Hoy, en Historias para no dormir, os hablaré un poco sobre la historia de Jill Valentine, la experta en cerraduras y demoliciones del equipo Alfa de S.T.A.R.S., a la cual vimos por primera vez en el Resident Evil original de 1996.
Personalidad y biografía de Jill Valentine
Jill es una mujer fuerte, independiente, capaz, inteligente y con un gran sentido de la justicia. Una miembro imprescindible del equipo Alfa y experta en abrir cerraduras, dado que a temprana edad su padre, un famoso ladrón de guante blanco de origen francés, le enseñó los rudimentos de la apertura de puertas y cajas fuertes.
En la unidad alfa conoció al que sería su inseparable compañero, Chris Redfield; Barry Burton, el cual sería un buen amigo para ella; y al capitán Albert Wesker, por el que sentía gran admiración.
La antesala de la pesadilla
En mayo de 1998 se halla el cadáver de una mujer a orillas del río en el distrito Cider de Raccoon City, la cual al parecer fue desmembrada por una manada de animales salvajes. Además, varios testigos afirmaron ver una especie de »perros» salvajes (los MA-39 Cerberus). Más tarde, en Julio y a consecuencia del aumento de casos de asesinatos caníbales y desapariciones en las montañas Arklays, el departamento de policía decidió enviar al equipo Bravo de S.T.A.R.S para investigar; no obstante, se pierde el contacto con ellos y el equipo Alfa es enviado para ver qué ha sucedido.
En la noche del 24 de julio de 1998, el equipo Alfa sobrevuela el bosque de Raccoon con la esperanza de encontrar alguna señal. Sin embargo, al aterrizar y ver el helicóptero de los Bravo, lo único que encuentran es el cadáver de Kevin Dooley y la mayor parte del equipo de combate intacto.
Al poco, Joseph Frost muere a manos de un grupo de Cerberus, que lo devora vivo a la vista de Jill, quien observa horrorizada cómo los perros zombie destrozan a su compañero. Al percatarse de su presencia, los Cerberus la atacan y es salvada por Chris para luego correr junto a Barry y Wesker hacia una mansión que se ve en la espesura.
El Incidente de la Mansión
Dentro de la mansión, y habiendo «desaparecido» Wesker, Jill tuvo que ingeniárselas para sobrevivir a los horrores que ésta contenía, incluyendo a los zombies, crimson heads y a una mutada Lisa Trevor, teniendo que resolver también múltiples puzles y trampas.
En su búsqueda de respuestas, Jill obtuvo información sobre Umbrella y sus actividades ilícitas, así como información sobre el virus-T, responsable del horror que estaban viviendo. Durante el transcurso de toda la noche investigó la casa principal y la de invitados, en la cual se enfrentó a una planta gigantesca. Allí también escuchó a Barry hablar con alguien sobre destruir a S.T.A.R.S, pero él argumentó que hablaba solo por culpa de la locura de la casa.
Al separarse de nuevo, Jill Valentine va a los túneles subterráneos de la mansión para encontrarse con el capitán Enrico Marini malherido. Él le indica que hay un traidor en los S.T.A.R.S., pero antes de revelar nada muere de un disparo de Wesker.
Al bajar a los laboratorios, se encuentra con Rebecca Chambers. Esta había estado cooperando con Chris para salir de allí.
Los integrantes supervivientes de S.T.A.R.S logran dar caza a Wesker en el sótano del laboratorio. Aquí el capitán dispara a Rebecca y agradece a Barry sus servicios cuando éste apunta a Jill con el arma. Entonces Wesker le revela que debía obedecer porque si no acabaría con su familia. No obstante, al irse Barry, le revela que realmente lo que pretende es acabar con Umbrella y vender sus progresos al mejor postor. No sin antes enseñarles la B.O.W definitiva, el Tyrant T-002.
Logran acabar con él al llegar al helipuerto de la mansión usando un lanzacohetes que les lanza Brad Vickers y huyen de la mansión en el helicóptero mientras esta explota en mil pedazos.
Jill Valentine tras el incidente de la mansión
Tras dos semanas del incidente de la mansión, Jill escribe en su diario que se le habían curado las heridas, pero que no podía olvidar el horror vivido. Para la mayoría de gente ya no era nada, pero para ella cada vez que cerraba los ojos veía a los zombies devorando carne humana y los gritos de sus compañeros.
Jill escribe un informe narrando todo lo acontecido al jefe Irons, en el cual habla sobre los documentos encontrados en la mansión, así como la »publicidad sobre B.O.Ws» encontrada en el laboratorio. También informa de que el virus no se limita a humanos, sino que puede infectar a otros organismos vivos. No obstante, Irons hace caso omiso y, como en la mansión se habían destruido todas las pruebas, Jill y sus compañeros quedan como mentirosos.
