto que enriquecen la experiencia narrativa. Lo que era una historia conocida para los fans del anime, aquí se convierte en un relato vivo, jugable y profundamente sentido.

Jugabilidad: Anime jugable

Kimetsu no Yaiba: Las Crónicas de Hinokami 2 parte de una base jugable heredada de su antecesor, pero lejos de repetirse, la expande en direcciones más ambiciosas, equilibrando lo accesible con lo emocional. Es un sistema de combate que no busca complejidad técnica a lo Guilty Gear, pero sí aspira a la espectacularidad inmediata, la expresividad visual y la emoción compartida entre jugador y personaje. Y, sorprendentemente, muchas veces lo consigue.

Combate: la belleza de lo simple

El núcleo sigue siendo un sistema de lucha en 3D, con desplazamiento libre, esquivas, bloqueos y combinaciones básicas entre ataques normales y técnicas especiales. Cada personaje tiene su set único, aunque algunos comparten animaciones o esencias por estilo de respiración, y se han ajustado tiempos, efectos de impacto y recuperación con respecto al primer juego, haciendo que el “feel” general del combate sea más firme y táctil.

Pero lo que realmente marca la diferencia en esta secuela es cómo se ha reconfigurado el ritmo de los enfrentamientos. Ahora hay más peso en la lectura de movimientos rivales, el sistema de combo breaker (que limita abusos y premia la creatividad), y se ha ampliado la expresividad de los Ultimate Arts: ataques definitivos coreografiados con un nivel de dirección artística que roza lo cinematográfico. Tanjiro, Zenitsu, Tengen… cada uno de ellos luce como si estuvieras viendo una escena inédita del anime, pero que has desatado tú, con tu propio dominio del ritmo y del espacio.

La incorporación de ataques definitivos dobles en el modo versus y en parte de la campaña aporta una nueva capa táctica: ya no solo eliges a tu acompañante por compatibilidad estética, sino por sinergia jugable. Algunas combinaciones permiten abrir el combate de forma más agresiva; otras, cerrar un asalto con movimientos finales espectaculares.

Y sí, sigue siendo un sistema simple. No hay barra de cancelación, ni parries técnicos, ni complejidad profunda. Pero es que este juego no quiere ser un Tekken.

Exploración: el lastre de lo innecesario

Si el combate es el corazón del juego, la exploración es su piedra en el zapato. Aunque los escenarios han ganado algo en ambientación, siguen siendo lineales, funcionales y, en ocasiones, artificiales. Paseamos por calles vacías, montañas demasiado limpias o aldeas que parecen fondos de cartón piedra, con la única motivación de recolectar fragmentos, hablar con NPCs genéricos o desbloquear recuerdos.

En teoría, todo esto está diseñado para ofrecer contexto narrativo adicional. En la práctica, interrumpe el ritmo de una historia que ya conoces y diluye la intensidad emocional con tareas que ni desafían ni recompensan. Hay intentos por justificar esta estructura, como los desafíos de exploración o los coleccionables visuales, pero no alcanzan a sostener lo que se siente como relleno mecánico.

Modo Versus y multijugador: más allá del espectáculo

La plantilla inicial supera los 40 personajes jugables, una cifra considerable que incluye demonios, Pilares, versiones alternativas y combinaciones inéditas. El modo versus, tanto local como online, funciona como desahogo competitivo donde el combate brilla con luz propia, especialmente cuando se dominan las propiedades individuales de cada luchador.

El modo online requiere PS Plus y, aunque en la versión previa del primer juego se reportaban errores de conexión y sincronía, esta entrega promete estabilidad mejorada. No se trata de un fighting game para torneos, pero sí de un espacio donde el espectáculo y la accesibilidad se encuentran con equilibrio.

Se agradece también la inclusión de elementos de personalización: se pueden desbloquear tarjetas de jugador, frases, adhesivos, y equipar hasta tres objetos con efectos pasivos que modifican ciertas condiciones del combate. No cambian radicalmente la jugabilidad, pero aportan una capa de progresión y expresión estética que engancha.

Modos adicionales: contenido con intención

Más allá de la campaña principal, el juego presenta dos modos especialmente interesantes:

  • Camino del entrenamiento: un torneo de retos progresivos con condiciones cambiantes que recuerdan a los modos supervivencia de los beat’em up. Aquí se valora la adaptabilidad, y cada victoria deja una recompensa estética o funcional. Es exigente, y en muchas ocasiones más divertido que el propio modo historia.
  • Camino del demonio: esta especie de “resumen jugable” de la primera entrega permite a nuevos jugadores vivir las batallas clave del original sin necesidad de jugar al juego completo. Una decisión que se agradece, aunque el formato comprimido pierde impacto narrativo. Aun así, como puerta de entrada a la saga, cumple.

Apartado técnico

En PS5, Las Crónicas de Hinokami 2 se comporta con la solidez que se espera de una producción de este calibre. El juego corre a 60 fps estables en todo momento, incluso durante los combates más caóticos o en escenas repletas de efectos especiales. El modo rendimiento es el ideal para una experiencia fluida, aunque también incluye un modo fidelidad con resolución 4K.

