Análisis

Kingdom Come: Deliverance II, ¡el mejor RPG medieval!

¡Por fin ha llegado el día! Hoy te desvelamos todos los detalles de Kingdom Come Deliverance II en este análisis pormenorizado del nuevo RPG medieval de acción inmersivo. Adéntrate en el medievo de la mano de Warhorse y disfruta de la nueva aventura de Henry de Skalice.

Fecha de salida: 4 de febrero de 2025
Desarrolladora:
Warhorse Studios
Distribuidora:
Deep Silver, Plaion
Plataformas disponibles:
PC (Steam y Epic Games), PlayStation 5, Xbox Series X|S
Textos: Español
Voces: Español, inglés, checo
Plataforma analizada:
PlayStation 5

Historia: ¿De qué trata la saga Kingdom Come: Deliverance?

Kingdom Come: Deliverance es una saga del género RPG ambientado en el medievo, aunque esta definición se queda muy, pero que muy corta. Estamos ante una saga de mundo abierto que mezcla el género RPG con la acción en primera persona. Su nivel de realismo e inmersión es tal que nos puede llegar a abrumar, así que podría decirse que es café para los muy cafeteros. Su historia se centra en la Bohemia medieval del siglo XV y podemos decidir qué hacer o qué decir en cada momento.

Kingdom Come Deliverance

El primer Kingdom Come Deliverance está ambientado en Bohemia tras la muerte del emperador Carlos IV. La guerra, la corrupción y el caos desgarran la región del Sacro Imperio Romano y Wenceslao, uno de los hijos de Carlos, hereda la corona. Sin embargo, su reinado es ingenuo, indulgente y poco ambicioso, por lo que su hermanastro Segismundo, rey de Hungría, aprovecha su debilidad. Fingiendo buenas intenciones, viaja a Bohemia para ayudarlo, pero en lugar de eso, lo secuestra. Así, con el trono huérfano, Bohemia queda desamparada ante las incursiones mercenarias y el saqueo de Segismundo.

⚠️ Pequeños spoilers del inicio del primer juego en el próximo párrafo.

A partir de aquí, nos ponemos en el papel de Henry, el hijo de un herrero que se ve envuelto en una violenta guerra civil. Los invasores cumanos apoyados por Segismundo asaltan nuestra aldea y somos testigos de cómo matan a nuestros amigos y nuestra familia. Impotentes, nos vemos forzados a huir con el único recuerdo que nos queda de nuestro hogar: la última espada que forjamos con nuestro padre. Sin hogar, familia ni futuro, quedamos al servicio de Sir Radzig Kobyla, que empieza a formar un ejército de resistencia contra las fechorías de Segismundo.

Kingdom Come Deliverance II

La historia del segundo juego continúa donde finalizó el primero, así que no podemos contarte demasiado, pero siempre puedes leer el avance que hicimos. Volvemos a ponernos en la piel de Henry de Skalice, que busca venganza por el asesinato de sus padres. Kingdom Come: Deliverance II nos atrapa con un viaje épico en una historia llena de venganza, traición y descubrimiento difícil de olvidar.

Con la ayuda de más de cinco horas de cinemáticas, viviremos una emocionante aventura de rol y acción dentro de la guerra civil de Bohemia. ¿Lograremos llevar a cabo nuestra venganza? ¿Conseguiremos parar a Segismundo? Sea como sea, en esta experiencia RPG disfrutaremos de un mundo medieval tan bello como brutal y sangriento. Seremos nosotros quienes deberemos tomar las decisiones que determinarán el destino de Henry y afrontar las consecuencias.

Jugabilidad: Más vale aprender del error, que no encontrar un Schnapps Redentor

¡Prepárate porque aquí viene lo gordo! Como ya venimos diciendo desde el inicio del análisis, este juego es colosal, enorme, tremendo, gigante y el análisis de la jugabilidad también lo va a ser. Pero tranquilo, vayamos por partes (como dijo Jack el Destripador).

