En el mundo del videojuego RPG siempre ha reinado el producto japonés. No obstante, si pensamos un referente occidental de este género, nos vienen a la mente títulos como Skyrim o Fallout. Es por eso que hoy, en Gamers primigenios, hablamos de Todd Howard, productor ejecutivo de Bethesda y la mente tras dos de las mayores sagas de videojuegos de la historia.
Los orígenes de Todd Howard
Todd Howard nació en Pensilvania, el 25 de abril de a. Desde joven, se había proclamado fan acérrimo de los videojuegos. Concretamente, amaba el género de Role Play Game (RPG) o juego de rol. En su juventud, además, había sido un ajedrecista de gran nivel, llegando a competir con campeones internacionales. En 1993, obtuvo una licenciatura en finanzas en “The College of William and Mary”, Virginia. Tras varios intentos, se unió al equipo de Bethesda Softworks. El primer juego en el que trabajó Howard se trató ni más ni menos que de “The Elder Scrolls: Arena”. Se encargó de trasladar el juego desde un disquete a formato CD.
El primer juego de Howard
A nivel creativo, se unió al desarrollo de la segunda entrega de la franquicia, “The Elder Scrolls: Daggerfall”, lanzada en 1995. Es considerada una de las más extensas en cuanto a mapeado se refiere. De hecho, se le considera uno de los juegos con el mapa más grande de la historia en la industria, con 161.000 kilómetros cuadrados para explorar (antes del uso de creación procedural de mapas).
Entre medias, Howard trabajaría en el desarrollo de «The Terminator: Future Shock» y su secuela, «SkyNET». Se trataba de un shooter ambientado en la famosa saga de películas de James Cameron. También fue uno de los primeros FPS en incorporar mapas y texturas completamente 3D. Aunque la primera entrega del juego no incluía un sistema multijugador, su secuela sí se podía jugar con varias personas en línea.
Inciso: el motor de Bethesda
Este par de juegos se creó utilizando el motor de Bethesda, XnGine. Este motor es icónico de la franquicia, siendo utilizado incluso en los proyectos más icónicos y recientes. Sí, siguen haciendo juegos con un motor de hace 30 años. Volveremos a este punto más tarde.
Tras Daggerfall, se sumarían los juegos Morrowind y Oblivion, otros dos grandes clásicos de la historia del videojuego, concretamente la segunda mencionada.
A finales de los 90, mientras Bethesda trabajaba en su saga estrella, Interplay Productions trabajaba en las dos primeras entregas de otra saga icónica de la compañía: Fallout. Tras dos entregas, Interplay vendió la licencia de Fallout a Bethesda, dando paso a otro de los grandes juegos en la carrera de Howard.
Fallout 3, una revolución del rol
En 2008, salió a la venta Fallout 3, un juego de rol basado en un mundo postapocalíptico arrasado por una guerra nuclear. En él, los supervivientes viven en búnkeres numerados, y todo funciona de forma relativamente normal dentro y fuera del yermo. Un día, nuestro protagonista se embarca en la misión de encontrar a su padre desaparecido. La apertura del mapa y el diseño de los personajes y las misiones, además del sofisticado y divertido sistema de combate y decisiones mediante el diálogo, marcaron a toda una generación de jugadores.
Skyrim: «¿Ves esa montaña? La puedes escalar» -Todd Howard
En 2011, se lanzó en XBOX 360 y PlayStation 3 la gallina de los dragones de oro para la compañía. Skyrim fue un absoluto éxito, tanto en crítica como en público. Su posterior lanzamiento en PC, las modificaciones de los diferentes jugadores y la difusión de creadores de contenido emergentes en la época (ElRubius, por ejemplo), consolidaron este título como un auténtico clásico moderno en la industria y un ejemplo a seguir. Es uno de los juegos porteados a más consolas: PS4, XBOX One, Switch, XBOX Series X y S, PS5, PSVR, e incluso en tests de embarazo.
El absoluto desastre Todd Howard con Fallout 76
En 2018, sucedió una de las grandes catástrofes que marcaría un antes y un después en la carrera de Howard. Fallout 76 se vendió como una revolución de la franquicia, fusionando la estética y el mundo con un modo multijugador de mundo abierto. Viniendo de Fallout: New Vegas en 2010 y Fallout 4 en 2015, los jugadores habían notado una lenta caída de calidad en los productos de la compañía.
Sin embargo, la locura de bugs, mentiras, fallos técnicos y de seguridad obligaron a hacer numerosas reformas, incluso en el launcher de Bethesda, además de DLCs que a día de hoy pasan sin pena ni gloria. Se lo recuerda como, posiblemente, lo peor que ha lanzado Bethesda con Todd Howard al cargo.
Starfield, el estreno más reciente de Bethesda
En 2023, salió Starfield, la nueva IP del estudio tras ser comprado por Microsoft. Esta vez, se trata de una aventura espacial de rol, en la que puedes personalizar tu nave, además de un sinfín de opciones para tu personaje y tu build. Aunque hubo polémicas por sus errores técnicos y por lo sencillo que es verle las costuras, fue muy bien recibido. Los jugadores continúan a la espera de que se desbloquee el creador de mods en el juego para crear auténticas virguerías. Aunque Howard alardeaba de la vasta exploración espacial (cosa más limitada con respecto a lo anunciado), el juego en general no dejó un mal sabor de boca.
Los múltiples errores de todos los juegos
Si bien todos los juegos de la compañía son amados por los fans y la crítica, no se libran de andar desfasados a nivel técnico. Hubo una época en la que ese motor, XnGine, era ideal para diseñar videojuegos 3D. Tras dos generaciones de consolas, el motor flaquea (más de lo que solía) y los jugadores piden un cambio. En general, Bethesda ha cargado con la cruz de sus errores a la hora de publicitar sus juegos.
Uno de los principales es la clásica vendida de humo de Howard en todos los juegos, la cual se compone de múltiples comentarios públicos, presentaciones y entrevistas donde se anuncian funciones exageradas o inexistentes en el producto final. En sus propias palabras, se debe a que las funciones que comenta antes de los lanzamientos están en las versiones de prueba, pero se acaban descartando y recortando cuando el juego se publica.
Conclusiones
Aun con todas las polémicas, Todd Howard ha sido capaz de dominar la industria del rol con su insignia de bugs, diversión y NPCs memorables. Es sencillo criticarle por sus errores, pero poca gente ha sido capaz de emular sus aciertos.
