Yakuza 0: Director’s Cut es la versión mejorada del aclamado Yakuza 0, un videojuego de acción, aventura que incluye mejoras gráficas, mayor estabilidad de rendimiento y contenido adicional que no estaba presente en la versión original, ofreciendo una experiencia más completa y pulida para los jugadores.

Fecha de salida: 5 de junio de 2025
Desarrolladora: Atlus
Distribuidora: Sega
Plataformas disponibles: Nintendo Switch 2
Textos: Español
Voces: Japonés
Plataforma analizada: Nintendo Switch 2
Historia: Una historia, dos caminos
La historia de Yakuza 0: Director’s Cut funciona como una precuela de toda la saga Yakuza, ambientada en el Japón de 1988, en plena burbuja económica, una época marcada por el exceso, el lujo y el auge del crimen organizado. El juego nos presenta dos tramas paralelas protagonizadas por dos figuras clave de la franquicia: Kazuma Kiryu y Goro Majima, antes de convertirse en las leyendas que ya conocemos.
Kazuma Kiryu: La joven promesa de la yakuza
Kiryu es un miembro de bajo rango del clan Dojima, parte del poderoso Clan Tojo. Al comienzo de la historia, se ve implicado en un asesinato ocurrido en un pequeño terreno conocido como el solar vacío, una parcela aparentemente insignificante que resulta ser clave para un ambicioso proyecto inmobiliario en Kamurocho.
Mientras lucha por limpiar su nombre, Kiryu se adentra en una conspiración que sacude los cimientos de su organización, y que le obligará a poner a prueba su lealtad, su honor y su propia identidad dentro del mundo criminal.
Goro Majima: El perro encadenado de Sotenbori
En paralelo, Majima vive atrapado en Sotenbori (inspirado en Dōtonbori, Osaka), castigado por un error del pasado. A pesar de su talento, está forzado a dirigir un club nocturno bajo la vigilancia constante de sus superiores. Su única vía para recuperar su lugar en la yakuza es cumplir una misión: asesinar a una misteriosa joven ciega llamada Makoto Makimura.
Pero al conocerla, Majima descubre una verdad que lo desarma por completo. Su historia toma otro rumbo, más humano y emocional, y se convierte en una lucha por algo más que la redención: por proteger lo que siente que es justo.
El solar vacío y la guerra por el poder
Ambas historias terminan conectadas por el conflicto por el solar vacío. Una simple parcela de tierra que se convierte en el epicentro de una guerra silenciosa entre clanes yakuza, empresarios sin escrúpulos y figuras políticas corruptas. Ese pequeño pedazo de terreno tiene el poder de inclinar la balanza del poder en Kamurocho.


Jugabilidad: Una vuelta al pasado que nunca se fue
Hay juegos que no solo se juegan, se viven. Quienes se adentraron en Yakuza 0 en su momento —o en cualquiera de sus primeras entregas— seguramente aún recuerdan las calles iluminadas de Kamurochō, las noches eternas en Sotenbori, las peleas coreografiadas con precisión, y ese contraste constante entre la crudeza de la yakuza y la ternura inesperada de las historias cotidianas. Y ahora, años después, este clásico regresa con más fuerza que nunca: completamente remasterizado, más completo, más accesible y, por fin, totalmente en español.
Pero no te equivoques. Esto no es un simple lavado de cara. Es una carta de amor a los que ya lo jugaron, y una invitación para quienes aún no lo han hecho. Todo lo que hizo grande a Yakuza 0 está de vuelta: las peleas, los personajes, los minijuegos, la gestión de negocios, las historias secundarias tan absurdas como entrañables… pero con mejoras que lo hacen sentir vigente, actual, incluso nuevo.
Peleas con alma: un sistema de combate directo y brutal
Cuando hablamos de Yakuza, lo primero que suele venir a la mente es el combate. Ese que aparece de repente tras un cruce de miradas, una provocación en un callejón o un ajuste de cuentas pendiente. La estructura se mantiene fiel a sus raíces: directa, sin rodeos, casi como una coreografía urbana en plena calle.
Al entrar en combate, se despliega una interfaz clara: la barra de vida y tres medidores de “calor”, una mecánica emblemática de la saga. Estos se llenan mientras atacamos, y cuando alcanzan el máximo, permiten ejecutar los famosos “Heat Actions”, movimientos especiales contundentes que pueden implicar objetos del entorno (una bicicleta, un cartel, una silla) o técnicas devastadoras cargadas de estilo y rabia contenida.
Cada personaje tiene su propia identidad en combate. Kiryu, con sus estilos que oscilan entre la fuerza bruta y la técnica refinada, y Majima, caótico e impredecible, capaz de alternar entre ataques veloces y maniobras acrobáticas. Cambiar de estilo durante el combate no solo es posible, sino que a menudo es la clave para adaptarte a enemigos concretos y sacarle el máximo partido al sistema.
Además, con cada pelea ganamos dinero. Mucho dinero. Y no solo sirve para comprarte objetos, vestirte mejor o pagar actividades secundarias: también es tu forma de progresar. Invertir en los árboles de habilidades te permite desbloquear nuevos movimientos, aumentar tu velocidad, mejorar la resistencia o incluso hacer más eficientes tus ataques. Un sistema claro, satisfactorio y que recompensa tanto la exploración como la experimentación.