Guardar partida, comerciar y regatear

Guardar partida en el primer Kingdom Come: Deliverance era un dolor de cabeza, pero por suerte ahora es mucho más fácil. Para empezar, en las primeras horas de juego ya nos entregan la famosa bebida del Schnapps Redentor (que nos permite guardar en cualquier momento) y, cuando se nos acabe, conseguirla también será más sencillo. Si nos quedamos sin bebercio y necesitamos descansar, también podremos dormir y guardar en una de NUESTRAS camas. Lo ponemos en mayúscula porque es importantísimo que la cama nos haya sido asignada, no nos vale un catre aleatorio, pues no se nos guardará el juego y vendrán los guardias a echarnos. Como siempre, alcanzar momentos clave de la historia realizando misiones guardará la partida automáticamente.

Otro de los aspectos básicos de la saga es el de comerciar. La gracia está en que pagar el precio base de algo es aburrido y sale caro, así que tendremos que regatear si queremos ahorrarnos unos Groschen (la moneda del juego). Regatear es extremadamente fundamental tanto a la hora de comprar como de vender, pues no sólo nos ahorrará dinero sino que también nos hará ganarlo. Para hacerlo, tendremos que fijarnos en el precio base del producto y a partir de ahí hacer una oferta. Por supuesto, el comerciante no aceptará a la primera, así que debemos plantearnos muy bien qué cantidad ofrecer para que el vendedor no pierda la paciencia y el interés en nosotros, impidiéndonos regatear con él temporalmente.

Conversaciones, persuasión y decisiones

En Kingdom Come: Deliverance II podemos resolver las situaciones básicamente de dos maneras: luchando o conversando. En los diálogos, tendremos elecciones y algunas requerirán tener una puntuación alta en las distintas opciones de persuasión. Tendremos oratoria (basada en la serenidad), carisma (reputación), poder (guardia), coerción (manipulación), dominación (superioridad) y temor (amenazas).

Sin embargo, es importante diferenciar entre ir siempre a la opción de la puntuación alta y analizar la situación. Recordemos que esta saga es tan inmersiva como realista. Es decir, imaginemos que tenemos una puntuación alta en temor, pero estamos hablando con el líder de una banda de cuatro maleantes… ¿tendría sentido amenazarlo y acabar en mitad de una pelea cinco contra uno? Esto es esencial en el juego y debemos tenerlo muy en cuenta si queremos que la cosa termine bien.

Los atuendos y el olor. Novedades de Kingdom Come: Deliverance II

Otra de las novedades de la segunda entrega son los atuendos. Tendremos tres, cada uno diferenciado con un escudo de armas rojo, amarillo o verde que podremos cambiar sobre la marcha. Eso sí, tras pasarnos el juego al completo y haber cometido errores te recomendamos encarecidamente que antes de entrar en cualquier conversación con un personaje, sea importante o no, pienses muy bien qué atuendo llevas puesto…

Puedes hacer uno para luchar (dándole más importancia a la puntuación en armadura y armas), otro para ir elegante (priorizando la puntuación de carisma o diálogo) y otro de sigilo (centrándote en hacer el menor ruido posible y tener menor puntuación en visibilidad o notoriedad). ¡Ah, y que no se te olvide lavar la ropa en algún abrevadero o baño! Los objetos también tienen carisma y según su condición o la suciedad que tengan será mayor o menor dentro de su máximo.

Esto quiere decir que si llevamos un abrigo de noble, pero está sucio o lleno de sangre, el carisma bajará considerablemente. Lo mismo sucede si hemos transportado recientemente un cadáver, no nos lavamos lo suficiente o hemos estado en contacto con alguna sustancia que huela mal. ¡Los personajes notarán nuestra presencia si olemos mal!

Objetos, capacidad de carga y calidades

Uno de los detalles que hacen de este título un RPG tan inmersivo y realista es la calidad de los objetos, indicada por los sellos de cobre, plata, oro y un cuarto que no desvelaremos. Según su calidad, los objetos tendrán más fuerza, rentabilidad y durabilidad, por lo que a la hora de usarlos podrán degradarse hasta el punto de poder quedar inutilizados, sin posibilidad de reparación.