Los tiempos de carga son mínimos gracias al SSD, haciendo que el paso entre escenas, menús y combates sea casi instantáneo. Todo está optimizado para que nada rompa el ritmo. El uso del DualSense es discreto pero efectivo: vibración háptica para ataques y movimientos especiales, y una leve resistencia en los gatillos durante las técnicas definitivas. Sin alardes, pero con intención.

No se han detectado errores graves ni bugs notables. La navegación por los menús es clara, ágil y coherente con el estilo visual del juego. En definitiva, un apartado técnico robusto, silencioso y elegante, que no intenta impresionar con números, sino con consistencia.

Apartado gráfico y artístico

Lo más sobresaliente de Las Crónicas de Hinokami 2 no es su músculo gráfico, sino cómo traduce el alma del anime al lenguaje del videojuego. CyberConnect2 vuelve a apostar por un cel-shading de altísima calidad, con modelados que capturan a la perfección la expresividad y el trazo original de Kimetsu no Yaiba. Cada personaje es reconocible, vivo, emocionalmente coherente con su versión animada.

Las técnicas especiales son puro espectáculo: ataques definitivos que no solo deslumbran por su iluminación, partículas y efectos de viento o fuego, sino por su dirección de cámara. Es cine dentro del combate. Cada ejecución se convierte en una escena que podrías pausar y enmarcar.

Sin embargo, no todo brilla con la misma intensidad. Los escenarios, especialmente en las secciones de exploración, siguen siendo simples, casi decorativos. A veces funcionan como soporte narrativo, otras veces solo como pasillos sin alma. Es un contraste evidente frente al cuidado con el que están tratados los personajes.

Aun así, el conjunto tiene intención, coherencia visual y, sobre todo, identidad. Y eso es más difícil de conseguir que una alta resolución.

Apartado sonoro

Si hay algo que Kimetsu no Yaiba ha sabido cuidar desde su nacimiento como anime es su paisaje sonoro. Y esta secuela lo respeta. La música se mueve entre la épica, lo melancólico y lo espiritual, con temas originales que se funden sin fricciones con las melodías ya reconocidas de la serie. Hay un claro intento de que cada momento, ya sea una conversación íntima o un enfrentamiento a vida o muerte, tenga su propio pulso musical.

El doblaje original japonés está presente y brilla como siempre: cada grito, cada susurro, cada rugido demoníaco está interpretado con una intensidad dramática que se siente real. Se ofrece también la opción en inglés, pero es difícil abandonar las voces que ya definen a estos personajes.

Los efectos de sonido en combate son contundentes, nítidos, y varían de forma sutil según el estilo de respiración. Un golpe de Inosuke no suena como uno de Rengoku. Y eso, aunque parezca pequeño, habla de un diseño sonoro pensado desde el respeto al material original.

Los subtítulos en español están correctamente localizados, sin errores graves ni adaptaciones forzadas. Solo se echa en falta un doblaje en nuestro idioma, aunque, quizás, no sea necesario. Porque aquí, la voz de Tanjiro en japonés ya es parte de la experiencia emocional.

Conclusión

Kimetsu no Yaiba: Las Crónicas de Hinokami 2 no reinventa su fórmula, pero sí la afina con sensibilidad y propósito. No es un juego que busque complejidad mecánica ni profundidad estratégica; es un juego que quiere emocionar, que quiere conectar, y que quiere que recuerdes por qué esta historia, la de Tanjiro, Nezuko, los Pilares y los demonios que tiemblan ante la luz, ha calado tan hondo en toda una generación.

Desde su narrativa, tratada con mimo y pulso; pasando por su combate accesible pero espectacular; hasta llegar a una dirección artística que respira anime en cada frame, la secuela de Hinokami sabe lo que quiere ofrecer: una experiencia fiel, intensa y empapada de cariño por su universo.

¿Tiene límites? Por supuesto. Su exploración sigue siendo plana, sus mecánicas no crecen en complejidad, y hay zonas que repiten vicios de la entrega anterior. Pero todo eso queda en segundo plano cuando el juego se entrega por completo a hacerte sentir parte de algo mayor. Cuando esa música suena. Cuando ejecutas un ataque final y la cámara gira. Cuando Nezuko grita y se lanza con fuego en los pies. Y tú, sin darte cuenta, estás apretando el mando como si todo dependiera de ese último combo.

Las Crónicas de Hinokami 2 no es solo un juego para fans. Es una carta de amor hecha sistema de combate. Una serie animada que puedes tocar. Un trozo del alma de Kimetsu no Yaiba que ahora puedes sostener en tus manos.

Lo mejor

  • Un sistema de combate accesible, pero espectacular
  • Fidelidad artística total al anime, tanto en gráficos como en sonido
  • Las técnicas definitivas siguen siendo un espectáculo

Lo peor

  • Exploración superficial y escenarios poco interactivos
  • Personajes “clonados” que alargan artificialmente la plantilla.
  • Falta de profundidad jugable para los más exigentes

Nuestra valoración de Kimetsu no Yaiba: Las Crónicas de Hinokami 2

Este análisis ha sido posible gracias a una clave cedida por Cosmocover en representación de SEGA.

Pedro A.

About Author

Historiador, amante del cine, de los gatos y de los murciélagos que protegen la ciudad gótica. Videojugador desde chiquitito, si quieres conquistarme, tu dame un buen personaje y una buena historia y me tendrás en la palma de tu mano.

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