Un Japón ochentero que respira en cada rincón
Explorar Yakuza 0 es como viajar en el tiempo. Los barrios ficticios de Kamurochō (inspirado en Kabukichō, Tokio) y Sotenbori (basado en Dōtonbori, Osaka) están vivos. No solo son telón de fondo: son parte fundamental de la experiencia, con sus luces, sus sonidos, sus personajes secundarios que parecen sacados de una película costumbrista y, sobre todo, sus miles de rincones que merecen ser descubiertos.
Puedes comer en un restaurante para recuperar salud, pasar por una tienda para equiparte o simplemente perder el tiempo en los infinitos minijuegos: karaoke, bolos, mahjong, dardos, pesca, juegos arcade de SEGA, salones de citas… Hay más de 40 actividades diferentes para desconectar del argumento principal y simplemente vivir en este mundo de píxeles con alma.
Y por supuesto, están las misiones secundarias: pequeños relatos paralelos, a menudo cómicos, otras veces conmovedores, que construyen la humanidad del juego. Puede que empieces ayudando a un tipo con problemas amorosos y termines involucrado en una historia que no esperabas. Es ese equilibrio perfecto entre el drama y el absurdo lo que define la esencia de la saga.


Negocios, clubs y busca
Uno de los puntos más sorprendentes del juego es lo mucho que amplía su alcance más allá de la pelea y la exploración. Kiryu, por ejemplo, puede meterse de lleno en el mundo inmobiliario: adquirir propiedades, contratar empleados, competir contra grandes corporaciones, y transformar su imperio desde las sombras.
Majima, por su parte, se convierte en el gerente de un club nocturno. No solo tendrás que seleccionar y entrenar a las anfitrionas, sino también gestionar el flujo de clientes, mejorar el local y enfrentarte a la competencia. Son modos completamente distintos entre sí, pero que aportan variedad, profundidad, y una gran cantidad de recompensas para usar en el resto del juego.
Para mantenernos al tanto de lo que pasa en la ciudad, contamos con un sistema de mensajes por Bíper o también llamado buscapersonas, tan retro como encantador. A través de él recibiremos citas, coordenadas o pistas sobre eventos y personajes que esperan en algún rincón del mapa.
El minimapa nos ayuda a orientarnos, aunque de forma deliberadamente limitada: veremos calles y la posición del personaje, pero no todos los lugares están marcados. Esto obliga a consultar el mapa completo, lo cual no se siente como una molestia, sino como una forma de obligarte a mirar, a reconocer, a orientarte tú mismo en este mundo.
Existe un sistema de viaje rápido mediante taxis, aunque algo limitado y condicionado al momento de la historia. No esperes teletransportarte a donde quieras como en otros mundos abiertos. Yakuza 0 quiere que camines, que recorras sus calles, porque sabe que ese paseo puede convertirse en una aventura en sí misma.


Desafíos que te premian sin que te des cuenta
A medida que juegas, el título registra tus logros. Algunos son evidentes —vencer a ciertos enemigos, completar una misión secundaria—, pero otros se activan sin que te des cuenta, simplemente por explorar, probar cosas o interactuar con el entorno. Es el sistema de Completion Points (CP), una especie de recompensa oculta por disfrutar del juego de forma orgánica.
Estos puntos pueden canjearse en templos o santuarios por “bendiciones”: mejoras permanentes como correr más tiempo sin agotarte, obtener más dinero por pelea, facilitar ciertos minijuegos o mejorar tu eficacia general. No necesitas obsesionarte con ellos, pero ir completándolos a tu ritmo hace que la experiencia se sienta más personalizada, más tuya.