Las alertas en forma de icono junto a la barra de salud nos avisarán sobre el estado de la armadura. De esta forma sabremos si nuestro gambesón está deteriorándose y podremos sustituirlo por otro o repararlo. No sirve de nada tener una protección de metal encima de un gambesón roído. Por otra parte, hay que destacar también que la comida y la bebida dispone de distintas calidades o estados, así que si consumimos algo que esté en mal estado podremos envenenarnos.

Dentro de la pestaña inventario, abajo del todo en color amarillo y justo a la derecha del número de Groschen que tenemos, aparece nuestra carga actual y la capacidad de peso que podemos llevar. Como en cualquier buen RPG que se precie, si nos pasamos de capacidad, nuestro personaje notará el exceso de peso, irá muy lento y no podrá ni correr, ni saltar, ni realizar un viaje rápido o montar a caballo.

El combate en Kingdom Come Deliverance II

El combate con armas fue una de las mecánicas más criticadas y castigadas por la comunidad en la primera entrega de la saga y Warhorse lo ha tenido muy en cuenta. La principal diferencia con el primer KCD reside sobre todo en el aprendizaje, que ahora es mucho más sencillo. Eso sí, no esperes machacar botones y ser el mejor espadachín del medievo porque el sistema de combate sigue siendo un arte difícil de dominar. El combate sin armas sí que resulta ligeramente más sencillo y veremos por Bohemia a más de un aldeano con ganas de enfrentarse a nosotros.

El rosetón con las flechas en cuatro direcciones sigue siendo primordial y debemos entender sus fundamentos si no queremos agobiarnos al avanzar en el juego. Como consejo, lo mejor que podemos hacer es subir la habilidad de espada todo lo que podamos y luchar con cualquiera que nos rete a un duelo como si no hubiera un mañana.

Al inicio podrá resultar frustrante perder, pero poco a poco nos iremos haciendo con el sistema de combate básico y más tarde con los bloqueos perfectos, las estocadas, los combos y el ataque maestro. Aprender a luchar en el medievo no es ninguna tontería y Warhorse lo ha querido plasmar en su juego.

La parte más difícil será mantener la salud a raya, ya que curarse mientras luchamos es prácticamente imposible, a no ser que nos equipemos con una bolsa y aumentemos los espacios donde colocar pócimas o comida para consumirlos durante el combate. El máximo es cuatro, pero no todas las bolsas lo permiten. Lo mismo sucede con el cinto, que nos permitirá equipar más conjuntos de armas, escudos y munición.

El sigilo y el sistema de la liebre

El sigilo, al igual que el combate, deberemos manejarlo lo antes posible, puesto que habrá misiones principales donde será prácticamente obligatorio usarlo. El indicador de comportamiento en forma de liebre nos ayudará muchísimo, por lo que será interesante aprendernos su código de colores (blanco si nos están buscando; amarillo si están intentando identificarnos o avisar a las autoridades; naranja si nos quieren expulsar, detener o nos persiguen y rojo si nos han detectado o estamos en combate).

Con sigilo, hablamos no sólo de crear un atuendo silencioso o moverse con cuidado, sino también de librarnos de nuestros enemigos usando una piedra, un silbido o a Chucho como distracción. Por supuesto, existe la posibilidad de acabar con nuestro objetivo con estrangulaciones o muertes silenciosas con la daga. Pero cuidado, si no realizamos bien el asesinato silencioso, no sólo contraatacará la víctima, sino que también podrá alertar a otros. Los perros juegan un papel importante en esto también, así que ten cuidado si ves uno cerca de su dueño o intenta tranquilizarlo antes.

Los delitos y sus castigos

En Kingdom Come Deliverance II, todo lo que hacemos tiene consecuencias, hasta el más mínimo detalle sin importancia podrá desencadenar el caos o, por el contrario, beneficiarnos. Por ejemplo, si robamos un objeto, nos lo equipamos y salimos a dar un paseo con él, nos descubrirán y nos perseguirán, tanto la víctima como las personas cercanas a ella. Si cometemos allanamiento, atacamos a personas o animales e incluso los matamos y no escondemos el cadáver, da igual que consigamos escapar. Si volvemos al lugar demasiado pronto, como es lógico, nos reconocerán y, dependiendo del delito, nos castigarán.