La caída de Raccoon City
El 27 de septiembre comienza la pesadilla en Raccoon City, ya que tras el incidente del laboratorio NEST con William Birkin el virus G se extiende por el agua y las ratas del alcantarillado. Jill lucha por sobrevivir en la locura que se ha desatado y, para el día siguiente, la ciudad ya está en manos de los zombies y monstruos del virus.
En el transcurso del día, la persigue incansablemente el tyrant Némesis, intentando acabar con ella y con el resto de miembros STARS. Encuentra a un grupo de contramedidas de Umbrella, los U.B.C.S, donde conoce a Carlos Oliveira, a Mikhail Victor y a Nikolai Zinoviev. Estos intentan escapar de la ciudad con los supervivientes del desastre, utilizando el sistema de tranvías para llegar a la Torre del Reloj de Saint Michael.
Una vez que reparan el tranvía, huyen del centro de Raccoon, pero son atacados de nuevo por Némesis y Mikhail muere, sacrificándose para salvar al resto.
Una vez en la torre, Némesis vuelve y, tras un intenso combate, infecta a Jill Valentine con el virus. Carlos la recoge y la lleva al hospital para intentar salvarla. Allí, tras luchar contra los zombies y los nuevos tipos de Hunter, consigue una vacuna y salva a Jill. Sin embargo, el peligro no ha terminado, ya que el gobierno de EEUU pretende destruir Raccoon City con un misil termonuclear en pocas horas.
Carlos y Jill van a la planta de Tratamiento de Umbrella, que estaba detrás del Parque de Raccoon. Aquí se enfrenta a Némesis y lo derrota, dándolo por muerto en la sala de tratamiento de residuos.
Huida de Raccoon City
Buscando desesperadamente un helicóptero para huir, se encuentran con Nikolai, el cual, tras un intenso enfrentamiento, se lleva la última aeronave y escapa. Desesperados por encontrar otro, Jill va hacia una antigua planta de energía, donde se enfrenta a Némesis por última vez, utilizando la «espada de paracelsus«, un cañón de carriles experimental. Lo derrota y acaba por fin con la criatura.
Finalmente, llega a la parte trasera y Carlos le comunica que ha venido un helicóptero a recogerlos, dirigido nada menos que por Barry Burton. Juntos huyen mientras la ciudad se desvanece en un resplandor anaranjado.
II Veltro y el Pánico de Terragrigia
En 2004, la ciudad de Terragrigia, ubicada en el mar Mediterráneo y que era símbolo de la unión entre Europa y EEUU, es atacada por el grupo bioterrorista II Veltro. Esto obliga a la F.B.C y al gobierno americano a utilizar el satélite Regia Solis, que concentraba rayos solares para alimentar a la ciudad de energía. Terragrigia se destruye y el incidente pasa a la historia como »El Pánico de Terragrigia».
En 2005, aparecen cadáveres en una playa cercana a las ruinas de Terragrigia. Jill Valentine y Parker Luciani se dirigen hacia allí por orden del director de la B.S.A.A. (en ese entonces, Clive R. O’Brian). Aquí analizan los restos en la zona usando un dispositivo de escáner llamado «Génesis» creado por Quint Cetcham.
Se topan con unas criaturas extrañas llamadas Globsters y, tras acabar con todas, O’Brian recibe una llamada que parece ser de urgencia. Este les informa de que los agentes Chris Redfield y Jessica Sherawat se habían declarado desaparecidos en misión; su última localización había sido el mar Mediterráneo.
El Queen Zenobia
Parker y Jill viajan a la localización dada por O’Brian. Se encuentran con el Queen Zenobia, un transatlántico de lujo, el cual abordan.
En el barco se encuentran con la tripulación convertida en B.O.Ws llamados «Oozes«. Después de derrotar a unos cuantos, Jill decide ir a buscar a Chris por su cuenta. Logra encontrar una puerta cerrada, pero a través de la rejilla ve a un hombre maniatado que parece ser Chris.
Jill informa a Parker de esto y va en busca de la llave. Mientras, se topa con una mujer, la cual es atacada por los Oozes y asesinada. Dentro, examina el cadáver y encuentra la llave.
Se reúne con Parker en la puerta y, al abrirla, se dan cuenta de que no era una persona, sino un maniquí. Habían caído en una trampa. Un gas se filtra por la habitación y ambos se desmayan. Más tarde, al despertar, Jill se da cuenta de que está en un camarote del barco, separada de su compañero y encerrada.
