Análisis

Mandragora: Una emocionante una aventura de rol y acción en 2.5D

Mandragora: Whispers of the Witch Tree es una aventura de rol y acción con desplazamiento lateral en 2.5D que combina de forma muy acertada la exploración clásica de los Metroidvania con la exigencia y el ritmo pausado de los Soulslike.

Fecha de salida: 17 de abril de 2025
Desarrolladora:
Primal Game Studio
Distribuidora:
Knights Peak
Plataformas disponibles:
PC, Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X|S
Textos: Español
Voces: Inglés
Plataforma analizada: PlayStation 5

Historia: A través de ruinas y parajes hostiles

La historia de Mandragora: Whispers of the Witch Tree nos lleva hasta Faelduum, un reino marcado por la desesperanza y la decadencia. Todo se ha visto alterado por la Entropía, una fuerza oscura que ha desatado el caos, corrompiendo la tierra y dando vida a monstruos que arrasan con todo a su paso. Las ciudades han caído, los pueblos se han vaciado y la humanidad apenas sobrevive, aferrándose a los últimos rincones seguros que quedan en pie.

En medio de este escenario, encarnamos a un Inquisidor: un guerrero devoto al King Priest, enviado a cumplir una misión tan clara como compleja: acabar con la Entropía y con las brujas que, según se cree, están detrás de esta amenaza. Pero como suele suceder en los relatos más oscuros, nada es tan simple. La magia, condenada y temida por muchos, podría ser la única salida para frenar la destrucción.

La narrativa, escrita por Brian Mitsoda, se aleja de lo lineal y apuesta por decisiones que realmente importan. A lo largo del juego nos enfrentaremos a elecciones que afectarán el destino del protagonista y el del propio mundo, con varios finales posibles según el camino que tomemos. Todo esto se desarrolla en un universo que combina elementos góticos, ambientes decadentes y un fuerte componente moral: ¿hasta qué punto estamos dispuestos a llegar para salvar lo que queda?

Jugabilidad: Cada paso, cada combate y cada decisión cuenta

No es un juego que te lo ponga fácil: cada paso, cada combate y cada decisión cuenta. Está pensado para quienes disfrutan de los desafíos, de los mundos oscuros con historia, y de ir desentrañando poco a poco todo lo que se oculta tras su ambientación decadente y misteriosa.

Creando a nuestro personaje

En Mandragora: Whispers of the Witch Tree podremos elegir entre seis clases distintas para nuestro personaje, cada una con sus propias estadísticas y estilo de combate. Estas clases difieren en aspectos como la salud, la resistencia, el maná o la capacidad de carga, además de otros valores como el daño físico, daño mágico, alcance, dureza, aguante o vitalidad.

Las clases disponibles son: Vanguardia, Forjallamas, Hechicería, Belladona, Guardia Salvaje y Vandicación. Cada una cuenta con una habilidad inicial única que define su enfoque de combate y da pie a estrategias muy diferentes desde el principio.

También podremos personalizar el aspecto de nuestro personaje a través de un editor sencillo. No ofrece muchas opciones, pero permite modificar algunos detalles básicos para que el personaje tenga un toque más personal al iniciar la aventura.

Además, el juego nos da la posibilidad de ajustar ciertos parámetros relacionados con la dificultad, como la cantidad de vida de los enemigos o el coste de usar habilidades. Esto nos permite adaptar la experiencia de juego a nuestro gusto, haciendo que el reto sea más llevadero si así lo preferimos, sin renunciar a la esencia del juego.

No es sota, caballo o rey

Mandragora: Whispers of the Witch Tree te da margen para experimentar y evolucionar. Elegir una clase al principio es solo eso: un punto de partida. A partir de ahí, tú decides cómo quieres que crezca tu personaje. Puedes combinar habilidades, mejorar estadísticas según tu estilo de juego y terminar con una mezcla única que se adapte a cómo disfrutas más el juego. Así que no te preocupes demasiado por acertar a la primera, porque siempre vas a poder moldear tu camino sobre la marcha.