En el mejor de los casos, podremos convencer al guardia de que no hemos sido nosotros o pasar por caja y pagar la multa, pero si no tenemos dinero o no logramos convencerle, nos tocará aceptar el castigo (humillación en la picota, azotes, marca en el cuerpo, ejecución…) y éste tendrá consecuencias negativas durante la partida.

Robo y reputación

En el caso del robo, deberá pasar un tiempo hasta que los objetos dejen de aparecer como robados. Aquí también tomará un papel muy importante nuestra reputación en la ciudad o villa en cuestión. Dependiendo de nuestro comportamiento con la gente, mejorará o empeorará nuestra reputación y, por tanto, la manera en la que nos tratan. Esto se ve muy claro con los comerciantes: habrá veces en las que nos faltarán al respeto y no tendrán paciencia a la hora de regatear, y habrá ocasiones en las que nos traten como a reyes y nos hagan descuentos.

La reputación, además, se extiende por la ciudad hasta el punto en el que, si hemos sido un auténtico criminal, las autoridades lo sabrán y querrán meternos en la cárcel o incluso ejecutarnos, de manera que no podremos pisar la ciudad en un tiempo sin que nos persigan, independientemente de que toque hacer una misión principal allí.

¡Recuerda que en Kingdom Come: Deliverance II todo tiene consecuencias! Pero no te preocupes, siempre podrás mejorar tu reputación dando propinas, visitando a un sacerdote para hacer un peregrinaje o realizando un donativo a la iglesia o la casa consistorial.

Minijuegos en Kingdom Come: Deliverance II. Más completos, útiles y necesarios

No te dejes engañar por su nombre, pues los minijuegos de esta saga en realidad son pequeñas mecánicas que nos ayudarán a conseguir mejoras de habilidad, crear y reparar armas, ganar dinero y encontrar objetos valiosos.

Alquimia

La alquimia es uno de los minijuegos más completos y detallados aunque, para poder elaborar pociones, tendremos que conocer primero la receta en cuestión y disponer de los ingredientes necesarios. Algunos ingredientes se encuentran y otros se recogen, como las flores o las plantas. Una vez dado este paso, hay que escoger la base líquida, triturar ingredientes, echarlos al caldero, hervir la mezcla a fuego lento o rápido, controlar el tiempo y luego escoger entre verter o destilar. ¡Ojo, que no es ninguna tontería!

Eso sí, la alquimia ha mejorado muchísimo con respecto al primer juego. En KCD elaborar pociones era un suplicio. El más mínimo error nos llevaba a obtener un producto que no servía absolutamente para nada, malgastando por el camino unos materiales que no eran fáciles de conseguir. En esta segunda entrega han implementado las calidades de las pociones y también nos permiten reanudar el proceso, pero con esto sí perderíamos los ingredientes que hayamos empleado. Los comentarios de Henry nos servirán para orientarnos durante el proceso y las pócimas y venenos nos subirán estadísticas o se las bajarán a los enemigos.

Forja

En Kingdom Come: Deliverance II podremos forjar cualquier arma u objeto gracias a ser hijos de un herrero. Aquí entran en juego el horno, la temperatura y el color del material (rojo y naranja indican que la pieza no está lo bastante caliente, mientras que el blanco indica que quema demasiado; lo mejor es quedarse en el amarillo). Usaremos el yunque y el martillo para darle forma a nuestra pieza. Al igual que con la alquimia, los resultados tendrán calidades distintas.

Rueda de afilar

Si hemos forjado un arma y queremos que dé el cien por cien o ya poseemos una que no esté en buen estado, tendremos que afilarla. El proceso es tan sencillo como hacer girar la rueda, mover el arma, inclinarla y fijarse en que genere chispas. Si sale humo, mala señal. De nuevo, Henry nos indicará a viva voz si lo estamos haciendo bien o mal.

