Lo cuqui manda y muchos juegos indie lo son, pero también tienen mensajes que, al parecer, hay a quienes opinan que sobran. Hablemos de esto.
Una cosa, antes de empezar:
Con «cuqui» me voy a referir a juegos tanto «simplemente bonitos» (que tampoco creo que sobren) como a juegos que van de bonitos y luego te clavan un puñal en la espalda; esos cuya puerta de entrada te hace creer que es una cosa, pero luego resulta que es otra.
¿Un ejemplo reciente? La peli de Barbie, que parecía «un meme» y resultó ser un peliculón que ha desangrado al patriarcado.
Ahora sí, empezamos Sonrisas y Lágrimas.
El ¿problema?
Hace poco tuve una pequeña discusión por Twitter (oh, qué raro) por una razón que no comprendo. A dicho usuario no le gustaba que hubiera «tantos» juegos indie con un mensaje profundo para quien juega. Todavía no entiendo por qué no le gustaba. No es como si esos juegos quitaran nada a otros u ocuparan un espacio o algo… pero bueno, que no le gustaban.
Y aquí es cuando yo quiero reflexionar sobre algo: ¿tenemos una sobredosis de juegos con corazón, no tenemos sobredosis de ningún tipo de juego, o la sobredosis es solo de juegos «cuquis»?
La «reflexión»
Bien, para empezar, soy la persona más «cuqui-lover» del mundo (sí, afirmo). Si por mí fuera, existiría un Ministerio de lo Cuqui donde los únicos gastos serían las licencias de servicios y el único personal seríamos unes poques tiranes más y yo.
Lo que quiero decir es que sí, estamos en una etapa donde lo cuqui manda, pero eso no es malo. En absoluto. A veces parece falso, otras veces parece exagerado, pero la forma en que lo experimenta cada quien es la de ese quien.
Pero, volviendo al tema, creo que nada sobra. Hay juegos que llegan a más gente que otros, pero eso no los hace peores o más prescindibles.
Conocéis perfectamente Hollow Knight, Ori, Rime y Gris, ¿verdad? Ninguno sobra y cada uno llega de forma distinta. Bien, pero hay más. Existe también Endling: Extinction is Forever, que te hace llorar por algo que está pasando mientras yo estoy aquí, escribiendo estas líneas. Existe también Sephonie, que aún con los problemas que comenté en el análisis que le hice, es un juego con un mensaje que merece la pena escuchar. También tenemos Contrast, que es el juego que hizo que me enamorase del conocido estudio Compulsion Games.
Osea que…
Hay muchos juegos distintos y con mensajes diferentes, pero no, ninguno sobra. Algunos pueden resultar parecidos entre sí, pero a más juegos, más probabilidad de alcanzar a una persona. No sobra lo que no estorba.
Jugad a todo lo que os llame la atención. Más de una vez os vais a llevar una grata sorpresa.
![](https://puntoderespawn.com/wp-content/uploads/2023/07/Contrast_Concept_Art_Mechanic-scaled-1.jpg)