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Ciudades y lugares históricos en Assassin’s Creed con Ezio Auditore

Una de las grandes virtudes de la saga Assassin’s Creed ha sido su recreación de escenarios históricos. Y en ningún otro arco argumental esto se sintió tan poderoso como en la trilogía protagonizada por Ezio Auditore. Desde las calles de Florencia hasta las cúpulas de Constantinopla, los juegos nos ofrecieron un recorrido inolvidable por algunos de los enclaves más importantes del Renacimiento y más allá.

Un vistazo al pasado

A través de sus recorridos urbanos, sus monumentos y sus ambientaciones, la saga logró algo que pocos juegos han conseguido: enseñar historia sin necesidad de detener la acción, mostrar el pasado con respeto y belleza, e inspirar a miles de jugadores a querer conocer más sobre el mundo real que había detrás del juego.

Florencia

Florencia fue el punto de partida de la historia de Ezio y una de las ciudades más importantes del Renacimiento. La representación en Assassin’s Creed II es extraordinaria: desde el Ponte Vecchio hasta la Catedral de Santa Maria del Fiore, con su famosa cúpula de Brunelleschi, cada rincón transmite el esplendor cultural de la ciudad.

El juego permite escalar la cúpula del Duomo, explorar el Palazzo della Signoria, y correr por las azoteas del barrio de San Lorenzo. También se incluye la Iglesia de Santa Croce, el taller de Leonardo da Vinci y otros espacios históricos reales. Todo ello con una ambientación que refleja la tensión política de la época, especialmente en torno a la figura de Lorenzo de Médici y la conspiración de los Pazzi.

Monteriggioni

Aunque es un pueblo mucho más pequeño que el resto de las ciudades del juego, Monteriggioni tiene una importancia simbólica enorme. Sirve como base de operaciones de la familia Auditore y luego como cuartel de la Hermandad. Esta fortaleza medieval, ubicada en la región de la Toscana, existe en la realidad y ha sido preservada hasta hoy con su muralla prácticamente intacta.

En el juego, la villa se transforma progresivamente a medida que el jugador invierte dinero en su restauración, un recurso narrativo que también funciona como metáfora del crecimiento de Ezio como líder. El juego capta muy bien la escala y distribución del pueblo, incluso añadiendo pasajes subterráneos que se conectan con el mundo exterior.

San Gimignano

También situada en la Toscana, San Gimignano es famosa por sus torres medievales, muchas de las cuales sobreviven aún hoy. En Assassin’s Creed II, la ciudad se representa como un bastión templario bajo el control de Francesco Salviati. La verticalidad del diseño urbano permite un parkour especialmente entretenido, y el contraste entre sus murallas, sus calles angostas y sus torres hace que la experiencia de exploración sea única.

Históricamente, San Gimignano fue una ciudad próspera gracias al comercio y a su ubicación estratégica. El juego utiliza esa información para construir una narrativa centrada en el control político y religioso, al mismo tiempo que nos permite ver una representación muy fiel de su geografía urbana.

Venecia

Venecia es probablemente la ciudad más espectacular de Assassin’s Creed II. La recreación de su arquitectura y su atmósfera es impresionante. Los canales, los puentes, las góndolas, las máscaras del Carnaval, todo está representado con un nivel de detalle extraordinario. Lugares emblemáticos como la Plaza de San Marcos, el Campanile, la Basílica, el Palacio Ducal y el Puente de Rialto forman parte esencial de la experiencia.

El jugador puede escalar el Campanile, infiltrarse en el Arsenal y recorrer tejados mientras los canales reflejan la luz del sol o se sumen en la niebla. Venecia ofrece un ritmo distinto al de otras ciudades por la particularidad de su disposición acuática, obligando a combinar parkour con nado y sigilo.

Además, la historia del juego se entrelaza con eventos reales como la Inquisición veneciana y el ascenso de Savonarola, otorgando al entorno histórico un papel activo en la narrativa.

Forlì

Forlì aparece brevemente en Assassin’s Creed II y se explora más a fondo en el DLC “La Batalla de Forlì”. Esta ciudad, ubicada en Emilia-Romaña, era el bastión de Caterina Sforza, una de las pocas mujeres que ejercieron poder militar y político en aquella época. Aunque el diseño de la ciudad no es tan complejo como el de Florencia o Venecia, se siente real y funcional.

El juego muestra la fortaleza de Ravaldino y presenta un asedio templario a la ciudad, basado libremente en hechos históricos reales. La inclusión de Forlì amplía el mapa del juego y nos introduce en la guerra entre pequeñas potencias regionales italianas durante el Renacimiento.

Roma

En Assassin’s Creed: Brotherhood, Roma se convierte en el único escenario principal del juego, pero su tamaño y riqueza histórica compensan con creces. A diferencia de las ciudades anteriores, Roma está fragmentada entre la parte antigua (con las ruinas del Imperio romano) y la moderna (centro del poder papal).

Podemos visitar y escalar monumentos como el Coliseo, el Panteón, el Castillo Sant’Angelo, el Acueducto Claudio y, por supuesto, el Vaticano, incluido el interior de la Capilla Sixtina. La Roma de Ezio está dividida en distritos controlados por la familia Borgia, y liberarlos se convierte en parte del progreso del juego.

La combinación entre la decadencia imperial y la riqueza papal genera un contraste poderoso que alimenta la narrativa: una ciudad a medio camino entre su pasado glorioso y su presente corrupto. El nivel de detalle del diseño urbano fue revolucionario en su momento, y convirtió a Brotherhood en uno de los títulos más recordados de la franquicia.

Constantinopla (Estambul)

Assassin’s Creed: Revelations lleva a Ezio a Constantinopla, la actual Estambul, en los últimos años de su vida. La ciudad se presenta como un cruce de culturas entre Oriente y Occidente, en plena transición hacia el dominio otomano. Se representan con gran fidelidad barrios como Galata, Beyazid, la zona de la Gran Mezquita y el Palacio de Topkapi.

Constantinopla ofrece una experiencia visual muy distinta a las ciudades italianas: minaretes, bazares, torres bizantinas y barrios con fuerte presencia cultural armenia y griega. El juego utiliza la ciudad para explorar el tema de la herencia y el legado, tanto del Imperio bizantino como de los Asesinos.

El sistema de parkour se adapta a las diferencias arquitectónicas, y se incorporan elementos como las tirolinas para facilitar la movilidad entre tejados. Además, el trasfondo político con los príncipes Suleimán y Ahmet añade tensión a un entorno ya de por sí cargado de historia.

Masyaf

Masyaf es el punto de conexión entre Ezio y Altair. Aunque no es una ciudad extensa dentro del juego, su valor simbólico es enorme. Es la antigua fortaleza de los Asesinos, y Ezio la visita en Revelations para descubrir los secretos del pasado de la Hermandad y de Altair.

La fortaleza aparece en ruinas, tomada por enemigos, pero su diseño se basa en la misma estructura que vimos en el primer Assassin’s Creed. Representa el inicio de la historia de la Orden, su declive y la posibilidad de un nuevo renacimiento bajo el liderazgo de Ezio. La ambientación es más sobria, casi fantasmal, pero transmite una sensación de misticismo que ningún otro escenario del juego iguala.

Rulernakano

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Amante de los juegos de Rol en general, crecí con un mando en la mano y desde entonces nunca lo he soltado.

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