Explorando Faelduum

La exploración se desarrolla en desplazamiento lateral por escenarios en 2.5D con zonas en las que podremos hacer parkour. Aunque el camino principal suele ser bastante lineal, siempre hay zonas ocultas, bifurcaciones o pequeños desvíos que invitan a investigar un poco más. Y claro, explorar tiene su recompensa, pero también sus riesgos.

A medida que avanzamos, nos encontraremos con todo tipo de criaturas extrañas que tratarán de ponernos las cosas difíciles. Además, podremos recolectar distintos materiales por el camino, los cuales más adelante servirán para fabricar nuevos objetos o mejorar el equipamiento de nuestro personaje.

Explorar también nos permitirá conocer a distintos personajes con los que podremos interactuar, y en más de una ocasión, aceptar misiones secundarias que aportan más profundidad al mundo y sus historias.

Si eres de esos jugadores que se pierde con facilidad, no te preocupes. Mandragora: Whispers of the Witch Tree cuenta con un mapa bastante útil que te ayudará a orientarte sin problemas. Gracias a él, no solo podrás ver las zonas que ya has explorado y los caminos que aún te quedan por descubrir, sino que también podrás localizar fácilmente el área donde tienes activa la misión principal.

Además, el mapa permite usar el viaje rápido entre las Piedras de la Bruja que hayas activado, lo que facilita bastante moverte por el mundo sin necesidad de recorrerlo todo a pie. Y por si fuera poco, puedes añadir marcadores personalizados. Esto viene genial, por ejemplo, si te encontraste con un jefe que no pudiste vencer o viste una zona bloqueada a la que planeas volver más adelante cuando consigas la habilidad necesaria.

Piedras de bruja

Mientras recorremos el mundo de Mandragora: Whispers of the Witch Tree, nos iremos encontrando con unas zonas clave: las piedras de la bruja. Estas piedras funcionan como puntos de control, lo que significa que reapareceremos en la última que hayamos activado si caemos en combate o simplemente al volver a cargar la partida. Así que no olvides interactuar con ellas cada vez que te cruces una en el camino.

Además, desde estas piedras también podremos subir de nivel usando la esencia que vamos recogiendo al derrotar enemigos. Eso sí, ten en cuenta que esta esencia no solo sirve para mejorar a tu personaje, también puede utilizarse para comprar objetos a ciertos vendedores o para otros propósitos, por lo que a veces quizás prefieras guardarla antes de gastarla toda en mejoras.

Cada vez que subamos de nivel, obtendremos puntos de talento que podremos invertir en el árbol de talentos. Ahí es donde realmente empieza la personalización: podremos desbloquear habilidades pasivas y nodos propios de cualquiera de las seis clases disponibles, moldeando a nuestro personaje poco a poco según nuestro estilo de juego.

Por último, las Piedras de bruja están conectadas entre ellas, por lo que se nos permitirá realizar viajes rápidos entre ellas permitiéndonos visitar lugares anteriormente visitados por toda Faelduum. Cada vez que interactúes con una piedra de la bruja, tu personaje recuperará por completo las pociones, la vida, el maná y la resistencia. Eso sí, no todo son ventajas: al hacerlo, todos los enemigos de la zona volverán a aparecer, así que conviene pensarlo bien antes de usarlas, especialmente si ya habías despejado el camino.

Sistema de combate

El combate en Mandragora: Whispers of the Witch Tree es completamente en tiempo real, lo que significa que tendremos que estar atentos y reaccionar rápido. Cada clase empieza con una habilidad especial diferente, y también con un arma inicial que, como todo en este mundo, se desgasta con el uso. Cuanto más la utilicemos, más bajará su durabilidad, así que será necesario recurrir a piedras de afilar para mantenerla en buen estado.

Además del arma principal, podemos equipar objetos para usarlos rápidamente durante el combate, como pociones de vida o restauración de maná, lo que puede salvarnos en más de una ocasión. También contaremos con ataques normales, que consumen resistencia, y ataques mágicos, que gastan maná.

