Opinión

Animación vs. Live Action: ¿Cuál es la mejor forma de adaptar un videojuego?

A medida que los años pasan hemos visto cómo poco a poco los subgéneros dominantes de la última década, como el de los superhéroes, están perdiendo fuerza en el público general. Mientras se puede apreciar un incremento de producciones que buscan adaptar un videojuego tanto para cine como televisión.

Estamos en la era de las adaptaciones de videojuegos, o al menos eso parece. En 2023 tuvimos tanto la serie de The Last of Us como Super Mario Bros: La Película, dos exitazos. Incluso a finales de este año varios de los estrenos más esperados tienen que ver con videojuegos, siendo los más destacados la segunda temporada de Arcane, la tercera parte de Sonic y la serie de Amazon de Secret Level.

Sin embargo, a pesar del auge de popularidad y éxito que están cosechando en estos días, es difícil olvidar la “época oscura” en la que cualquier producción basada en un juego era mala por default.

Si te da curiosidad, en YouTube tenemos una lista de las PEORES adaptaciones que se han hecho hasta la fecha, a nuestro parecer.

Netflix y la animación, al rescate

En lo que a mi respecta, todo esto cambió a partir de 2017 con el estreno de la serie de Castlevania en Netflix. Alabada por crítica y fans por igual, se produjeron un total de cuatro temporadas junto a su spin-off Nocturne.

Esta fue la primera vez que ví como una adaptación de un videojuego lograba apelar tanto a jugadores como al público general, manteniéndose fiel a los elementos más importantes y característicos que volvieron icónica a la saga de cazavampiros de Konami, con un estilo de animación único y excelente.

 Ahí no quedó la cosa, puesto que después la plataforma de streaming lanzó Arcane,  ambientada en el universo de League of Legends y Cyberpunk: Edgerunners, que toma lugar en el universo del juego de CD Projekt Red. Las cuales, al igual que Castlevania, cosecharon una gran aceptación en el público.

Lo que todas tienen en común (aparte de pertenecer a Netflix) es que son animadas, lo cual me ha llevado a pensar que quizás la animación es la mejor manera de adaptar un videojuego a otros medios por encima del Live Action. Pero… ¿Será esto cierto?

El caso de Tomb Raider

La idea de este artículo me vino a la cabeza luego de terminar Tomb Raider: La leyenda de Lara Croft. Esta serie está basada en el reboot que tuvo la franquicia en el año 2013 de la mano de Crystal Dynamics y que puso a Lara nuevamente en el mapa.

Si te gustó esta etapa que exploraba los orígenes de la famosa arqueóloga, la serie te puede llegar a agradar bastante. Se sitúa luego de la trilogía “Survivor” y nos muestra nuevamente a Lara Croft en una misión para encontrar unas reliquias antiguas y salvar al mundo del caos.

Logra capturar de manera satisfactoria la esencia y personalidad que tuvieron estos últimos juegos de Tomb Raider, pero a su vez integra unos cuantos elementos de la saga clásica para los fanáticos más veteranos. La personalidad de Lara, quien vuelve a ser un poco más atrevida y sarcástica como la original o la inclusión de sus icónicas pistolas duales son guiños reconocibles de la saga original.

Comparación entre película y serie

Para ser honesto, es de las series más flojas del catálogo de Netflix en materia de videojuegos si la comparamos con la calidad de las mencionadas anteriormente. Pero, una cosa no quita la otra, es una manera de adaptar un videojuego que me parece muy bien lograda.

En especial si la comparamos con la película de Tomb Raider protagonizada por Alicia Vikander. Antes de empezar a escribir, le eché un vistazo nuevamente y de buenas a primeras solo la puedo describir como aburrida.

La trama toma de base el juego de 2013, pero introduce cambios que no favorecen para nada una historia que de por sí tampoco era muy elaborada y profunda. Esto, para su desgracia, la vuelve muy genérica, poco inspirada e irrelevante. 

El resultado es una película que no es mala, pero que olvidarás al poco tiempo. Ahora bien, soy consciente de que algunos pueden considerar injusto compararlas debido a que una cuenta con ocho capítulos para desarrollarse mientras que la otra apenas llega a las dos horas.  Aún así, siento que si invirtieramos los papeles, la animación seguiría siendo mejor.

Super Mario Bros.

Pero si eso no os convence os doy otro ejemplo: Super Mario Bros. Por un lado está la película de 1993 que nos presenta a Bob Hopkins y John Leguizamo como nuestros fontaneros favoritos. Pero más allá de los nombres, el resto de la película fue infame al ignorar todo lo que es Mario y crear algo que era un despropósito.

30 años después, de la mano de Illumination Studios (con Nintendo y Miyamoto supervisando para que no la volvieran a liar), se nos presentó una película animada para toda la familia que, si bien no fue del agrado de la crítica especializada, conquistó a los fans que quedaron encantados por el respeto y cariño al material original.

Y los números también acompañaron, puesto que con 1.361 millones de dólares recaudados, esta es la película basada en un videojuego más taquillera de la historia.