Apartado técnico
Jugar a Yakuza 0: Director’s Cut en Nintendo Switch 2 es, en muchos sentidos, como redescubrir el juego con otra mirada. La jugabilidad se siente más fluida que nunca, con tiempos de carga notablemente reducidos y sin caídas gráficas que rompan la inmersión. Todo funciona con una solidez sorprendente, incluso en los momentos más intensos de combate o exploración.
SEGA ha sabido exprimir bien la potencia de la nueva consola, consiguiendo que esta versión no solo esté a la altura de las anteriores, sino que además brille por su estabilidad. Ya sea en modo portátil o en sobremesa, la experiencia se mantiene pulida, estable y muy cómoda, lo que convierte a esta edición en una de las formas más accesibles —y agradables— de disfrutar uno de los títulos más queridos de la saga.
Apartado gráfico y artístico
Lo primero que llama la atención al volver a Yakuza 0 es lo bien que ha envejecido su historia… y lo mucho que ha mejorado gráficamente. Esta edición no intenta competir con los juegos de última generación en términos de hiperrealismo, y tampoco lo necesita. Lo suyo es otra cosa: capturar la esencia de un Japón ochentero vibrante, desbordante de vida, donde cada calle iluminada por neones y cada escaparate con colores chillones te transporta a una época muy concreta.
Las mejoras visuales son sutiles pero efectivas. Se nota en los reflejos de los charcos cuando cae la noche, en las sombras que se mueven con naturalidad, en las animaciones que fluyen mejor durante los combates. Y aunque algunos NPC siguen teniendo modelos más sencillos —herencia de su origen en 2015—, los protagonistas como Kiryu y Majima están retratados con un nivel de detalle expresivo que realza aún más sus escenas, tratadas casi como si fueran fragmentos de cine clásico japonés.
No es una revolución gráfica, pero tampoco lo pretende. Es una restauración cuidadosa de un mundo que ya era especial. Kamurochō, con sus luces, sus callejones y su gente, sigue siendo uno de los lugares más magnéticos que ha dado un videojuego. Más que una mejora técnica, lo que hace esta edición es reavivar la memoria visual de quienes ya estuvieron allí… y hacer que quienes llegan por primera vez se queden embobados, igual que nosotros entonces.
Apartado sonoro
Hay juegos que se recuerdan por su música. Otros, por sus voces. Algunos, por cómo suena el mundo que te rodea. Yakuza 0 lo tiene todo eso, y más. Desde el primer momento, el doblaje japonés original destaca por su entrega y autenticidad. Cada frase, cada grito, cada susurro parece salido de una película de yakuzas de los años 80. Los actores no solo interpretan: dan vida a sus personajes, los hacen creíbles incluso cuando la historia roza lo surrealista.
Pero lo más mágico es cómo todo el sonido construye una ciudad viva. Caminas por Kamurochō o Sotenbori y lo oyes todo: la música de fondo en una tienda, conversaciones cruzadas, el murmullo lejano de una discusión, el timbre de una bicicleta que pasa, la risa inesperada de alguien a lo lejos. No es solo ambientación: es atmósfera, es carácter. Es esa sensación de que no estás en un escenario, sino en un barrio que late con su propio ritmo.
En combate, los efectos son potentes. Cada puñetazo suena con un impacto seco y directo, cada objeto lanzado tiene peso. El sonido aquí no acompaña, refuerza. Golpeas, y lo sientes. Te golpean, y lo oyes. Y si te lanzan una silla, no hay duda de que eso dolió.
Y luego está la banda sonora… Qué viaje. Desde temas de rock cañero para peleas, hasta melodías synth llenas de nostalgia ochentera, pasando por piezas de jazz relajado o pop japonés que parecen salidos de un vinilo de época. Cada situación tiene su acompañamiento perfecto. Y cuando llega el karaoke… ahí el juego deja de ser un juego y se convierte en puro corazón. Temas como “Baka Mitai” o “24-Hour Cinderella” no solo son pegadizos: son emociones encapsuladas que, por alguna razón, nos golpean justo donde más sentimos.
Edición física de Yakuza 0: Director’s Cut
Yakuza 0: Director’s Cut está disponible tanto en formato físico como digital, aunque con un matiz importante para quienes, como muchos de nosotros, siguen valorando tener la caja en la estantería. La edición física no incluye un cartucho tradicional: en su lugar, encontrarás una game key card, es decir, una tarjeta con el código para descargar el juego desde la eShop de Nintendo Switch 2.

Conclusión
Yakuza 0 es muchas cosas. Es un juego de acción con historia. Es un homenaje a una época. Es un retrato urbano, un drama criminal, una comedia costumbrista y, sobre todo, una experiencia inolvidable. Esta nueva edición no solo pule sus detalles: lo trae de vuelta con respeto, con mimo, y con todo lo que hizo que tantos jugadores se enamoraran de él.
Ahora, por fin, en español, con todo lo que eso implica: más accesible, más cercano, más íntimo. Una excusa perfecta para revivirlo. O mejor dicho, para volver a casa.
Lo mejor
- Una narrativa densa y muy bien escrita que mezcla crimen organizado, drama humano y momentos emotivos
- Kazuma Kiryu y Goro Majima, cada uno con su propia ciudad, historia y estilo de combate. Esto le da frescura a la campaña, que alterna entre perspectivas complementarias
- Kamurocho y Sotenbori están recreadas con un nivel de detalle excelente. Siempre hay algo que hacer: tiendas, restaurantes, eventos, minijuegos…
- Más de 100 misiones secundarias (substories), minijuegos como karaoke, bolos, cabarets, gestión de negocios y más
- Temas que se ajustan perfectamente a cada situación, y actuaciones de voz japonesas cargadas de emoción y personalidad
Lo peor
- Muchos enemigos genéricos se repiten a lo largo del juego. Las peleas callejeras pueden volverse rutinarias tras varias horas
- Tareas repetitivas o minijuegos que no siempre aportan al argumento
Nuestra valoración de Yakuza 0: Director’s Cut