Forzar cerraduras

Forzar cerraduras era otra de las mecánicas demonizadas del primer Kingdom Come: Deliverance. Tal era su dificultad, que la gente evitaba cualquier contacto con este minijuego porque resultaba tremendamente frustrante. Era casi imposible abrir una cerradura de nivel fácil y las ganzúas no eran fáciles de conseguir. Incluso teniendo el pulso de un cirujano, costaba dominar la técnica.

Ahora ha llegado el momento de demostrar nuestro lado más picaresco y criminal. En Kingdom Come: Deliverance II han disminuido considerablemente la dificultad, tanto de forzar las cerraduras como de encontrar o comprar ganzúas. Pero cuidado, eso no significa que sea fácil. Al igual que sucede con el sistema de combate, entenderlo es muy sencillo, pero dominarlo es complicado de narices. El mejor consejo es tener paciencia, practicar hasta la saciedad, subir puntos en el atributo de sigilo y abrir todo cofre o puerta de nivel muy fácil que nos encontremos por el camino. Sólo así se nos hará más sencillo avanzar en este minijuego y conseguir recompensas mucho más jugosas.

Robar bolsillos

Quizá este minijuego puede pasar desapercibido durante casi toda la partida o no resultar necesario, pero te aseguramos que, si aprendes a hacerlo, te facilitará muchísimo la vida. Piensa que un guarda puede tener la llave de ese cofre que no puedes abrir o de esa puerta del lugar al que quieres entrar a robar.

En Robar Bolsillos, se deben realizar dos pasos: el de acumular tiempo y el de hurtar. Evidentemente, para acumular tiempo hay que ser sigiloso, acercarse con cuidado y centrarse en el cinto o la bolsa de la víctima para poder arrebatarle el objeto. El segundo paso es la luneta de selección, que actúa como una especie de reloj de aguja. El tiempo corre en nuestra contra, pero además, cada objeto que queramos hurtar también consume tiempo, así que es recomendable no ser avaricioso y calcular bien cuándo salir por la puerta antes de que nos detecten.

Jugar a los dados con o sin insignia

Los juegos de mesa en los videojuegos son algo que ya se ha convertido en una tradición. En la primera entrega se introdujo un juego de estrategia con dados que se basaba en lanzar y seleccionar dados para alcanzar el máximo de puntos posible, pudiendo perder la tirada entera por el camino.

En Kingdom Come: Deliverance II, este juego se mantiene, pero se añade una mecánica interesante: las insignias. Estas son pequeños objetos que podemos conseguir para duplicar puntuación, volver a tirar, cancelar el efecto de otra insignia o añadir dados a una tirada, por poner algunos ejemplos. Existen insignias de hojalata, de plata y de oro. Por otra parte, aunque no se especifica demasiado, también podemos encontrar dados con diferentes características (sacar siempre 3 o siempre un número par, por ejemplo) que nos ayudarán durante la partida.

Ah… y si queremos dinero rápido, siempre podemos jugar sucio pagando por una cama en la taberna, jugar a los dados e ir guardando la partida sólo si ganamos. Así, podremos realizar apuestas más arriesgadas sabiendo que no perderemos ni un solo Groschen.

Tiro con arco o ballesta

Si el combate cuerpo a cuerpo o el robo te resultan complicados, prueba a apuntar y acertar a distancia. El tiro con arco o ballesta en este título sigue siendo tan difícil como en la primera entrega, ya que no disponemos de ningún tipo de ayuda al apuntar, como tampoco de una mira o un indicador para saber a dónde estamos disparando. Esto, sumado a la tensión de la cuerda o a la lentitud de carga de la ballesta, lo complica todo aún más.

Hemos de reconocer que nosotros no le hemos dado demasiada oportunidad a aprender a usar armas a distancia por este motivo, pero es interesante el reto que supone adentrarse en el medievo, ser capaz de defenderse en mitad de una disputa con un arco o una ballesta y sentir la victoria de alcanzar a un enemigo en la cabeza. El minijuego de tiro con arco nos puede ayudar a mejorar la habilidad y entrenar la puntería, pero nosotros nos apuntamos el reto para la siguiente partida.