Eso sí, no esperes un botón para bloquear. Aquí la única forma de evitar el daño es rodar para esquivar los ataques enemigos, aunque eso también consume resistencia, así que no podrás hacerlo sin control. Saber cuándo atacar, cuándo esquivar y cómo gestionar tus recursos será clave para sobrevivir.

Jefes finales

Las peleas contra estos enemigos se desarrollan en zonas cerradas, diseñadas específicamente para el combate. Cada jefe cuenta con patrones de ataque únicos, lo que obliga al jugador a aprender y adaptarse durante el enfrentamiento. En algunos casos, pueden estar acompañados por enemigos menores que añaden dificultad y caos al combate.

Los enfrentamientos son dinámicos y entretenidos, con mecánicas que exigen reflejos, estrategia y dominio de las habilidades adquiridas. Podemos encontrar jefes como parte del avance de la historia principal, pero también al explorar zonas opcionales del mapa, lo que recompensa la curiosidad del jugador con desafíos y recompensas únicas.

La dulce muerte…

Lo más probable es que termines muriendo más veces por accidentes que por culpa de los enemigos. Y es que Mandragora: Whispers of the Witch Tree no perdona demasiado cuando se trata de caídas desde grandes alturas: muchas veces acabarás hecho polvo en el acto, o con apenas un suspiro de vida. Además, dependiendo de la zona en la que estés, también te vas a topar con más de una trampa sorpresa que puede mandarte al otro barrio si no andas con ojo.

Sea cual sea la causa de tu muerte, el resultado será el mismo: perderás todas tus esencias, que son fundamentales para subir de nivel. La buena noticia es que puedes recuperarlas si logras volver al lugar donde caíste. La mala, es que si mueres de nuevo antes de conseguirlas, se perderán para siempre. Así que ya sabes, más vale ir con cuidado y no arriesgar de más si no quieres quedarte sin tus preciadas esencias.

Personalización y campamento

El Árbol de las Brujas, que es el punto de partida de nuestra aventura, funciona como una especie de base central. Al principio está bastante vacío, pero a medida que avances en el juego podrás ir trayendo a distintos personajes que te ofrecerán sus servicios y mercancías. Esto no solo te permite mejorar a tu personaje más allá de simplemente subir de nivel, sino también fabricar y comprar todo tipo de objetos útiles.

Además, tendrás la posibilidad de mejorar las tiendas que se instalen en la base, lo que hará que ofrezcan productos más interesantes y valiosos. También podrás vender todo aquello que ya no necesites para hacer hueco y ganar algo de esencia. Y aunque el Árbol de las Brujas será tu lugar principal, en algunos asentamientos repartidos por el mundo también encontrarás otros vendedores con armas y objetos especiales que te vendrán muy bien para tu viaje.

Farmear materiales no se siente como una pérdida de tiempo, al contrario: a la larga te permitirá crear piezas de equipamiento más poderosas que marcarán la diferencia en los momentos más duros del juego. Y créeme, los vas a necesitar. Aquí no se regala nada, así que cualquier ventaja que puedas conseguir será bienvenida.

Apartado técnico

El juego está bastante bien optimizado, pero hay ciertos detalles que podrían haberse ajustado. Por ejemplo, los retratos de los personajes durante las conversaciones se mueven, pero no terminan de sincronizar con lo que dicen en el doblaje, lo que crea una desconexión extraña en las escenas. Además, los subtítulos, aunque útiles, a veces se superponen con la interfaz del juego, lo que puede dificultar un poco la lectura. En cuanto al parkour, funciona bien en general, pero las caídas son demasiado punitivas. Perder la vida por una caída de altura, a veces de pocos metros, puede resultar frustrante y afecta un poco la fluidez de la experiencia.

Apartado gráfico y artístico

El juego apuesta por un estilo visual que recuerda a las pinturas clásicas, con escenarios que parecen sacados de un cuento gótico. Los colores que dominan la paleta, como los verdes apagados, grises y rojos intensos, refuerzan esa sensación de decadencia que lo envuelve todo en el reino de Faelduum. Esta estética logra crear una atmósfera muy especial, que invita a explorar cada rincón con calma, como si cada lugar guardara una historia o un secreto por descubrir.