Entonces, ¿la animación es mejor para adaptar un videojuego?

La principal razón por la que pienso que la animación es un medio mucho más efectivo a la hora de adaptar un videojuego es porque te da más libertad para hacer cosas que en live action se verían tontas o inverosimiles.

Acciones como las de Mario saltando sobre una tortuga o Lara Croft dando volteretas mientras dispara como una superhumana es algo que no se puede pedir a un actor. Y la alternativa de simularlo con CGI nunca da los resultados esperados.

Los movimientos de látigo que hace Trevor Belmont o los poderes de Alucard en Castlevania son otro ejemplo que muestra que los videojuegos, en especial los clásicos, aprovechaban la ventaja de que no fueron creados con la intención de ser realistas sino de ser experiencias de ficción divertidas.

Algo similar pasa con los animes, los cuales cuentan con un estilo de animación y dibujo que a la ahora de intentar trasladarlo a la vida real acabamos con cosas como Dragon Ball Evolution o Death Note de Netflix

Por esta misma razón la próxima película live action de The Legend of Zelda genera una genuina preocupación en cierto sector de la prensa y la comunidad de jugadores.

Nintendo y Sony están tomando un gran riesgo considerando que desde hace tiempo muchos fans consideran que la opción perfecta sería una película animada al estilo del estudio Ghibli. Quiero decir, ¿Cuántas veces hemos visto en redes sociales fanarts de Link, Zelda y el mundo de Hyrule con la estética de Miyazaki? Es algo que se vendería solo.

Live Actions que si han dado la talla

Pero bueno, aún tenemos que ver el filme para saber si nos sorprende. A pesar de todo lo que he expuesto anteriormente, no quiero decir que no se puedan hacer adaptaciones live action de calidad.

Tenemos The Last of Us, la cual mencioné en el primer párrafo y considero que es la mejor que se ha hecho hasta la fecha, o el reciente éxito que tuvo la serie de Amazon basada en el universo de Fallout. En estos casos, ha ayudado mucho que los videojuegos de Naughty Dog y Bethesda de por si están orientados a presentar algo que se apega más a cómo es nuestra realidad, aunque eso para nada les resta mérito.

La tendencia que hemos visto, en especial de las grandes compañías de la industria, por querer hacer que sus títulos sean más cinemáticos, con historias y personajes más realistas, ha ayudado mucho a cerrar la brecha que solía existir entre el gaming y el séptimo arte, lo cual ha permitido que se pueda adaptar un videojuego de una mejor forma.

Conclusión

Al final, ambos medios artísticos son muy diferentes y cuentan con sus propias virtudes. Al momento de querer hacer una adaptación es importante que los encargados de realizar estos proyectos conozcan bien qué videojuego están adaptando y cual es la mejor forma de representar el material original.

¿Sería buena idea que God of War fuera una serie con actores reales, o la hacemos tipo anime y mantenemos a Cristopher Judge como la voz?; ¿La historia  y personajes de Bioshock se podrían trasladar fielmente al live action? Ese tipo de dudas son las primeras que deberían hacerse los creativos detrás de estos proyectos

La respuesta…

Si bien, en mi opinión, la animación cuenta con una ligera ventaja, con el creador y los actores adecuados sí se puede lograr un live action que esté a la altura.

Incluso tenemos el caso de las películas de Sonic, las cuales combinan ambas para entregarnos unas películas muy entretenidas, en las que podemos disfrutar de los movimientos y encanto del Erizo azul junto con el carisma de Jim Carrey como el Doctor Eggman.

Para terminar os dejo otro video que hicimos sobre las mejores adaptaciones que se han hecho sobre videojuegos, en las que aparecen varias que mencioné en este articulo.

¿Qué piensan ustedes? No duden en dejar su opinión en los comentarios sobre este debate, que con gusto los leeré.

Jesús García

About Author

2 Comentarios

  1. LuisMa

    24 octubre, 2024

    bueno ya lo de olvidar que la película de fnaf no solo es una de las mejores adaptaciónes de videojuegos si no que fue un éxito equiparable a la peli de super Mario que barbaridad es?

    • Jesús García

      24 octubre, 2024

      Hola Luis, mira para serte sincero no he visto la película de FNAF y no estoy del todo familiarizado con su lore e universo, por lo que no me sentía cómodo mencionando algo que no puedo evaluar con propiedad. De todas formas, muchas gracias por mencionarla. Le echaré un ojo para ver que tal.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Puede que también te interese

Mi experiencia en God of War Ragnarok
Artículos Opinión

Mi experiencia en God of War Ragnarok

Muy buenos días, tardes o noches dependiendo de cuándo leáis estas líneas. Hoy me dirijo a vosotros para explicaros cual
¿Qué es Boosteroid? La alternativa a Geforce Now o Game pass para jugar en la nube
Opinión

¿Qué es Boosteroid? La alternativa a Geforce Now o Game pass para jugar en la nube

Siempre hemos jugado a videojuegos de la misma manera: encendemos la consola u ordenador, introducimos un juego (esto ya no