Otros minijuegos y actividades

Otras de las actividades que podremos hacer serán leer, montar a caballo y cuidar de nuestra mascota en caso de haber ido a rescatarla.

Leer es algo muy útil porque nos subirá atributos y habilidades fácilmente, pero para conseguirlo tendremos que encontrar primero los libros necesarios. También podemos subir el nivel de lectura con los textos contextuales o aprender recetas (es decir, todos aquellos manuales de instrucciones para forjar armas o crear pócimas y venenos con la alquimia).

El caballo es nuestra montura en Kingdom Come: Deliverance II. Un compañero que nos permitirá viajar mucho más rápido y nos ayudará a llevar más carga (usando el inventario del caballo). Las características de la montura se pueden mejorar comprando un arnés, herraduras, silla y arreos. Comprar caballos o mejoras para ellos es desde luego una inversión costosa, pero muy rentable.

En cuanto a nuestra mascota, Chucho, os recomendamos cuidarlo muy bien. Debemos estar atentos a sus necesidades para conseguir un buen nivel de obediencia, ya que cabe la posibilidad de que escape y nos quedemos temporalmente sin él. Darle de comer, acariciarlo, llamarlo para que acuda, ordenarle atacar, seguir un artículo del inventario que tenga olor o enviarlo a casa (nos esperará en la taberna de Zelejov o la Guarida del Diablo) son varias de las opciones que tendremos para interactuar con Chucho, pero podremos aprender más a medida que subamos de nivel la habilidad.

Apartado técnico

Lo prometido es deuda. Warhorse ya nos adelantaba hace meses que la segunda entrega de su saga medieval sería mucho más ambiciosa y lo han cumplido con creces, empezando por el tamaño del mapa. Un pequeño spoiler: ¡Hay regiones diferentes! O lo que es lo mismo, el primer mapa enorme que ves al empezar no será el único. Tómate tu tiempo para explorar todos los rincones, escucha bien a los personajes cuando te cuentan leyendas sobre la zona, monta a caballo y cabalga hasta donde te lleve el viento. Kingdom Come: Deliverance II es enorme y esconde muchos detalles.

Nosotros lo hemos jugado en una Playstation 5 «fat» cambiando de modo rendimiento a modo fidelidad para comprobar las diferencias. En el modo fidelidad llega reescalado a los 2160p con 30 FPS y en el modo rendimiento tenemos reescalado a 1440p y 60 FPS si usamos VRR.

Apartado gráfico y artístico

En cuanto a los gráficos, gracias a las consolas y los motores de videojuegos de última generación, el estudio checo nos trae mejoras muy considerables en la segunda parte de su saga. Sólo hay que fijarse en la armadura: Las texturas de la bolsa de cuero, las perneras de placa o la del gambesón y la casaca no tienen absolutamente nada que ver entre sí. Las distintas telas se diferencian perfectamente, siendo unas más bastas que otras, más o menos satinadas, desgastadas, etc. Por otro lado, el brillo y los reflejos del metal y el del cuero son distintos, las manchas de sangre o la suciedad se notan y el óxido también. El nivel de detalle es asombroso.

Paisajes y vegetación

Hay muchas cosas de las que hablar en cuanto a mejoras gráficas y realismo aparte de la armadura y los ropajes, como pueden ser el nivel de expresión tanto facial como corporal de los personajes, el diseño de los objetos que podemos recoger, nuestro caballo o personaje y el dinamismo del cabello, cómo se mueve Chucho y un sinfín de cosas más. Sin embargo, vamos a centrarnos sobre todo en los paisajes y las ciudades. Una de las cosas que más nos han llamado la atención es la cantidad de pequeños detalles que podemos notar en cosas tan simples como el suelo que pisamos (podéis ver un buen ejemplo en la imagen de arriba), las plantas que recogemos o los edificios y bosques que visitamos.