Los personajes están muy bien diseñados, especialmente los retratos que aparecen durante las conversaciones. Tienen un toque artístico que los hace parecer sacados directamente de un cuadro. Aunque esos retratos tienen cierta animación, no mueven los labios al hablar, lo cual da un efecto curioso pero que termina por darle personalidad al juego. A eso se suman unas actuaciones de voz muy bien logradas, que ayudan a darle vida y peso a cada uno de los personajes.

En cuanto a los escenarios, están llenos de detalles y se sienten vivos. Hay fondos en movimiento, efectos ambientales y una iluminación muy cuidada que juega con luces y sombras para dar esa sensación constante de misterio o amenaza. Ya sea que estés cruzando un pantano, explorando unas ruinas o entrando a un castillo, siempre hay algo que mirar con atención.

También destacan los efectos visuales durante el combate o al usar magia: chispas, cenizas, brillos mágicos… Todo se integra muy bien con lo que ocurre en pantalla, aportando fuerza a cada acción sin sobrecargar la vista. En conjunto, todo este apartado visual refuerza muy bien esa identidad oscura, melancólica y mágica que define a Mandragora.

Apartado sonoro

La música de Mandragora fue compuesta por Christos Antoniou, quien es parte de la banda de metal sinfónico Septicflesh. Ha creado una banda sonora que mezcla sonidos oscuros del folklore europeo, con toques medievales y de horror gótico, lo que encaja perfectamente con la atmósfera sombría del juego. Además, la música fue interpretada por la FILMharmonic Orchestra de Praga, lo que le da un sonido increíblemente rico y detallado, ayudando a que el mundo del juego se sienta aún más envolvente.

Los efectos de sonido también están muy cuidados y ayudan a que el mundo del juego se sienta más real. Desde el crujir de las hojas cuando caminas por los bosques hasta el sonido metálico de las espadas al luchar, todo está pensado para dar esa sensación de estar realmente en un mundo peligroso. Los efectos durante las batallas, especialmente cuando te enfrentas a los jefes, aportan una intensidad extra que hace que los combates sean aún más emocionantes.

El juego tiene un doblaje en inglés que también está muy bien hecho. Las voces transmiten de manera efectiva las emociones y personalidades de los personajes, lo que hace que te conectes más con ellos y con la historia.

Conclusión

Mandragora: Whispers of the Witch Tree es una propuesta bastante atractiva para los fans de los géneros soulslike y Metroidvania. Si buscas una experiencia inmersiva con una historia bien construida y un diseño visual impresionante, este título será una gran elección para ti. Sin duda, una aventura que promete mantenerte cautivo.

Lo mejor

  • El juego presenta una estética gótica pintada a mano
  • Ofrece una historia ramificada donde las decisiones del jugador influyen en el desarrollo del relato
  • Inspirado en los juegos soulslike, Mandragora presenta un sistema de combate que requiere precisión y estrategia

Lo peor

  • La falta de un sistema de parry resta una experiencia más fluida
  • El sistema de combate da la sensación de lento

Nuestra valoración de Mandragora: Whispers of the Witch Tree

Este análisis ha sido posible gracias a una clave cedida por JF Games.

Rulernakano

About Author

Amante de los juegos de Rol en general, crecí con un mando en la mano y desde entonces nunca lo he soltado.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Puede que también te interese

Bloodhunt: Un Battle Royale Sangriento
Análisis

Bloodhunt: Un Battle Royale Sangriento

Si quieres saber más a cerca del increíble battle royale Bloodhunt, en Punto de Respawn te lo contamos todo sobre
What Comes After: Una experiencia narrativa
Análisis

What Comes After: Una experiencia narrativa

What Comes After es una experiencia narrativa que nos lleva a vivir junto a Vivi (la protagonista) un hecho que