La pesadilla del barco
Tras salir del camarote, recuperar su equipo y encontrarse con su compañero, su objetivo es llegar al puente del barco. En el camino descubren que el sistema de comunicaciones está destruido.
Luego se topan con el agente de la F.B.C., Raymond Vester. Este les indica que no tienen autoridad sobre el caso y que no cambiaría nada a menos que se ensuciaran las manos.
Toman la llave del Casco y se dirigen hacia la Sala de Comunicaciones de Emergencia. Allí descubren que la otra llave que necesitan la tiene el oficial de comunicaciones, el cual indica en una nota que está en la cubierta de paseo.
Una vez allí, descubren que el oficial ya no es humano, sino una mutación aberrante del T-Abyss llamada Scagdead. Al derrotarlo, obtienen la llave y entran en la sala de comunicaciones, donde ya estaba Raymond. Aquí ven un vídeo en el que el líder de II Veltro, Jack Norman, vierte una muestra del T-Abyss en un tanque de peces. Una vez pasado este momento, se dirigen a arreglar la antena del barco.
La verdad sobre el incidente de Terragrigia
Tras reparar la antena, contactan con O’Brian, que les comunica que Chris y Jessica iban de camino. También se enteran de que se estaba planteando usar el satélite Regia Solis para destruir el Queen Zenobia, lo que les lleva a usar un UAV que estaba en el barco para confundir al satélite. Se enfrentan a la mutación de Rachael Foley y restauran la energía del navío. También logran contactar con Chris y su compañera.
Deciden reunirse en el casino del barco y, una vez allí, notan la presencia del mismo agente de II Veltro que les preparó la trampa de gas. Este les iba a contar la verdad sobre la causa del Pánico de Terragrigia, pero en ese momento llega Jessica y dispara al agente de Veltro, que estaba hablando hacia Jill y Parker. Tras desenmascarar al terrorista, se revela que era Raymond Vester.
Después, Chris se reune con Jill y van rumbo al laboratorio de la nave con el fin de impedir que el Virus-T Abyss contamine el mar. Mientras, Parker y Jessica buscan una manera de retrasar el hundimiento del barco. En los laboratorios logran neutralizar el virus mientras son monitoreados por Morgan Lansdale, el autor principal del Pánico de Terragrigia. Este les revela que el barco sufriría el mismo destino que el Queen Semiramis.
Mientras huyen del barco, Parker es herido por Jessica, la cual resulta ser una agente doble. No logran salvarle, pero más tarde resulta que sobrevive gracias a la ayuda de Raymond. Fuera están siendo atacados por las B.O.Ws (una de ellas gigantesca), pero logran destruir a todas.
El Queen Dido y el fin de la F.B.C.
O’Brian les revela toda la verdad sobre II Veltro y el accidente de Terragrigia. Este resulta ser orquestado por el mismo y Morgan con el objetivo de que el mundo conozca el peligro del bioterrorismo. Tras esto, les revela que existe otro barco, el Queen Dido.
Con el fin de recuperar una grabación en la que se demuestra que Morgan Landsdale es un traidor, Jill y Chris se dirigen a los restos del Queen Dido, bajo Terragrigia. Allí descubren que Jack Norman sigue con vida. Él llevaba mucho tiempo bajo el agua y se había inyectado dosis letales del T-Abyss, convirtiéndose en un tyrant: el »Ultimate Abyss». Durante el enfrentamiento, logran derrotarle y recuperar la grabación con la verdad sobre Terragrigia. Logran así la detención de Morgan y el fin de la F.B.C.
Tras esto, la mayoría de personal de la F.B.C. pasa a la B.S.A.A., convirtiéndose en la mayor organización contra el bioterrorismo del planeta.
Para terminar
Como podéis ver, Jill Valentine ha tenido que luchar por sobrevivir desde aquella noche de julio del 98, en la que comprobó por sí misma los horrores que la corporación Umbrella había desatado y cómo luego intentó acabar con ella sin éxito. Más tarde, acabaría desapareciendo, pero dejando un legado de terror biológico a sus espaldas. Todo esto le sirvió para lograr más experiencia contra las armas biológicas y poder luchar junto a sus compañeros contra el legado de Umbrella.
Sin más, me despido. Hay cosas de su historia que me dejo, pero quedaría un artículo más extenso de lo que ya es, aunque puede que dé para otro en otra ocasión. Aun así, espero que os haya gustado y, si queréis leer más cosillas de Resident Evil, os dejo por aquí uno de mis artículos relacionados.