En Kingdom Come: Deliverance II, los pueblos por los que pasamos tienen personalidad propia y casi se pueden reconocer por el tipo de estructuras que los rodean (si tienen muralla o no, si las casas son de piedra o madera, si se trata de viviendas humildes o más ostentosas, si el suelo está embarrado o no…). La vegetación se nos hace muy realista en comparación con el primer título y se nota el gran trabajo que hay detrás, ya que podemos observar evidentes mejoras técnicas, tanto en las hojas de los árboles como en el agua, la madera, la hierba y la tierra, entre otras cosas.

Ciudades e iluminación

No podemos dejar atrás la gran ciudad del juego, Kuttenberg (o Kutná Hora en español), que se nos presenta tan pintoresca como inconmensurable, casi superando por seis al tamaño de una villa de dimensiones generosas. Según la zona, veremos edificios que sustituyen la madera por ladrillo o entramados, y suelos asfaltados con piedra. Todo esto, por supuesto, se nota en el apartado gráfico que luce los distintos materiales como si estuviésemos paseando realmente por la ciudad.

Sin embargo, algunos aspectos de la iluminación nos dieron problemas. En misiones de sigilo completamente a oscuras, donde debíamos guiarnos por la luz de la antorcha o las velas, la imagen se volvía algo molesta. Cosas como una claridad extrema y antinatural, un contraste muy alto con demasiada nitidez o el parpadeo constante incluso en cinemáticas, nos sacaron mucho del juego. Una pena porque Kingdom Come: Deliverance II destaca precisamente por la inmersión, y pequeños fallos como estos nos resultaron desconcertantes. Nada que no se pueda arreglar con las actualizaciones post lanzamiento, por supuesto.

Eso sí, todo hay que decirlo, la iluminación ambiental del juego habla por sí sola. Tanto el ciclo de día y noche como el clima están muy conseguidos, regalándonos amaneceres claros, días de lluvia grises y atardeceres color ámbar que a la ciudad de Kuttenberg le quedan maravillosamente bien.

Apartado sonoro

Imagina la escena más desgarradora o dramática que conozcas en el mundo del cine y quítale la banda sonora. Te ponemos un ejemplo: Visualiza la película de El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey y recuerda la escena de Sam y Frodo exhaustos intentando subir al Monte del Destino para destruir el anillo. En ese momento donde Frodo desfallece, su amigo lo abraza para recordarle La Comarca y luego, en un alarde de fuerza de voluntad le dice «Cargar con el anillo no podré, ¡pero sí cargar con usted!». ¿Te imaginas esa escena con Sam cargando a Frodo a cuestas, sin música detrás?

Lo mismo sucede en los videojuegos y Kingdom Come: Deliverance II no es una excepción. De hecho, el título contiene más de 200 pistas de audio únicas compuestas por Jan Valta y Adam Spoka. Es tanta la profunda dedicación e importancia que se le ha dado a la música, que la banda sonora se tardó en grabar más de cuatro años. Un trabajo inmenso que, desde luego, ha dado sus frutos. Cada momento del juego se vive de manera diferente y el soundtrack nos provoca, por ejemplo, tener miedo de que un personaje muera al verlo encerrado en una celda esperando a ser ejecutado, o emocionarnos al ver una cinemática donde hemos alcanzado la victoria en la batalla. Épica, vibrante y emotiva, la banda sonora de Kingdom Come: Deliverance II merece ser escuchada incluso fuera del gameplay.

Diseño de sonido y doblaje espectaculares

Normalmente entendemos como diseño de sonido todo lo relacionado con los efectos de sonido de una película o, en este caso, un videojuego. Sin embargo, el diseño de sonido va mucho más allá, pues no sólo se trata de crear un sonido sino de reflejar emociones, brindarle un significado más profundo a una escena o generar recuerdos y sensaciones en el jugador. Es un trabajo técnico, pero también un arte en sí mismo el tener la capacidad y creatividad de desarrollar el sonido para un videojuego.

En Kingdom Come: Deliverance II, el diseño de sonido es fundamental y ha evolucionado con creces desde la primera entrega. El sonido de los ropajes de Henry es increíble. Si nos ponemos una armadura completa de malla o metal, escucharemos ruidos metálicos al caminar, mientras que, si nos ponemos ropas de tela apenas escucharemos unos roces. Lo mismo sucederá con los atuendos de sigilo.

