Los GOTY, cada vez que empiezan a moverse, mueven consigo opiniones de toda índole. Algunas irresponsables y poco inteligentes y otras más interesantes. Hoy, en Sonrisas y lágrimas, quiero hablar de «cómo se siente» hablar de los GOTY.
Los «GOTY» no son serios. Y eso es MUY bueno
Más allá de cuestiones como juegos que pensamos que faltan o juegos que pensamos que sobran, o cualquier opinión de esa índole, los GOTY no son algo serio, y eso es algo muy bueno porque nos da algo que ya vemos como «la charla distendida».
¿Charla distendida? ¿De qué hablas?
Hablo del Zelda, hablo del Mario, hablo del Baldur’s Gate, hablo de música, hablo de que me falta una categoría y de que se solapa otra, hablo de muchas cosas.
Y eso me encanta; no sé si es por juntar a todas las plataformas en un sitio o porqué, pero los extremos entran menos en los GOTY. En los GOTY entra el charlar con gente de la uni sobre qué premio debería tener este juego, por qué razón, por qué ese premio pero no este otro, etc. No quiero dar ejemplos específicos por no «escamar» a nadie, pero me he encontrado con que no me ha saltado ninguna alarma cuando me he encontrado con opiniones contrarias, porque fue dada desde el respeto y el humor, o desde la amistad incluso. Y me he encontrado charlando con otra persona cuya opinión desconocía pero, con una sonrisa de ambas partes, hemos ido construyendo una charla con feedback. Por eso me gustan los GOTY. Me gustan porque no perjudican a nadie y, mientras tanto, nos permiten tener «charlas de bar», sin carajillos ni tonterías; puro y mero charloteo sano.
A pasarlo GOTY
Disfrutemos los GOTY. Quejémonos de lo que toca, sí, pero no les demos más importancia de la que realmente tienen, porque no son un reconocimiento real, son un espectáculo divertido que, además, nos trae anuncios y trailers.
Personalmente, voy a tener el honor de participar con este medio en una charla sobre por qué cierto juego se merece un premio, y qué premio sería ese.
Eso son los GOTY; charlar, conocerse, reírse, «alterarse» —en el buen sentido— cuando estamos con los trailers, llamar «Doritos» al Geoff… Así que… sí, quejémonos de que no está Starfield, o pongámonos o no de acuerdo sobre si Stray debía ganar un premio. Y pensemos también si los soulslike merecen categoría propia por lo diferentes —pero con espíritu similar— que son por ejemplo Sekiro y Lies of P.
Hagamos todo eso, pero hagámoslo sonriéndonos, como amigos, sin amenazas en el ambiente, sin tensión. Disfrutemos del espectáculo del doritos comiendo unas palomitas.
En definitiva, discutamos, pero en un estilo más humano y menos menos animal y visceral. Como ya he comentado, lo mejor de esto es que nadie pierde nada en estos premios; no hay perjuicio alguno para ningún título. Y vale, hay muchos doritos, sí, pero hay poca caspa. En los GOTY ganamos los buenos. Y oye, a mí esto me gusta. Y espero que nos lo pasemos bien siempre, con estos y con los GOTY que están por llegar.
¡Un abrazo con las manos limpias!