En cuanto al simple hecho de caminar, los pasos por madera, tierra, hierba o piedra se diferencian a la perfección. Se sienten realistas y aunque son detalles que quizá puedan pasar desapercibidos tras las primeras horas de juego, es esencial para la inmersión. Cabe destacar el ambiente de ciudades y bosques, donde escucharemos según el caso el bullicio de la gente con sus charlas y discusiones o el canto de diferentes especies de pájaros acompañados del agradable fluir del agua de los ríos.

El doblaje en Kingdom Come: Deliverance II

Como novedad, el juego viene doblado completamente al español de España y el nivel es muy bueno. En Punto de Respawn somos fans del gran trabajo que realizan los actores de doblaje, por lo que hemos podido reconocer la voz del gran Gabriel Jimenez (Lobezno). Así que si eres de los que prefiere no leer subtítulos, pero exiges un nivel alto en el doblaje, te aseguramos que vas a disfrutar de lo lindo.

Edición física de Kingdom Come: Deliverance II

Si te ha gustado lo que has leído, tienes que saber que Kingdom Come: Deliverance II dispone de tres ediciones físicas: El juego base o Day One Edition, la Gold Edition y la edición coleccionista. Cada una de ellas con más contenido que la anterior. Por desgracia, si eres usuario de PC y te gustan las versiones físicas, ya sabrás que sólo puedes hacerte con la versión más cara, pero si eres usuario de consola podrás conseguir cualquiera de las tres.

Como es natural, el juego base únicamente tiene el juego al completo. La Gold Edition contiene además un kit de arma y ropajes de Maestro Cazador, los tres DLCs que se lanzarán en un futuro y cuatro escudos basados en las estaciones del año.

La edición coleccionista además vendrá con una multitud de merchandising y coleccionables interesantes:

  • Mapa de tela exclusivo de los callejones de la ciudad de Kuttenberg (Kutná Hora).
  • Conjunto de pines esmaltados de los emblemas de valor.
  • Baraja de seis cartas coleccionables de los personajes principales llamada «Los Rebeldes del Rey».
  • «La carta de la esperanza» (Una réplica de una carta escrita con letra de la época).
  • Steelbook del juego.
  • Una imponente figura de 30cm de Henry montado en su caballo Guijarros.

Sólo queda decir que Tom McKay (el actor que da vida a Henry) y Luke Dale (Hans Capon) ya tienen su edición coleccionista…

Conclusión

Kingdom Come: Deliverance II es la secuela perfecta para aquel juego que Warhorse lanzó allá por 2018. Un título doble A de la mano de un estudio de apenas unas 250 personas que cumple con creces aquello que se proponen hacer. Si bien es cierto que el juego aún necesita pulir algunos aspectos, es perfectamente disfrutable para los usuarios a los que les apasionen los mundos abiertos donde perderse y explorar, pero teniendo ese punto de realismo inmersivo y dificultad que les proponga todo un reto. Las mejoras con respecto al primer título son palpables y las novedades resultan interesantes. Quizá la dificultad de algunas misiones principales no está del todo optimizada aún, pero la versatilidad del título y la posibilidad de encontrar miles de formas diferentes para llegar a nuestro objetivo hacen de Kingdom Come: Deliverance II una experiencia que debes vivir al menos una vez en la vida.

Lo mejor

  • La precisión histórica y el guion
  • El realismo y la inmersión, gracias a los gráficos y al sonido
  • El doblaje al castellano
  • Los minijuegos, en especial la forja y la alquimia
  • Tener tres atuendos para escoger según la ocasión es tremendamente útil

Lo peor

  • Las pantallas de carga son un poco lentas
  • Algunos fallos en las texturas (sobre todo en zonas oscuras con antorchas o velas)
  • La dificultad excesiva de algunas misiones
  • El combate a distancia y forzar cerraduras pueden resultar difíciles y frustrantes
  • El modo foto no permite editar la imagen

Nuestra valoración de Kingdom Come Deliverance II

Este análisis ha sido posible gracias a una clave cedida por Plaion España.

Gamepatry

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